El trastorno depresivo persistente impide disfrutar plenamente de los aspectos positivos de la vida

“Si hay persistencia de tristeza por más de dos años, que no permite disfrutar de los aspectos positivos de la vida, con baja autoestima, falta de concentración, poca energía y sentimientos de desesperanza que influye en un deterioro en la parte social y profesional, es posible que se esté padeciendo de un tipo de depresión denominado Distimia”. Así lo indica María Carazas, jefa del departamento en Trastornos Afectivos de la Dirección de Adultos y Adultos Mayores del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado- Hideyo Noguchi”. 

 

La médico psiquiatra María Carazas, explica que la Distimia o trastorno depresivo persistente es un estado depresivo crónico cuyos síntomas son menos intensos que en el trastorno depresivo mayor. Se caracteriza por un estado de ánimo triste la mayor parte del día, fatiga, baja autoestima, falta de concentración originando que no se consiga disfrutar plenamente de los aspectos positivos de la vida. Las personas que rodean a quien lo padece, pueden describirlo como pesimista o negativo. Por lo general es un proceso de varios años donde los síntomas se mantienen causando malestar al individuo.

 

Por lo general, el trastorno depresivo persistente, está acompañado también por irritabilidad, alteraciones del sueño, falta de apetito o ingesta compulsiva, así como por sentimientos de desesperanza. También se presentan igualmente problemas cognitivos: dificultades de concentración y/o memoria, así como dificultades para la toma de decisiones.

 

Es un trastorno multicausal. Pueden estar involucrados factores psicosociales como acontecimientos traumáticos o estresantes; herencia, es decir es más frecuente en familiares directos de personas con depresión, y se produce por modificaciones biológicas en el cerebro. Por lo anterior es muy importante identificar a estas personas y llevarlos a un centro de atención para darles tratamiento. 

 

 Nota de Prensa N° 02- 2023