Alimentación sana, mente sana: Nutrición es clave para la salud mental, advierten especialistas

Nota de prensa
En el Día Mundial de la Alimentación, el INSM “HD-HN” destaca importancia de dieta y nutrición balanceada, esencial para la salud integral.
Alimentación sana, mente sana: Nutrición es clave para la salud mental, advierten especialistas

16 de octubre de 2025 - 9:19 a. m.

En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Alimentación, establecido por la FAO cada 16 de octubre para concienciar sobre el hambre y promover la seguridad alimentaria, el Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado - Hideyo Noguchi” (INSM “HD-HN”) enfatiza el papel fundamental de una buena nutrición como pilar de la salud integral, con un impacto directo y comprobado en el bienestar mental y emocional de las personas.

La Lic. Maribel Reyna Casas, jefa del Servicio de Nutrición del INSM “HD-HN”, explica que la relación entre lo que consumimos y cómo nos sentimos es inseparable. "La nutrición impacta directamente en la salud mental. No se trata solo de lo que comemos, sino de cómo los nutrientes que ingerimos influyen en la producción de neurotransmisores clave para el funcionamiento del cerebro", señaló la especialista.

De acuerdo con la licenciada Reyna, una dieta deficiente, pobre en nutrientes esenciales, puede alterar la comunicación entre neuronas (sinapsis), lo que se traduce en un mayor riesgo de desarrollar trastornos como ansiedad, depresión, irritabilidad y fatiga crónica. Por el contrario, una alimentación balanceada actúa como un escudo protector para la mente.

El INSM “HD-HN” advierte sobre los efectos de los llamados "estresores alimentarios". El consumo excesivo de azúcares refinados, grasas saturadas, cafeína, alcohol y aditivos artificiales está asociado con estados de ánimo negativos y puede afectar severamente el sistema nervioso.

Frente a esto, los especialistas recomiendan priorizar alimentos que fortalezcan la función cerebral. Entre ellos se encuentran los pescados ricos en omega-3 (como el bonito y la caballa), frutos secos (nueces, almendras), cereales integrales y una amplia variedad de frutas y verduras.

Nutrientes específicos son vitales. Las vitaminas del complejo B (presentes en legumbres y lácteos), la vitamina C (en cítricos y fresas) y el magnesio (abundante en la avena, el maní y la quinua) son esenciales para estabilizar la actividad neuromuscular y mejorar el estado de ánimo.

La conexión entre nutrición y salud mental comienza en las primeras etapas de la vida. "Una alimentación balanceada durante el embarazo y la lactancia tiene efectos a largo plazo en la salud física y emocional del niño", recalcó la Lic. Reyna, subrayando la importancia de una educación alimentaria desde la infancia.

Esta educación temprana es crucial en un contexto donde, según datos del Ministerio de Salud, 2 de cada 10 niños peruanos entre 5 y 12 años presentan exceso de peso, un factor que incrementa su riesgo de desarrollar problemas mentales y emocionales en el futuro.

Los beneficios de una dieta saludable trascienden la prevención de enfermedades físicas crónicas como la obesidad o la diabetes. Una nutrición adecuada regula la calidad del sueño, mejora la concentración, fortalece la memoria y contribuye significativamente al equilibrio emocional.

El microbiota intestinal, o el conjunto de bacterias benéficas en nuestro sistema digestivo, juega un rol protagónico. Una dieta rica en fibra y probióticos (presentes en alimentos fermentados) promueve un microbiota diverso, que a su vez fortalece el cerebro y ayuda a regular las emociones y el estrés.

Para incorporar estos hábitos, los expertos recomiendan planificar las compras, evitando adquirir alimentos poco saludables por impulso, e incorporar de manera consciente especias y hierbas con propiedades antiinflamatorias, como la cúrcuma, el romero y el jengibre.

"La elección de alimentos nutritivos está en nuestras manos. Comer bien es cuidarse por dentro y por fuera", concluyó la Lic. Maribel Reyna, instando a la población a ver la alimentación no solo como un acto de supervivencia, sino como una poderosa herramienta para construir y mantener una salud mental sólida.