La violencia como determinante de la salud mental en todos los eventos reproductivos
Artículo
10 de diciembre de 2025
Autora: Marta B Rondon, M.D. M.Sc.
Instituto Nacional Materno Perinatal, Comité de Investigación en Salud Publica, Escuela de Medicina, Universidad de San Martin de Porres
mrondon@iemp.gob.pe, mbrondon@gmail.com
Los eventos reproductivos constituyen marcadores del desarrollo y del estatus social de las mujeres. Estos eventos (menarquia, amenorrea, embarazo, menopausia) además, suelen dar lugar a que las adolescentes y mujeres se acerquen a los servicios de salud, por lo tanto, son oportunidades para detectar las experiencias de violencia de las pacientes.
La constatación de que la violencia continúa afligiendo a una gran proporción de mujeres y que esta empieza muy pronto en el curso de la vida nos lleva a conceptualizar a la violencia contra las mujeres y a la violencia sexual como los eventos estresores tempranos más comunes en nuestro país.
Los eventos estresores tempranos, como la violencia sexual y atestiguar la violencia en el hogar, están relacionados a la mala salud física y mental , con un incremento del riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisible y trastornos mentales durante toda la vida y, notablemente, se asocia a un alto riesgo de suicidio.
En el Instituto Nacional Materno Perinatal, por ejemplo, se ha encontrado que las mujeres adultas que reportaban eventos de violencia física o sexual en la infancia o adolescencia tienen mayor riesgo de sufrir violencia de pareja en la adultez y mayores probabilidades de presentar cefalea , trastornos del sueño , depresión e ideación suicida durante un embarazo. Finalmente, el riesgo de nacimiento prematuro parece estar relacionado con la desregulación crónica del eje hipotálamo pituitario adrenal que se sabe ocurre en mujeres con exposición al trauma .
La exposición desproporcionada de niñas, adolescentes y mujeres a la violencia cambia la manera de cómo la mujer vive la experiencia de un evento reproductivo y aún el momento en que este ocurre.
El impacto del trauma temprano sobre el desarrollo del eje hipotálamo pituitario gonadal incluye cambios de las concentraciones del factor regulador de la corticotropina y regulación hacia debajo de la densidad de los receptores CRF-R1 en la pituitaria anterior. Esto es crucial ya que CRF inicia la respuesta del eje y cuando se torna excesiva se incrementa el riesgo de psicopatología en la adultez.
La menarquia precoz, por ejemplo, es un factor de riesgo para la violencia sexual y el embarazo en la adolescencia, que a su vez alteran el desarrollo normal de la joven. La edad de la menarquia (un marcador de la maduración sexual que es influenciado por varios factores genéticos, biológicos y ambientales) cambia por el trauma temprano, como ocurrió en adolescentes separadas de sus padres durante la segunda guerra mundial. De hecho, la aceleración del desarrollo puberal parece ser una de las vías de como los eventos adversos tempranos dan lugar a la psicopatología severa de las mujeres afectadas.
La infertilidad, debida a una variedad de causas, es otro evento reproductivo asociado al riesgo de violencia especialmente en países no industrializados, aunque este aún es un tema poco estudiado . Hablar de la infertilidad es difícil, y coloca a la mujer en riesgo de violencia de la pareja y aún de ridículo o descalificación social, debido a la sobrevaloración de la maternidad en términos de valor social, auto imagen y estatus marital. Existe al mismo tiempo alguna evidencia, aún no concluyente, de que la violencia de pareja puede conducir a la infertilidad, como ocurre con el contagio de ETS.
El fin de la edad reproductiva, está asimismo afectado por la violencia de una manera bidireccional: las mujeres que han sufrido violencia de pareja tienen más quejas durante la perimenopausia, habiéndose encontrado mayores niveles de IL-6, que se asocia a trastornos por estrés, como la ansiedad y la depresión en el periodo perimenopáusico tardío. El riesgo de violencia de pareja disminuye en las mujeres post menopáusicas, pero hay evidencia del aumento de bochornos y otros síntomas en mujeres que refiere violencia reciente de la pareja.
En conclusión, los eventos adversos tempranos, de los cuales el más frecuente en las mujeres es la exposición a la violencia, tiene un efecto perdurable sobre los eventos reproductivos del ciclo menstrual. La erradicación de la violencia sexual y física contra las niñas, adolescentes y mujeres es una tarea de la mayor prioridad para alcanzar el desarrollo sostenible y la salud para todos. La promoción de la salud de las mujeres debe incluir la protección de todas las formas de violencia de la pareja, ex pareja o extraños, a lo largo de todo el curso de la vida, pero sobre todo antes de los 20 años. El cuidado de todas las mujeres que entran en contacto con el sistema de salud por un evento reproductivo cualquiera (no solo el embarazo) debe incluir la detección de cualquier exposición a la violencia en los primeros años de vida para prevenir una mayor victimización y para proporcionar las atenciones y soporte que limiten sus efectos desfavorables sobre su salud física y mental.
Referencias
Instituto Nacional Materno Perinatal, Comité de Investigación en Salud Publica, Escuela de Medicina, Universidad de San Martin de Porres
mrondon@iemp.gob.pe, mbrondon@gmail.com
Los eventos reproductivos constituyen marcadores del desarrollo y del estatus social de las mujeres. Estos eventos (menarquia, amenorrea, embarazo, menopausia) además, suelen dar lugar a que las adolescentes y mujeres se acerquen a los servicios de salud, por lo tanto, son oportunidades para detectar las experiencias de violencia de las pacientes.
La constatación de que la violencia continúa afligiendo a una gran proporción de mujeres y que esta empieza muy pronto en el curso de la vida nos lleva a conceptualizar a la violencia contra las mujeres y a la violencia sexual como los eventos estresores tempranos más comunes en nuestro país.
Los eventos estresores tempranos, como la violencia sexual y atestiguar la violencia en el hogar, están relacionados a la mala salud física y mental , con un incremento del riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisible y trastornos mentales durante toda la vida y, notablemente, se asocia a un alto riesgo de suicidio.
En el Instituto Nacional Materno Perinatal, por ejemplo, se ha encontrado que las mujeres adultas que reportaban eventos de violencia física o sexual en la infancia o adolescencia tienen mayor riesgo de sufrir violencia de pareja en la adultez y mayores probabilidades de presentar cefalea , trastornos del sueño , depresión e ideación suicida durante un embarazo. Finalmente, el riesgo de nacimiento prematuro parece estar relacionado con la desregulación crónica del eje hipotálamo pituitario adrenal que se sabe ocurre en mujeres con exposición al trauma .
La exposición desproporcionada de niñas, adolescentes y mujeres a la violencia cambia la manera de cómo la mujer vive la experiencia de un evento reproductivo y aún el momento en que este ocurre.
El impacto del trauma temprano sobre el desarrollo del eje hipotálamo pituitario gonadal incluye cambios de las concentraciones del factor regulador de la corticotropina y regulación hacia debajo de la densidad de los receptores CRF-R1 en la pituitaria anterior. Esto es crucial ya que CRF inicia la respuesta del eje y cuando se torna excesiva se incrementa el riesgo de psicopatología en la adultez.
La menarquia precoz, por ejemplo, es un factor de riesgo para la violencia sexual y el embarazo en la adolescencia, que a su vez alteran el desarrollo normal de la joven. La edad de la menarquia (un marcador de la maduración sexual que es influenciado por varios factores genéticos, biológicos y ambientales) cambia por el trauma temprano, como ocurrió en adolescentes separadas de sus padres durante la segunda guerra mundial. De hecho, la aceleración del desarrollo puberal parece ser una de las vías de como los eventos adversos tempranos dan lugar a la psicopatología severa de las mujeres afectadas.
La infertilidad, debida a una variedad de causas, es otro evento reproductivo asociado al riesgo de violencia especialmente en países no industrializados, aunque este aún es un tema poco estudiado . Hablar de la infertilidad es difícil, y coloca a la mujer en riesgo de violencia de la pareja y aún de ridículo o descalificación social, debido a la sobrevaloración de la maternidad en términos de valor social, auto imagen y estatus marital. Existe al mismo tiempo alguna evidencia, aún no concluyente, de que la violencia de pareja puede conducir a la infertilidad, como ocurre con el contagio de ETS.
El fin de la edad reproductiva, está asimismo afectado por la violencia de una manera bidireccional: las mujeres que han sufrido violencia de pareja tienen más quejas durante la perimenopausia, habiéndose encontrado mayores niveles de IL-6, que se asocia a trastornos por estrés, como la ansiedad y la depresión en el periodo perimenopáusico tardío. El riesgo de violencia de pareja disminuye en las mujeres post menopáusicas, pero hay evidencia del aumento de bochornos y otros síntomas en mujeres que refiere violencia reciente de la pareja.
En conclusión, los eventos adversos tempranos, de los cuales el más frecuente en las mujeres es la exposición a la violencia, tiene un efecto perdurable sobre los eventos reproductivos del ciclo menstrual. La erradicación de la violencia sexual y física contra las niñas, adolescentes y mujeres es una tarea de la mayor prioridad para alcanzar el desarrollo sostenible y la salud para todos. La promoción de la salud de las mujeres debe incluir la protección de todas las formas de violencia de la pareja, ex pareja o extraños, a lo largo de todo el curso de la vida, pero sobre todo antes de los 20 años. El cuidado de todas las mujeres que entran en contacto con el sistema de salud por un evento reproductivo cualquiera (no solo el embarazo) debe incluir la detección de cualquier exposición a la violencia en los primeros años de vida para prevenir una mayor victimización y para proporcionar las atenciones y soporte que limiten sus efectos desfavorables sobre su salud física y mental.
Referencias
- Lombardi BN, Jensen TM, Parisi AB, Jenkins M, Bledsoe SE. The Relationship Between a Lifetime History of Sexual Victimization and Perinatal Depression: A Systematic Review and Meta-Analysis. Trauma Violence Abuse. 2023; 1:139-155.
- Felitti VJ, Anda RF, Nordenberg D, Williamson DF, Spitz AM, Edwards V, Koss MP, Marks JS. Relationship of childhood abuse and household dysfunction to many of the leading causes of death in adults. The Adverse Childhood Experiences (ACE) Study. Am J Prev Med. 1998 May;14(4):245-58. doi: 10.1016/s0749-3797(98)00017-8. PMID: 9635069.
- Bunting L, McCartan C, Davidson G, Grant A, Mulholland C, Schubotz D, Hamill R, McBride O, Murphy J, Nolan E, Shevlin M. The influence of adverse and positive childhood experiences on young people's mental health and experiences of self-harm and suicidal ideation. Child Abuse Negl. 2023 Jun;140:106159. doi: 10.1016/j.chiabu.2023.106159. Epub 2023 Apr 5. PMID: 37028255.
- Gelaye B, Do N, Avila S, Carlos Velez J, Zhong QY, Sanchez SE, Peterlin BL, Williams MA. Childhood Abuse, Intimate Partner Violence and Risk of Migraine Among Pregnant Women: An Epidemiologic Study. Headache. 2016; 6:976-86
- Sanchez SE, Friedman LE, Rondon MB, Drake CL, Williams MA, Gelaye B. Association of stress-related sleep disturbance with psychiatric symptoms among pregnant women. Sleep Med. 2020; 70:27-32.
- Levey EJ, Rondon MB, Sanchez S, Zhong QY, Williams MA, Gelaye B. Suicide risk assessment: examining transitions in suicidal behaviors among pregnant women in Perú. Arch Womens Ment Health. 2019; 1:65-73.
- Gelaye B, Kirschbaum C, Zhong QY, Sanchez SE, Rondon MB, Koenen KC, Williams MA. Chronic HPA activity in mothers with preterm delivery: A pilot nested case-control study. J Neonatal Perinatal Med. 2020;13:313-321.
- Cezimbra GSS, Campos Junior D, Araujo Júnior E, Guazzelli CAF, Atallah ÁN. Increased Vulnerability to Pregnancy and Sexual Violence in Adolescents with Precocious Menstruation. Int J Reprod Med. 2020; 11;2020:5237814
- Pesonen AK, Räikkönen K, Heinonen K, Kajantie E, Forsén T, Eriksson JG. Reproductive traits following a parent-child separation trauma during childhood: a natural experiment during World War II. Am J Hum Biol. 2008;20:345-351. 5
- Colich NL, Platt JM, Keyes KM, Sumner JA, Allen NB, McLaughlin KA. Earlier age at menarche as a transdiagnostic mechanism linking childhood trauma with multiple forms of psychopathology in adolescent girls. Psychol Med. 2020;50:1090-1098
- Ghoneim HM, Taha OT, Ibrahim ZM, Ahmed AA. Violence and sexual dysfunction among infertile Egyptian women. J Obstet Gynaecol Res. 2021;47:1572-1578..
- Coker AL. Does physical intimate partner violence affect sexual health? A systematic review. Trauma Violence Abuse. 2007;8:149-77
- Metcalf CA, Johnson RL, Freeman EW, Sammel MD, Epperson CN. Influences of the menopause transition and adverse childhood experiences on peripheral basal inflammatory markers. Brain Behav Immun Health. 2021:1;15:100280.
- Metcalf CA, Johnson RL, Freeman EW, Sammel MD, Epperson CN. Influences of the menopause transition and adverse childhood experiences on peripheral basal inflammatory markers. Brain Behav Immun Health. 2021:1;15:100280.
