Un esfuerzo médico multidisciplinario salva la vida de paciente con tumor torácico de gran tamaño
Nota de prensa



Fotos: Hospital Loayza
31 de mayo de 2025 - 6:00 a. m.
Lima, 31/05/2025.- Con el respaldo de un equipo multidisciplinario del Hospital Nacional Arzobispo Loayza, Lorenzo Huamán Quispe, un hombre de 52 años proveniente de una zona rural de Ayacucho, logró vencer una dura batalla médica: la extirpación de un tumor torácico de gran tamaño que comprometía su columna vertebral y su calidad de vida. El paciente, que llegó tras años de molestias y limitaciones funcionales, recibió una intervención altamente especializada gracias a la articulación entre los servicios de Neurocirugía, Cirugía Torácica y Cardiovascular, y Anestesiología.
Según relató el Dr. Rommel Arbulú Zuazo, neurocirujano a cargo del caso, el tumor tenía un origen neurológico, pero había invadido en un 90% la cavidad torácica. Esta compleja ubicación afectó severamente su médula espinal, generando pérdida de sensibilidad y movilidad en la parte inferior del cuerpo. “Aunque el tumor era benigno, su ubicación generó un daño neurológico considerable. A pesar de que ya no podíamos revertir completamente las secuelas, logramos descomprimir la médula y evitar que el daño siga progresando”, explicó el especialista.
El abordaje quirúrgico fue meticulosamente planificado en conjunto con el equipo de Cirugía Torácica y Cardiovascular, liderado por el Dr. Juan Apaza León, quienes realizaron la toracotomía lateral para acceder al tumor, extirpar dos costillas comprometidas y permitir a Neurocirugía intervenir en la zona medular. Posteriormente, se reconstruyó la pared torácica para restablecer la estabilidad y función respiratoria. Esta intervención requirió una coordinación precisa entre los equipos quirúrgicos, además de una estrategia anestésica avanzada.
La anestesióloga Dra. Flor Vite Gutiérrez detalló que se empleó anestesia general total intravenosa (TIVA), técnica emblemática del hospital. Esta permitió mantener la estabilidad del paciente durante toda la cirugía, gracias a un monitoreo constante del estado de conciencia, hemodinamia y dolor. “No solo acompañamos al paciente en el acto quirúrgico, también nos encargamos del control del dolor en el postoperatorio, garantizando su recuperación sin crisis dolorosas y sin dependencia de medicamentos o ventilación mecánica”, señaló.
Tras varios días en UCI y una evolución clínica favorable, Lorenzo fue trasladado al pabellón donde se mantuvo estable y sin complicaciones. Aunque aún enfrenta desafíos físicos, su fortaleza, sumada al apoyo de los especialistas, marca un nuevo comienzo en su vida. “Lorenzo se encuentra lúcido, con sus funciones cognitivas preservadas y listo para volver a su natal Ayacucho con su familia”, resaltó el Dr. Arbulú.
Este caso refleja el impacto del trabajo coordinado entre especialidades, pero también pone en evidencia la importancia de acudir a tiempo al médico. “En neurocirugía, el tiempo es clave. Cuanto antes se detectan los síntomas, mayores son las posibilidades de evitar daños irreversibles. No se debe esperar cuando hay pérdida de fuerza, sensibilidad o dolor persistente”, concluyó el especialista.