Salud Mental: Cuidado con la dependencia emocional en parejas, familiares y amigos

Nota de prensa
● En el día de la Amistad y el Amor, especialista advierte que es importante construir relaciones amorosas saludables, tanto con la pareja como con la familia y amigos.

Fotos: HOSPITAL LOAYZA

Oficina de Comunicaciones

14 de febrero de 2022 - 3:16 p. m.

Lima, 14/02/2021.- La seguridad de las personas con dependencia emocional está sujeta a la presencia o aceptación de otro individuo, que significa todo para él o ella, lo cual las hace más propensas a sufrir maltrato, no solo físico sino también mental e incluso a ser víctimas de manipuladores que se aprovechan de ellos, así lo informó la doctora María Isabel Vásquez Suyo jefa del Servicio de Salud Mental del Hospital Nacional Arzobispo Loayza.
La especialista precisó que la dependencia puede ser consecuencia de observar a padres sumisos, recibir poco afecto y consuelo, pasar por episodios de maltrato emocional, abuso físico, sexual, situaciones de abandono e incluso haber sufrido de maltrato escolar. Estos son patrones emocionales que se van creando desde la niñez y son adoptados a lo largo de la vida.
Si bien el término fue creado a partir de las relaciones de pareja, existen situaciones que generan una dependencia con “amigos" (que no lo son) y/o familiares, quienes suelen ser personas manipuladoras cuyo objetivo es beneficiarse de otros como inducirlos a darles préstamos, servicios, tiempo, sin reciprocidad y solo para su provecho, señaló la doctora. Agregó que una persona con dependencia emocional, lejos de alejarse, continua detrás del manipulador debido al soporte que sienten por parte de ellos, justificando sus acciones porque idealizan al ser amado, negándose a escuchar críticas o avisos de alerta.
Comentó que la dependencia emocional también se puede presentar en personas exitosas en otros ámbitos de su vida, quienes relacionan la alegría, tranquilidad, sensación de ser querido, amor propio, etc. con la presencia de aquella persona que le genere ‘seguridad’ o ‘estabilidad’.
Finalmente, la doctora Vásquez indicó que hay que recordar que el amor, contrariamente a las creencias, no tiene que ver con el sufrimiento y con los celos. Es claro que tampoco es un estado de felicidad permanente, pero los buenos momentos son más que los malos y la valoración mutua, que la propia estima no depende de lo que el otro haga o diga. Esto no es en realidad ni amor, ni amistad. En el amor y en la amistad ambas personas poseen su propio espacio y reconocen sus capacidades. No hay dependencia, sino interdependencia, siempre se conservan los espacios individuales y cada uno busca la felicidad y la paz por su cuenta sin depender de otro. La otra persona es una parte muy valiosa de la vida, pero no es indispensable.