El Hospital Arzobispo Loayza y el Bicentenario
Nota de prensaPor: Dr. Ernesto Nava Carrión




Fotos: Hospital Loayza
29 de julio de 2021 - 11:15 a. m.
El ser humano ha intentado prolongar su existencia cuando padecían de determinadas dolencias, creando instituciones que le dieran cobija y una determinada atención para encontrar una cura a sus dolencias. (1-2-3-4)
En las culturas orientales ya existieron centros de recepción de los enfermos, donde se le daba un trato adecuado para mejorar o curar sus males. En el Perú prehispánico (5) existieron instituciones como los Corpahhuasi (1) que era una hospedería, en los cuales eran internados los dolientes. Huamán Poma (1) menciona las calles para enfermos, según su enfermedad y su estatus social.
Igualmente, en el mundo antiguo como en Egipto se crearon instituciones donde se atendía al doliente de acuerdo a los conocimientos científicos de la época. En el mundo europeo la atención hospitalaria estaba generalmente supervisada por instituciones religiosas.
Cuando llega el conquistador al Perú, se creó la capital en el valle de Lima, una de sus mayores preocupaciones fue crear un centro hospitalario, que en un primer momento consistía en una simple ramada en la que principalmente se atendían a los heridos de los conflictos intestinos de la época. Este centro se encontraba cerca del convento de Santo Domingo, pero no sería hasta 1549 en que el primer Arzobispo de Lima, don Gerónimo de Loayza y Gonzales (8) crea un centro asistencial al estilo europeo(8) que fue bautizado con el nombre de Hospital de Santa Ana de los Naturales encaminado principalmente a la atención médica gratuita a los indígenas de ambos sexos, abandonados y explotados en aquella época, el cual estaba localizado geográficamente en la plaza del mismo nombre (actual plaza Italia).
Este hospital en un inicio fue financiado con el peculio del buen arzobispo y de otros buenos cristianos como Fray Domingo de Santo Tomás y el comerciante Nicolás Corzo, entre otros (8) y con el apoyo del cabildo de Lima, quien cedió los terrenos. Además, el buen arzobispo, mudó su vivienda a dicho nosocomio con el fin de observar en forma directa la atención a los pacientes.
Luego del fallecimiento de su fundador en 1575, el hospital fue gobernado por los “veinticuatro de la hermandad de Santa Ana”.
Posteriormente, se extendió también a una función docente en el área médica, creándose a través de los años algunas especialidades, aportando de esta manera conocimientos y descubrimientos en dicha profesión.
El hospital durante la colonia cumplió su cometido (8) tal como fue el sueño de su fundador, tal es el caso de las epidemias que surgieron en la capital.
Además, en el área docente, se pretendió que fuese un centro educacional en el área médica, pero por razones de algunas discrepancias no se llevó a cabo este proyecto.
Durante la guerra de la emancipación, Batalla del 02 de Mayo y Guerra con Chile, se extendió su atención a los heridos de dichos conflictos.(8)
A través del tiempo se desarrollaron nuevas especialidades como la ginecobstetricia, tanto en el aspecto asistencial como docente, además pasó a funcionar el Colegio de Obstetricia, siendo su Directora la francesa Benita Paulina Cadeau, (7), creándose además la loquería de Santa Ana .
A fines del siglo XIX, el hospital de Santa Ana podría ser considerado una de las pocas reliquias en el aspecto asistencial por el deterioro que sufrió a través de los siglos.
Por ese motivo la Beneficencia Pública de Lima y uno de sus integrantes el Dr. Pérez Araníbar, proyectó la fundación de un nuevo local (8) para dicha institución, el cual está ubicado en la av. Alfonso Ugarte, cambiando de nombre de hospital de santa Ana de los Naturales al de Arzobispo Loayza, en honor a su fundador, dedicado a la atención de pacientes del sexo femenino. El Dr. Pérez Araníbar, un filántropo, además de su aporte personal consiguió que el Congreso creara un impuesto al cemento, lo que permitió la construcción de este nuevo local.(8)
La primera piedra del nuevo local, fue colocada durante el gobierno del coronel Oscar R. Benavides y por razones económicas su construcción se atrasó hasta el año 1924, el que fue inaugurado durante la presidencia de Augusto B. Leguía en Diciembre del mismo año. El nuevo local fue construido con material noble (cemento) y las últimas técnicas arquitectónicas de la época.
El profesional que dirigió su construcción fue el primer arquitecto del Perú Rafael Marquina. En aquel tiempo fue considerado uno de los más modernos de Sudamérica.
El Hospital Nacional Arzobispo Loayza se convirtió en el faro de la profesión médica, tanto en el aspecto asistencial como docente, motivo por el cual ha sido uno de los preferidos de los pacientes.
Tal es así, que distinguidos personajes acudieron a sus ambientes para recibir una adecuada atención, para resolver sus dolencias, como es el caso del sabio Dr. Julio C. Tello quien falleció en la clínica del hospital en 1947. Otro de los pacientes fue el ex Presidente de la República, Luis Bustamante y Rivero.
La Especialidad de Otorrinología se desarrolló bajo la dirección del Dr. Juvenal Denegri. Por ser un hospital docente se crearon centros de investigación, dando a luz importantes aportes, como los estudios de altura realizados por el profesor Carlos Monge. El profesor César Reynafarge realizó estudios del fisiologismo de los órganos y enzimas celulares en las grandes alturas, aportando la función de la eritropoyetina que aumenta la cantidad de glóbulos rojos en los habitantes de las grandes alturas.
El Dr. Pedro Weiss, ex -jefe del Departamento de Patología fue un destacado investigador y humanista, que dio brillo a nuestra institución con sus aportes. Además, se desarrolló el primer Centro de Control de Esterilidad Femenina, Control de la Natalidad y un Centro de Atención de Ginecología dirigido a las adolescentes.
Es importante resaltar los estudios del profesor Javier Arias Stella, quien da a luz el fenómeno que lleva su nombre y que se caracteriza por los cambios en el endometrio por acción de la hormona coriónica.
En los últimos años dada la situación socio económica del país se desarrolla un programa llamado Seguro integral de salud, con el cual se da un apoyo a los pacientes necesitados, programa que sigue vigente hasta hoy día.
En la actualidad en el área docente, prestigiosas universidades como la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Universidad Peruana Cayetano Heredia, desarrollan docencia en sus ambientes, favoreciendo de esta manera las enseñanzas médicas y afines.
Tuve el privilegio, siendo médico residente, de conocer a dos destacados galenos como el Dr. Mauricio Dávila y el Dr. Rojas, galenos que vinieron del añejo Santa Ana al nuevo local del hospital que lleva el nombre de su fundador.
Actualmente, el hospital ha demostrado su eficiencia asistencial durante la etapa de la pandemia que estamos sufriendo y que ha cobrado muchas vidas.
Hoy en día, el hospital Loayza es una pujante institución de salud, tanto por su equipamiento físico como por el personal que laboran en él, lo que se corrobora a través de los años por su eficiencia y el trato que se da al paciente.
Por lo expuesto, en anteriores líneas, me permito recordar el siguiente pensamiento de Séneca: “En todo hombre bueno habita Dios”, reflexión que encaja en la personalidad de su fundador Fray Gerónimo de Loayza y del creador del nuevo local de nuestra institución, Don Augusto Pérez Araníbar.
Hemos querido recordar esta magna fecha por el Bicentenario de la Independencia del Perú y el importante rol que ha desempeñado y sigue desempeñando esta institución de salud a lo largo de nuestra historia.
Bibliografía:
1. Aguirre F: Historia de los Hospitales Coloniales de Hispanoamérica. T XI. Ed Interamericana. 1996. Colombia.
2. Entralgo L: Historia Universal de la Medicina. TI. Salvat editores. España. 1981
3. Entralgo L: Historia Universal de la Medicina. TII. Salvat editores. España 1981.
4. Entralgo L: Historia Universal de la Medicina. TIV. Salvat editores. España 1981
5. Lastres J: La Medicina Incaica. T V. V.I Ed. Imp Santa María 1951
6. Lastres J: La Medicina en el Virreinato. : T.V. V.II Ed. Imp Santa María. 1951
7. Lastres J. La Medicina en la Republica. T.V. V III. Ed. Impr Santa María 1951.
8. Nava E. Historia del Hospital Loayza desde sus orígenes. Ed. Editora Perú. Lima Perú 1999
9. Nava E. Arzobispo Loayza protector de los Indios. Diario . El Peruano. 26 octubre 2013
10. Nava E: Hospital Loayza cumple 89 años. 10/12/2013
11. Nava E. Antes Santa Ana, hoy Arzobispo Loayza. Diario El Peruano.10/12/15
12. Nava E.: Del Hospital de Santa Ana al Arzobispo Loayza. Diario El Peruano 9/12/2018.
13. Valdizán H: Diccionario de Medicina Peruana. T III. Ed. Impr.UNMSM. 1958 Lima- Perú .
En las culturas orientales ya existieron centros de recepción de los enfermos, donde se le daba un trato adecuado para mejorar o curar sus males. En el Perú prehispánico (5) existieron instituciones como los Corpahhuasi (1) que era una hospedería, en los cuales eran internados los dolientes. Huamán Poma (1) menciona las calles para enfermos, según su enfermedad y su estatus social.
Igualmente, en el mundo antiguo como en Egipto se crearon instituciones donde se atendía al doliente de acuerdo a los conocimientos científicos de la época. En el mundo europeo la atención hospitalaria estaba generalmente supervisada por instituciones religiosas.
Cuando llega el conquistador al Perú, se creó la capital en el valle de Lima, una de sus mayores preocupaciones fue crear un centro hospitalario, que en un primer momento consistía en una simple ramada en la que principalmente se atendían a los heridos de los conflictos intestinos de la época. Este centro se encontraba cerca del convento de Santo Domingo, pero no sería hasta 1549 en que el primer Arzobispo de Lima, don Gerónimo de Loayza y Gonzales (8) crea un centro asistencial al estilo europeo(8) que fue bautizado con el nombre de Hospital de Santa Ana de los Naturales encaminado principalmente a la atención médica gratuita a los indígenas de ambos sexos, abandonados y explotados en aquella época, el cual estaba localizado geográficamente en la plaza del mismo nombre (actual plaza Italia).
Este hospital en un inicio fue financiado con el peculio del buen arzobispo y de otros buenos cristianos como Fray Domingo de Santo Tomás y el comerciante Nicolás Corzo, entre otros (8) y con el apoyo del cabildo de Lima, quien cedió los terrenos. Además, el buen arzobispo, mudó su vivienda a dicho nosocomio con el fin de observar en forma directa la atención a los pacientes.
Luego del fallecimiento de su fundador en 1575, el hospital fue gobernado por los “veinticuatro de la hermandad de Santa Ana”.
Posteriormente, se extendió también a una función docente en el área médica, creándose a través de los años algunas especialidades, aportando de esta manera conocimientos y descubrimientos en dicha profesión.
El hospital durante la colonia cumplió su cometido (8) tal como fue el sueño de su fundador, tal es el caso de las epidemias que surgieron en la capital.
Además, en el área docente, se pretendió que fuese un centro educacional en el área médica, pero por razones de algunas discrepancias no se llevó a cabo este proyecto.
Durante la guerra de la emancipación, Batalla del 02 de Mayo y Guerra con Chile, se extendió su atención a los heridos de dichos conflictos.(8)
A través del tiempo se desarrollaron nuevas especialidades como la ginecobstetricia, tanto en el aspecto asistencial como docente, además pasó a funcionar el Colegio de Obstetricia, siendo su Directora la francesa Benita Paulina Cadeau, (7), creándose además la loquería de Santa Ana .
A fines del siglo XIX, el hospital de Santa Ana podría ser considerado una de las pocas reliquias en el aspecto asistencial por el deterioro que sufrió a través de los siglos.
Por ese motivo la Beneficencia Pública de Lima y uno de sus integrantes el Dr. Pérez Araníbar, proyectó la fundación de un nuevo local (8) para dicha institución, el cual está ubicado en la av. Alfonso Ugarte, cambiando de nombre de hospital de santa Ana de los Naturales al de Arzobispo Loayza, en honor a su fundador, dedicado a la atención de pacientes del sexo femenino. El Dr. Pérez Araníbar, un filántropo, además de su aporte personal consiguió que el Congreso creara un impuesto al cemento, lo que permitió la construcción de este nuevo local.(8)
La primera piedra del nuevo local, fue colocada durante el gobierno del coronel Oscar R. Benavides y por razones económicas su construcción se atrasó hasta el año 1924, el que fue inaugurado durante la presidencia de Augusto B. Leguía en Diciembre del mismo año. El nuevo local fue construido con material noble (cemento) y las últimas técnicas arquitectónicas de la época.
El profesional que dirigió su construcción fue el primer arquitecto del Perú Rafael Marquina. En aquel tiempo fue considerado uno de los más modernos de Sudamérica.
El Hospital Nacional Arzobispo Loayza se convirtió en el faro de la profesión médica, tanto en el aspecto asistencial como docente, motivo por el cual ha sido uno de los preferidos de los pacientes.
Tal es así, que distinguidos personajes acudieron a sus ambientes para recibir una adecuada atención, para resolver sus dolencias, como es el caso del sabio Dr. Julio C. Tello quien falleció en la clínica del hospital en 1947. Otro de los pacientes fue el ex Presidente de la República, Luis Bustamante y Rivero.
La Especialidad de Otorrinología se desarrolló bajo la dirección del Dr. Juvenal Denegri. Por ser un hospital docente se crearon centros de investigación, dando a luz importantes aportes, como los estudios de altura realizados por el profesor Carlos Monge. El profesor César Reynafarge realizó estudios del fisiologismo de los órganos y enzimas celulares en las grandes alturas, aportando la función de la eritropoyetina que aumenta la cantidad de glóbulos rojos en los habitantes de las grandes alturas.
El Dr. Pedro Weiss, ex -jefe del Departamento de Patología fue un destacado investigador y humanista, que dio brillo a nuestra institución con sus aportes. Además, se desarrolló el primer Centro de Control de Esterilidad Femenina, Control de la Natalidad y un Centro de Atención de Ginecología dirigido a las adolescentes.
Es importante resaltar los estudios del profesor Javier Arias Stella, quien da a luz el fenómeno que lleva su nombre y que se caracteriza por los cambios en el endometrio por acción de la hormona coriónica.
En los últimos años dada la situación socio económica del país se desarrolla un programa llamado Seguro integral de salud, con el cual se da un apoyo a los pacientes necesitados, programa que sigue vigente hasta hoy día.
En la actualidad en el área docente, prestigiosas universidades como la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Universidad Peruana Cayetano Heredia, desarrollan docencia en sus ambientes, favoreciendo de esta manera las enseñanzas médicas y afines.
Tuve el privilegio, siendo médico residente, de conocer a dos destacados galenos como el Dr. Mauricio Dávila y el Dr. Rojas, galenos que vinieron del añejo Santa Ana al nuevo local del hospital que lleva el nombre de su fundador.
Actualmente, el hospital ha demostrado su eficiencia asistencial durante la etapa de la pandemia que estamos sufriendo y que ha cobrado muchas vidas.
Hoy en día, el hospital Loayza es una pujante institución de salud, tanto por su equipamiento físico como por el personal que laboran en él, lo que se corrobora a través de los años por su eficiencia y el trato que se da al paciente.
Por lo expuesto, en anteriores líneas, me permito recordar el siguiente pensamiento de Séneca: “En todo hombre bueno habita Dios”, reflexión que encaja en la personalidad de su fundador Fray Gerónimo de Loayza y del creador del nuevo local de nuestra institución, Don Augusto Pérez Araníbar.
Hemos querido recordar esta magna fecha por el Bicentenario de la Independencia del Perú y el importante rol que ha desempeñado y sigue desempeñando esta institución de salud a lo largo de nuestra historia.
Bibliografía:
1. Aguirre F: Historia de los Hospitales Coloniales de Hispanoamérica. T XI. Ed Interamericana. 1996. Colombia.
2. Entralgo L: Historia Universal de la Medicina. TI. Salvat editores. España. 1981
3. Entralgo L: Historia Universal de la Medicina. TII. Salvat editores. España 1981.
4. Entralgo L: Historia Universal de la Medicina. TIV. Salvat editores. España 1981
5. Lastres J: La Medicina Incaica. T V. V.I Ed. Imp Santa María 1951
6. Lastres J: La Medicina en el Virreinato. : T.V. V.II Ed. Imp Santa María. 1951
7. Lastres J. La Medicina en la Republica. T.V. V III. Ed. Impr Santa María 1951.
8. Nava E. Historia del Hospital Loayza desde sus orígenes. Ed. Editora Perú. Lima Perú 1999
9. Nava E. Arzobispo Loayza protector de los Indios. Diario . El Peruano. 26 octubre 2013
10. Nava E: Hospital Loayza cumple 89 años. 10/12/2013
11. Nava E. Antes Santa Ana, hoy Arzobispo Loayza. Diario El Peruano.10/12/15
12. Nava E.: Del Hospital de Santa Ana al Arzobispo Loayza. Diario El Peruano 9/12/2018.
13. Valdizán H: Diccionario de Medicina Peruana. T III. Ed. Impr.UNMSM. 1958 Lima- Perú .