Día Internacional de la Niña: 40 % de trastornos mentales en adultos se originan en primera infancia
Nota de prensaEspecialista del INSM advierte que sufrimiento infantil temprano deja huellas cerebrales duraderas. Apego seguro y prevención son clave para construir una sociedad resiliente.

11 de octubre de 2025 - 6:36 a. m.
En el marco del Día Internacional de la Niña, que se conmemora cada 11 de octubre, el Dr. Rolando Pomalima Rodríguez, director ejecutivo de la Dirección Ejecutiva de Investigación, Docencia y Atención Especializada de Niños y Adolescentes (DEIDAE de NyA) del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado – Hideyo Noguchi” (INSM “HD-HN”), alertó que más del 40% de los trastornos mentales en adolescentes y adultos tienen su origen antes del nacimiento y durante la primera infancia.
El especialista explicó que esta etapa es crítica, ya que millones de conexiones neuronales moldean la arquitectura cerebral. “Cada sinapsis vibra con impulsos eléctricos y neurotransmisores que sustentan la regulación emocional, la respuesta al estrés y las habilidades sociales”, precisó.
El especialista explicó que esta etapa es crítica, ya que millones de conexiones neuronales moldean la arquitectura cerebral. “Cada sinapsis vibra con impulsos eléctricos y neurotransmisores que sustentan la regulación emocional, la respuesta al estrés y las habilidades sociales”, precisó.
“Las experiencias tempranas —positivas o negativas— literalmente esculpen el cerebro-mente, convirtiendo la química en significado y conducta”, subrayó el Dr. Pomalima. En ese sentido, recalcó que el sufrimiento infantil temprano deja huellas duraderas y que la prevención es la estrategia más eficaz y costo-efectiva en salud pública. Detalló que durante la infancia, situaciones como el abuso, la negligencia, la violencia familiar o la pobreza extrema generan estrés tóxico. Este eleva los niveles de cortisol y afecta áreas cerebrales clave como el hipocampo (memoria), la amígdala (miedo) y la corteza prefrontal (autocontrol). “Estas alteraciones pueden predisponer a ansiedad, depresión, trastornos del neurodesarrollo o de la conducta en etapas posteriores de la vida”, advirtió el director de DEIDAE-NIÑOS.
Frente a este panorama, el Dr. Pomalima destacó el apego seguro entre el niño y sus cuidadores como un núcleo protector esencial. Basado en la sensibilidad y la respuesta coherente a las necesidades del niño, este vínculo fomenta confianza, aprendizaje y autorregulación emocional.
Por el contrario, un apego inseguro o desorganizado, resultado de cuidados erráticos o traumáticos, puede generar modelos internos marcados por el miedo, la desconfianza o la vergüenza. “Estos modelos luego se expresan como dificultades emocionales, atencionales o relacionales”, indicó.
En el contexto del Día Internacional de la Niña, el experto hizo un llamado especial sobre la situación de las niñas. “Las niñas enfrentan mayores vulnerabilidades derivadas del género, la pobreza o la discapacidad, factores que aumentan su exposición a la violencia y al estrés, haciéndolas más propensas a desarrollar trastornos mentales complejos”, afirmó. El Dr. Pomalima recordó que el cerebro no es una estructura fija, sino una red viva que se transforma con la experiencia. La epigenética y la neuroplasticidad demuestran que cada emoción, vínculo o aprendizaje modifica las conexiones neuronales. “La mente surge del diálogo entre el cuerpo, el entorno y los otros, en un proceso que comienza desde la gestación”, citando conceptualmente a Antonio Damasio.
El mensaje central del especialista es esperanzador: invertir en la primera infancia es construir una sociedad más sana y resiliente. “No se trata solo de una acción médica o psicológica, sino de una inversión social y económica”, enfatizó. “Comprender que cuatro de cada diez trastornos mentales en adultos se originan en los primeros años de vida nos obliga a replantear prioridades: fortalecer a las familias, capacitar a educadores y profesionales de la salud, y garantizar entornos seguros y emocionalmente nutritivos para cada niño y niña”, sostuvo.
Finalmente, citando al neurocientífico Erik Kandel, el Dr. Pomalima concluyó con un potente recordatorio: “Cada vez que aprendemos algo nuevo, cambiamos la estructura física del cerebro”, destacando así la inmensa capacidad de transformación que yace en una crianza positiva y en las oportunidades de aprendizaje temprano.
El Día Internacional de la Niña fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 19 de diciembre de 2011. Esta proclamación responde a la necesidad de reconocer los derechos de las niñas y los desafíos únicos que enfrentan en todo el mundo. La iniciativa busca promover el empoderamiento de las niñas y asegurar el cumplimiento de sus derechos humanos, apoyándolas para que puedan desarrollarse plenamente y convertirse en agentes de cambio en sus comunidades. La propuesta fue presentada formalmente por Canadá, con el apoyo de International Plan, una organización no gubernamental que trabaja a nivel mundial para mejorar la vida de las niñas a través de su campaña: Because I Am a Girl.