Pacientes y personal del INR participaron en la procesión del del Señor de los Milagros

Nota de prensa
Actividad permitió renovar la devoción.
Pacientes y personal del INR participaron en la procesión del del Señor de los Milagros

28 de octubre de 2022 - 12:00 a. m.

Con profundo fervor religioso, los pacientes y personal del Instituto Nacional de Rehabilitación “Dra. Adriana Rebaza Flores” AMISTAD PERÚ-JAPÓN, participaron, hoy, de la actividad litúrgica y procesión del Señor de los Milagros. Como cada año, la actividad efectuada por la Junta Directiva de “Devotos del Señor de los Milagros”, presidida por la M.C Edith Salvador Huamán, permitió que, las sagradas andas del Cristo Moreno, recorran las instalaciones del INR, con la intención de que los participantes puedan renovar su fe en el Señor, y realizar, además, el pedido de brindarles salud. En el acto litúrgico estuvieron presentes autoridades institucionales, encabezados por la directora general, M.C Lily Pinguz Vergara y equipo de gestión del INR. Cabe destacar, que considerando el Estado de Emergencia Nacional dictaminado por el gobierno, el recorrido procesional en el INR, se inició el 14 de octubre, en los departamentos asistenciales de Unidad Motora y Dolor, para luego continuar los siguientes días por el Servicio de Farmacia, Laboratorio de Análisis de la Marcha, Departamento de Desarrollo Psicomotor, Área Administrativa, Departamento de Deficiencias Intelectuales y Adapatación Social, Departamento de Comunicación, Servicio de Laboratorio, Hospitalización A y B, Departamento de Aprendizaje, Departamento de Amputados, Quemados y Trastornos Posturales, Departamento de Lesiones Centrales, Departamento de Lesiones Medulares, Terapia Ocupacional, Departamento de Biomecánica y Terapia Física; conservando en todo momento el distanciamiento social y demás medidas dirigidas a la prevención de la COVID-19. Inicio de la devoción al Cristo Moreno De acuerdo a la tradición, en 1651, un esclavo angoleño pintó un retrato de Jesús en la pared en un templo del barrio limeño de Pachacamilla. Tras un terremoto, en 1655, el templo quedó totalmente destrozado, ocurriendo algo que los devotos consideraron como milagroso: la pared en la que estaba pintado el cristo quedó totalmente intacta. Nuevamente, en 1687, este lugar sufriría un fuerte terremoto al que, increíblemente, solo volvió a sobrevivir el mural en el que se encontraba el cristo. Ante este acontecimiento, los creyentes salieron a marchar con una copia del mural, procesión que dio inicio a una gran tradición y que en la actualidad se considera como una de las más grandes del mundo.