Salud mental de cuidadores: expertos del INSM explican cómo evitar el colapso
Nota de prensaEl INSM “HD-HN” advierte sobre el "síndrome del cuidador" enfatizando que el autocuidado no es un lujo, sino una necesidad para garantizar una atención de calidad.

5 de noviembre de 2025 - 11:40 a. m.
En el marco del Día Internacional de las Personas Cuidadoras, que se conmemora cada 5 de noviembre, la Dra. Sonia Zevallos Bustamante, directora ejecutiva de la DEIDAE de Adultos y Adultos Mayores del Instituto Nacional de Salud Mental "Honorio Delgado - Hideyo Noguchi" (INSM “HD-HN”), envió un mensaje a la sociedad: "El cuidador también necesita ser cuidado".
La especialista explicó que quienes atienden a un adulto mayor de manera permanente suelen cargar con una pesada mochila emocional y física. "Pueden experimentar agotamiento físico y mental, lo que se conoce como 'síndrome del cuidador'", alertó la Dra. Zevallos. Este desgaste, detalló, no es solo cansancio. Se manifiesta con irritabilidad, insomnio, tristeza profunda y ansiedad constante, síntomas que suelen pasar desapercibidos para quienes están inmersos en la labor del cuidado. "Es fundamental que ellos también reciban apoyo psicológico y espacios de descanso para no colapsar", recalcó la experta. Subrayó que cuidar al cuidador dista de ser un lujo; es una necesidad imperante para garantizar un cuidado de calidad y sostenible en el tiempo.
Frente a este escenario, la Dra. Zevallos entregó un mensaje esperanzador: "No se nace sabiendo ser cuidador". Afirmó que es necesario capacitarse para comprender las enfermedades del adulto mayor y aprender técnicas que faciliten esta labor. "El autocuidado, con pausas activas y tiempo para uno mismo, es indispensable", insistió. Un cuidador informado y emocionalmente estable está en mejores condiciones de brindar el afecto y la paciencia que son elementos clave en el cuidado. La especialista definió al cuidador como un "pilar fundamental en la detección temprana de problemas de salud mental en el adulto mayor, como la depresión o los signos iniciales de demencia". "Son ellos quienes notan los cambios de humor, el aislamiento o la pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban", explicó. Esta posición privilegiada los convierte en aliados indispensables del equipo de salud. Por ello, instó a los cuidadores a estar atentos a estas señales de alarma y a no normalizarlas como una "parte inevitable del envejecimiento". Su intervención para buscar ayuda profesional a tiempo puede cambiar radicalmente la calidad de vida de la persona a su cargo.
La Dra. Zevallos fue más allá del consejo clínico y abordó la necesidad de un reconocimiento social. "El cuidado es un trabajo que debe ser visibilizado y valorado, tanto si lo realiza un familiar como si es una persona contratada", afirmó. "La sociedad debe reconocer su enorme contribución y el Estado debe generar más políticas de apoyo para este grupo", sentenció, ubicando el tema en la arena de las políticas públicas y la justicia social.
Consciente de esta realidad, el INSM “HD-HN” realizó un homenaje a los cuidadores este 3 de noviembre, que incluyó talleres prácticos sobre manejo del estrés, detección de la carga del cuidador y la importancia de las redes de apoyo.
El mensaje central de la autoridad sanitaria es claro: el bienestar del adulto mayor y la salud mental de su cuidador son dos caras de una misma moneda. Descuidar al cuidador conduce inevitablemente a un deterioro en la calidad de la atención.
En este día internacional, el llamado de la Dra. Sonia Zevallos es un recordatorio potente: para cuidar bien, hay que sentirse cuidado. Construir un sistema de cuidados sólido y humano comienza por proteger a quienes dedican su vida a cuidar de los demás.
La especialista explicó que quienes atienden a un adulto mayor de manera permanente suelen cargar con una pesada mochila emocional y física. "Pueden experimentar agotamiento físico y mental, lo que se conoce como 'síndrome del cuidador'", alertó la Dra. Zevallos. Este desgaste, detalló, no es solo cansancio. Se manifiesta con irritabilidad, insomnio, tristeza profunda y ansiedad constante, síntomas que suelen pasar desapercibidos para quienes están inmersos en la labor del cuidado. "Es fundamental que ellos también reciban apoyo psicológico y espacios de descanso para no colapsar", recalcó la experta. Subrayó que cuidar al cuidador dista de ser un lujo; es una necesidad imperante para garantizar un cuidado de calidad y sostenible en el tiempo.
Frente a este escenario, la Dra. Zevallos entregó un mensaje esperanzador: "No se nace sabiendo ser cuidador". Afirmó que es necesario capacitarse para comprender las enfermedades del adulto mayor y aprender técnicas que faciliten esta labor. "El autocuidado, con pausas activas y tiempo para uno mismo, es indispensable", insistió. Un cuidador informado y emocionalmente estable está en mejores condiciones de brindar el afecto y la paciencia que son elementos clave en el cuidado. La especialista definió al cuidador como un "pilar fundamental en la detección temprana de problemas de salud mental en el adulto mayor, como la depresión o los signos iniciales de demencia". "Son ellos quienes notan los cambios de humor, el aislamiento o la pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban", explicó. Esta posición privilegiada los convierte en aliados indispensables del equipo de salud. Por ello, instó a los cuidadores a estar atentos a estas señales de alarma y a no normalizarlas como una "parte inevitable del envejecimiento". Su intervención para buscar ayuda profesional a tiempo puede cambiar radicalmente la calidad de vida de la persona a su cargo.
La Dra. Zevallos fue más allá del consejo clínico y abordó la necesidad de un reconocimiento social. "El cuidado es un trabajo que debe ser visibilizado y valorado, tanto si lo realiza un familiar como si es una persona contratada", afirmó. "La sociedad debe reconocer su enorme contribución y el Estado debe generar más políticas de apoyo para este grupo", sentenció, ubicando el tema en la arena de las políticas públicas y la justicia social.
Consciente de esta realidad, el INSM “HD-HN” realizó un homenaje a los cuidadores este 3 de noviembre, que incluyó talleres prácticos sobre manejo del estrés, detección de la carga del cuidador y la importancia de las redes de apoyo.
El mensaje central de la autoridad sanitaria es claro: el bienestar del adulto mayor y la salud mental de su cuidador son dos caras de una misma moneda. Descuidar al cuidador conduce inevitablemente a un deterioro en la calidad de la atención.
En este día internacional, el llamado de la Dra. Sonia Zevallos es un recordatorio potente: para cuidar bien, hay que sentirse cuidado. Construir un sistema de cuidados sólido y humano comienza por proteger a quienes dedican su vida a cuidar de los demás.