Instituto fortalece la maternidad saludable y segura en el trabajo, priorizando salud mental y prevención de riesgos laborales
Nota de prensaEl INSM refuerza su compromiso con el bienestar integral de las trabajadoras gestantes, impulsando prácticas seguras, salud mental y derechos laborales desde la seguridad y salud en el trabajo.

16 de mayo de 2025 - 10:10 a. m.
Conmemorando la Semana de la Maternidad Saludable, Segura y Voluntaria, el Instituto Nacional de Salud Mental (INSM), a través de la oficina de Personal y sus equipos de Bienestar de Personal y el de Seguridad y Salud en el Trabajo, impulsa estrategias integrales para proteger la vida de las mujeres gestantes, garantizando un entorno laboral que promueva el bienestar físico, emocional y mental durante el embarazo, el parto y el puerperio.
En 2025, las organizaciones tienen el deber de adoptar políticas que garanticen una maternidad saludable, segura y voluntaria en el ámbito laboral. Esto implica no solo brindar condiciones físicas seguras, sino también salvaguardar los derechos emocionales y mentales de las trabajadoras embarazadas y en periodo de lactancia.
En el INSM se considera la evaluación diferenciada de riesgos para mujeres gestantes. Esta acción permite identificar condiciones laborales que podrían poner en peligro su salud o la del bebé, adoptando medidas preventivas como la reubicación temporal o ajustes en sus funciones.
El embarazo y el puerperio son etapas de grandes cambios hormonales, físicos y psicológicos. Por ello, el INSM integra el cuidado de la salud mental como eje central de su política institucional, guiando sobre dónde recibir orientación psicológica, redes de apoyo y acompañamiento profesional oportuno para prevenir cuadros de ansiedad, depresión y otras complicaciones emocionales.
Las trabajadoras del INSM tienen el respaldo del equipo profesional de Bienestar de Personal, así como el de Seguridad y Salud en el Trabajo para tener acceso garantizado a controles prenatales, apoyo nutricional y seguimiento psicológico, gracias a una política activa de prevención. Esta atención se extiende al posparto, fomentando la lactancia materna, el acompañamiento emocional y el retorno gradual y seguro al trabajo.
Uno de los pilares del INSM es la capacitación continua del personal. La Oficina de Personal a través de sus equipos especializados, desarrolla talleres y charlas sobre maternidad saludable dirigidos a trabajadores y jefaturas, promoviendo una cultura organizacional de respeto, empatía y corresponsabilidad durante la gestación y la crianza.
Desde la Oficina de Personal y los equipos de Bienestar de Personal y el de Seguridad y Salud en el Trabajo, se vigila el cumplimiento de los derechos laborales de las gestantes, como el acceso a descansos pre y post natales, licencias por lactancia y espacios adecuados para la extracción de leche, respetando la normativa nacional e internacional.
A través de campañas internas, el INSM también promueve el autocuidado físico y emocional, fomentando prácticas como la actividad física supervisada, la alimentación balanceada y la comunicación constante con la red de apoyo familiar. Asimismo, se incentiva el rol activo del entorno cercano para reducir la carga mental de las madres trabajadoras.
Desde la visión del INSM, la maternidad no debe ser un riesgo ni un obstáculo en el entorno laboral. Por el contrario, debe ser una etapa protegida, valorada y acompañada con políticas claras, respaldo emocional y acceso equitativo a la salud. Solo así se construyen espacios laborales verdaderamente inclusivos y humanos.
En 2025, las organizaciones tienen el deber de adoptar políticas que garanticen una maternidad saludable, segura y voluntaria en el ámbito laboral. Esto implica no solo brindar condiciones físicas seguras, sino también salvaguardar los derechos emocionales y mentales de las trabajadoras embarazadas y en periodo de lactancia.
En el INSM se considera la evaluación diferenciada de riesgos para mujeres gestantes. Esta acción permite identificar condiciones laborales que podrían poner en peligro su salud o la del bebé, adoptando medidas preventivas como la reubicación temporal o ajustes en sus funciones.
El embarazo y el puerperio son etapas de grandes cambios hormonales, físicos y psicológicos. Por ello, el INSM integra el cuidado de la salud mental como eje central de su política institucional, guiando sobre dónde recibir orientación psicológica, redes de apoyo y acompañamiento profesional oportuno para prevenir cuadros de ansiedad, depresión y otras complicaciones emocionales.
Las trabajadoras del INSM tienen el respaldo del equipo profesional de Bienestar de Personal, así como el de Seguridad y Salud en el Trabajo para tener acceso garantizado a controles prenatales, apoyo nutricional y seguimiento psicológico, gracias a una política activa de prevención. Esta atención se extiende al posparto, fomentando la lactancia materna, el acompañamiento emocional y el retorno gradual y seguro al trabajo.
Uno de los pilares del INSM es la capacitación continua del personal. La Oficina de Personal a través de sus equipos especializados, desarrolla talleres y charlas sobre maternidad saludable dirigidos a trabajadores y jefaturas, promoviendo una cultura organizacional de respeto, empatía y corresponsabilidad durante la gestación y la crianza.
Desde la Oficina de Personal y los equipos de Bienestar de Personal y el de Seguridad y Salud en el Trabajo, se vigila el cumplimiento de los derechos laborales de las gestantes, como el acceso a descansos pre y post natales, licencias por lactancia y espacios adecuados para la extracción de leche, respetando la normativa nacional e internacional.
A través de campañas internas, el INSM también promueve el autocuidado físico y emocional, fomentando prácticas como la actividad física supervisada, la alimentación balanceada y la comunicación constante con la red de apoyo familiar. Asimismo, se incentiva el rol activo del entorno cercano para reducir la carga mental de las madres trabajadoras.
Desde la visión del INSM, la maternidad no debe ser un riesgo ni un obstáculo en el entorno laboral. Por el contrario, debe ser una etapa protegida, valorada y acompañada con políticas claras, respaldo emocional y acceso equitativo a la salud. Solo así se construyen espacios laborales verdaderamente inclusivos y humanos.