Dependencia afectiva: El vínculo que ata a las personas a relaciones dañinas a pesar del dolor
Nota de prensaEl miedo a la soledad y la baja autoestima son factores clave que perpetúan el ciclo del maltrato.

21 de noviembre de 2025 - 4:02 p. m.
¿Por qué las personas se mantienen en relaciones que les causan dolor? Esta fue la pregunta central que la psicóloga Jacqueline Valdivieso Haro, profesional de la DEIDAE de Salud Colectiva del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado – Hideyo Noguchi” (INSM “HD-HN”) abordó en su conferencia para la TeleIEC que organizó el INSM “HD-HN”, explicando el complejo fenómeno de la dependencia afectiva.
La especialista comparó esta dependencia con una adicción a una sustancia. “A pesar de saber que la relación es dañina, la persona no puede dejarla, porque su bienestar emocional depende de la aprobación y la presencia del otro”, afirmó Valdivieso. El miedo a la soledad, expresado en frases como “peor es estar solo”, es uno de los pilares de esta dependencia. La persona prefiere el maltrato conocido a la incertidumbre de estar sin pareja. La baja autoestima juega un papel crucial. Ideas como “quién me va a querer, así como soy” o “no merezco algo mejor” hacen que la persona se aferre a una relación disfuncional por considerar que es lo mejor que puede obtener.
Valdivieso también se refirió a la “idealización del otro”, un patrón común donde se ve a la pareja como un “salvador”. Esta dinámica crea un vínculo de deuda y pertenencia que dificulta enormemente el distanciamiento. El “refuerzo intermitente” es un mecanismo psicológico potente en estas relaciones. La alternancia entre momentos de extrema amabilidad y cariño con fases de agresión o maltrato crea un ciclo de esperanza y dolor que genera un apego patológico.
Muchas personas normalizan el maltrato porque crecieron en entornos donde era lo habitual. Para ellos, el conflicto y el dolor son componentes “esperables” de una relación, lo que les impide identificar la disfuncionalidad. Para romper con este ciclo, la psicóloga recomienda, en primer lugar, buscar ayuda profesional. “La terapia ayuda a entender por qué caíste en esta relación y a fortalecerte para que no vuelva a pasar”, explicó.
Construir una red de apoyo sólida con amigos y familiares es vital. El aislamiento es un síntoma de la relación tóxica, por lo que reconectar con seres queridos proporciona una perspectiva externa y un soporte emocional fundamental. Recuperar la autonomía es otro paso esencial. Esto implica retomar hobbies, proyectos personales y la toma de decisiones independientes, reafirmando la identidad propia que frecuentemente se ve erosionada en la dinámica de pareja.
Valdivieso aconsejó practicar la autocompasión y dejar de lado la autocrítica. “Salir de una relación así no es una derrota, sino una oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal”, aseguró.
La psicóloga finalizó con un mensaje esperanzador, recordando que todos merecen relaciones que sumen bienestar y no resten salud mental, e instó a la comunidad a ver la búsqueda de ayuda como un acto de fortaleza y amor propio.
Recordó además que ante cualquier problema que tengamos a nivel de salud mental podemos ir al centro de salud más cercano a nuestro domicilio o acudir al Centro de Salud mental Comunitario de nuestra jurisdicción. Existe además una línea telefónica gratuita que ofrece el Ministerio de Salud las 24 horas del día: Línea 113 opción 5, donde personal profesional puede ayudar inmediatamente.
La especialista comparó esta dependencia con una adicción a una sustancia. “A pesar de saber que la relación es dañina, la persona no puede dejarla, porque su bienestar emocional depende de la aprobación y la presencia del otro”, afirmó Valdivieso. El miedo a la soledad, expresado en frases como “peor es estar solo”, es uno de los pilares de esta dependencia. La persona prefiere el maltrato conocido a la incertidumbre de estar sin pareja. La baja autoestima juega un papel crucial. Ideas como “quién me va a querer, así como soy” o “no merezco algo mejor” hacen que la persona se aferre a una relación disfuncional por considerar que es lo mejor que puede obtener.
Valdivieso también se refirió a la “idealización del otro”, un patrón común donde se ve a la pareja como un “salvador”. Esta dinámica crea un vínculo de deuda y pertenencia que dificulta enormemente el distanciamiento. El “refuerzo intermitente” es un mecanismo psicológico potente en estas relaciones. La alternancia entre momentos de extrema amabilidad y cariño con fases de agresión o maltrato crea un ciclo de esperanza y dolor que genera un apego patológico.
Muchas personas normalizan el maltrato porque crecieron en entornos donde era lo habitual. Para ellos, el conflicto y el dolor son componentes “esperables” de una relación, lo que les impide identificar la disfuncionalidad. Para romper con este ciclo, la psicóloga recomienda, en primer lugar, buscar ayuda profesional. “La terapia ayuda a entender por qué caíste en esta relación y a fortalecerte para que no vuelva a pasar”, explicó.
Construir una red de apoyo sólida con amigos y familiares es vital. El aislamiento es un síntoma de la relación tóxica, por lo que reconectar con seres queridos proporciona una perspectiva externa y un soporte emocional fundamental. Recuperar la autonomía es otro paso esencial. Esto implica retomar hobbies, proyectos personales y la toma de decisiones independientes, reafirmando la identidad propia que frecuentemente se ve erosionada en la dinámica de pareja.
Valdivieso aconsejó practicar la autocompasión y dejar de lado la autocrítica. “Salir de una relación así no es una derrota, sino una oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal”, aseguró.
La psicóloga finalizó con un mensaje esperanzador, recordando que todos merecen relaciones que sumen bienestar y no resten salud mental, e instó a la comunidad a ver la búsqueda de ayuda como un acto de fortaleza y amor propio.
Recordó además que ante cualquier problema que tengamos a nivel de salud mental podemos ir al centro de salud más cercano a nuestro domicilio o acudir al Centro de Salud mental Comunitario de nuestra jurisdicción. Existe además una línea telefónica gratuita que ofrece el Ministerio de Salud las 24 horas del día: Línea 113 opción 5, donde personal profesional puede ayudar inmediatamente.