CONOZCA SEÑALES DE ALERTA DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA
Nota de prensa
Fotos: Hospital Loayza
14 de febrero de 2018 - 11:40 a. m.
Lima, 14/02/2018.- En las últimas semanas las noticias de feminicidios y maltrato a mujeres han encendido la alarma respecto a los altos índices de violencia de género en nuestro país. La doctora Isabel Vásquez Suyo, médica psiquiatra del Servicio de Salud Mental del Hospital Nacional Arzobispo Loayza, da algunas características que inciden en los casos de violencia.
CRECER EN VIOLENCIA
Según la especialista, uno de los principales aspectos es el ambiente hostil en el que ha crecido una potencial víctima, por lo que la violencia puede convertirse en un elemento visto como normal.
“Las personas que han vivido con presencia de violencia tienden a replicar estas conductas o a tener mayor tolerancia a conductas violentas sobre ellas”, enfatizó la doctora Vásquez Suyo y agregó que otro aspecto es la capacidad de reacción de las posibles víctimas.
“Hay personas que tienen una capacidad de reacción más rápida, mientras otras tienen dificultades para defenderse debido, por ejemplo a algunas limitaciones físicas, por lo que su capacidad de reaccionar puede ser más lenta”, expresó.
PERSONALIDAD DEPENDIENTE
La dependencia emocional y económica es otro de los factores de la que podrían aprovecharse los agresores para someter a sus víctimas.
“Quienes tienen rasgos de personalidad dependiente para tomar decisiones o conseguir ingresos, piensan que son inútiles para mantenerse a sí mismas o a sus familias. Eso los hace proclives a soportar situaciones de maltrato físico o psicológico”, refirió la médica psiquiatra.
TENDENCIA AL AISLAMIENTO
Otro perfil de una potencial víctima de violencia, es aquella persona que tiene pocos contactos sociales y tiende a aislarse.
La doctora Vásquez Suyo alertó que este tipo de personas son muy proclives a diferentes maltratos, no sólo físico sino también emocional y económico porque no tienen a quien acudir y no tienen referentes confiables para saber que estas situaciones son anormales.
“Los maltratadores se cuidan mucho de prohibirles cualquier tipo de contacto y las personas por temor también van limitando su círculo familiar y amical, lo cual genera falta de información. Una persona violentada podría querer huir, pero no sabe qué hará, a dónde irá”, dijo la médica psiquiatra y exhortó a tener un plan de huida que incluya la identificación de un lugar seguro donde quedarse, documentos, dinero, algo de ropa, algún juguete favorito del niño, en caso de tener hijos pequeños.
PROBLEMAS DE SALUD MENTAL
Las personas que padecen patologías mentales, tales como depresión, ansiedad, psicosis o trastorno bipolar también están propensas a ser violentadas debido a la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran.
“Si una persona se deprime o se pone ansiosa tiene que usar medicación y puede ser humillada fácilmente por su agresor diciendo que tiene algún trastorno que le impide razonar y por eso se justifica su dependencia”, señaló la doctora Vásquez, quien, además, recomendó a las madres cuidar su salud física o mental para poder hacerse cargo de ellas y de sus hijos.
“LO HAGO POR AMOR A MIS HIJOS”
Otro de las razones por las que una persona violentada es más propensa a permitir maltrato es el supuesto bienestar de sus hijos, quienes pueden presionar para evitar una separación de sus padres.
“Muchas mujeres no salen de la situación de violencia porque prefieren que sus hijos tengan un padre. El problema es que padre es una persona que ejerce funciones de cuidado, respeto, cariño y confianza. No es un hombre que vive en la casa y aporta económicamente al hogar”, refirió la doctora Vásquez.
“Manteniendo la convivencia con un hombre maltratador, las madres están negando a sus hijos la posibilidad de tener una figura paterna buena y protectora y los predispone a que sean agredidos en el futuro o sean agresores”, concluyó la especialista.
Finalmente, la especialista recomendó que ante la presencia de una o más de estas características, es recomendable que la persona busque la ayuda de un profesional médico en un establecimiento de salud.