Ejercicio físico: una estrategia poderosa y accesible para cuidar la salud mental
Nota de prensaEl Instituto Nacional de Salud Mental resalta el rol clave del ejercicio en la mejora el bienestar emocional durante todas las etapas de la vida.

13 de mayo de 2025 - 11:36 a. m.
Marielena Gamarra, licenciada en Enfermería y especialista en psiquiatría del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM), afirma que uno de los recursos más poderosos, accesibles y económicos para fortalecer el bienestar emocional está al alcance de todos: el ejercicio físico.
“La actividad física no solo mejora nuestro cuerpo, también fortalece la mente, regula las emociones y mejora la calidad de vida en cualquier etapa”, asegura la experta.
Mente y cuerpo: una conexión que no se puede ignorar
En una sociedad cada vez más abierta a hablar de emociones, el movimiento se convierte en una herramienta terapéutica clave. Según Gamarra, ejercitarse con regularidad ayuda a manejar el estrés, la ansiedad, la depresión e incluso el insomnio, actuando como un complemento natural a otros tratamientos.
“El ejercicio promueve la producción de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y las endorfinas, que son responsables del bienestar emocional. Dormimos mejor, nos concentramos más y afrontamos el día con más energía”, explica.
Desde la infancia hasta la vejez: el movimiento importa
- Niños y adolescentes. La especialista recomienda que los menores de 3 a 5 años realicen al menos 180 minutos diarios de juego activo, y los adolescentes, 60 minutos de ejercicio moderado o vigoroso. Esto impacta directamente en su desarrollo emocional, la capacidad de aprendizaje y su forma de gestionar emociones.
- Adultos. En plena rutina laboral y familiar, 30 minutos diarios de caminata, baile o yoga pueden marcar una gran diferencia. “No se trata de exigirse demasiado, sino de crear el hábito. La constancia es más importante que la intensidad”, resalta Gamarra.
- Adultos mayores. Se sugiere un mínimo de 150 minutos a la semana, adaptados a su condición física. Actividades como caminar o nadar previenen el deterioro físico y mejoran el estado de ánimo, reduciendo la sensación de aislamiento.
¿Sustituto de medicación? No, pero sí un gran aliado
Aunque el ejercicio no reemplaza el tratamiento clínico en casos severos, puede ser clave en cuadros leves o moderados, mejorando la efectividad de otras terapias. “Siempre debe ser parte de un enfoque integral y supervisado”, menciona Marielena.
Dormir mejor, vivir mejor
Dormir mejor, vivir mejor
Uno de los beneficios más inmediatos del ejercicio es la mejora en la calidad del sueño. Al reducir el estrés y la ansiedad, favorece un descanso profundo y reparador, mejorando la memoria, el estado de ánimo y la capacidad de tomar decisiones.
Tres pasos para empezar hoy:
- Haz del ejercicio una prioridad: como comer o trabajar, debe tener un espacio fijo en tu día.
- Empieza con lo que puedas: caminar 30 minutos ya es un gran comienzo.
- Disfrútalo: baila, pedalea, estírate o juega. Lo importante es moverse y disfrutarlo.
Un paso a la vez hacia una mente más clara
En tiempos donde el agotamiento emocional parece inevitable, el ejercicio es una herramienta sencilla, gratuita y efectiva para recuperar el equilibrio interior. No se necesita un gimnasio ni ropa especial: solo la decisión de empezar.
"Caminar, bailar o nadar no solo activa el cuerpo. Reconecta con lo esencial: contigo mismo", concluye Gamarra.
Mira la entrevista en Más Conectados de TV Perú: https://youtu.be/QK91EC7p2MU?si=hnftKf6e0IerVRoh