NEUROCIRUJANOS DEL HOSPITAL LOAYZA SALVAN A PACIENTE DE QUEDAR CUADRIPLÉJICO

Nota de prensa
Paciente se fracturó la columna en tres partes y se sometió a tres cirugías de alta complejidad.

Fotos: HOSPITAL LOAYZA

OFICINA DE COMUNICACIONES

24 de julio de 2019 - 11:50 a. m.

Lima, 24/07/2019.- Hace cinco meses el paciente Marciano Gómez Cabezas (60), albañil de oficio realizaba un acabado en el cuarto piso y sufrió una caída por el tragaluz, cayó parado y se partió la columna en tres, a nivel del cuello, del tórax y lumbosacro (parte baja de la espalda), ocasionando que pierda la fuerza en las cuatro extremidades y quede postrado en una cama hasta el día de su alta, que salió caminando por sí mismo, gracias a las cirugías realizadas por el equipo multidisciplinario del Servicio de Neurocirugía del Hospital Nacional Arzobispo Loayza.

Así lo informó el doctor Luis Muñoz Chumbes, Jefe del Servicio, quién además indicó que las fracturas del paciente eran inestables en los tres niveles de la columna, lo cual es raro y poco frecuente, siendo éstas: luxofractura en la sexta y séptima vértebra cervical, fractura vertebral en la primera vértebra lumbar (L1), ambas presionaban de manera severa la médula incrementando el riesgo de ruptura de la misma, lo cual podía generar hasta la parálisis total del paciente de por vida. Además, Marciano Gómez presentaba una luxación en la vértebra lumbar L5 – S1 y fractura de la cuarta y quinta vértebra lumbar más fractura del hueso sacro.

Los neurocirujanos encabezados por el doctor Vladimir Sánchez Ochoa, sometieron al paciente a tres cirugías de alta complejidad con técnicas quirúrgicas de vanguardia que permitieron no solo salvarle la vida, sino también que hoy pueda valerse por sí mismo. Cabe señalar, que a pesar de lo complicado de su caso el paciente, por su elección religiosa, no dio el consentimiento de transfusión de sangre, lo cual aumentaba el riesgo de vida en sala de operaciones, por ello las tres cirugías se realizaron con recuperador de sangre.

La primera cirugía fue la artrodesis cervico dorsal en 360 grados por vía posterior en la cuarta vértebra cervical a la primera vértebra torácica y por vía anterior corpectomía de sexta vértebra cervical con colocación de canastilla metálica y estabilización con placa anterior y tornillos, alineación de la columna vertebral y descompresión de médula espinal cervical. En la segunda cirugía se hizo una fijación vertebral por vía posterior (para la estabilización de la columna vertebral) en la décimo segunda vértebra dorsal, en la primera vértebra lumbar y la segunda vértebra lumbar más laminectomia (extracción de una lámina de la vértebra lumbar) con descompresión de medula espinal. En la tercera cirugía se realizó la estabilización lumbo pélvica desde la cuarta y quinta vértebra lumbar, la primera vertebra sacra y ambos huesos iliacos. Hay que resaltar que esta última cirugía es poco frecuente en el Perú y a nivel del MINSA no hay más de 5 casos.

El doctor Muñoz, felicitó a su equipo de neurocirujanos por su capacidad de respuesta y el criterio médico para afrontar problemas de muy alta complejidad, manteniendo al Servicio de Neurocirugía del Hospital Loayza como un centro de referencia a nivel nacional para este tipo de cirugías y otras del sistema nervioso.

MILAGRO DE VIDA

El paciente Marciano Gómez Cabezas, comentó que “cuando me sucedió el accidente y me dijeron que tenía fracturas en la columna y los riesgos que eso podía conllevar solo quería irme a mi casa y morir, no veía ninguna opción de recuperación, pedía mi alta voluntaria, pero los médicos de aquí me dijeron “nuestro objetivo es salvarle la vida y que usted se recupere”, todos los días el equipo de neurocirugía me alentaba a seguir adelante, personal técnico, enfermeras y los médicos me salvaron la vida por eso digo siempre que esto fue un “milagro de vida” y yo estoy eternamente agradecido con este hospital.

“En 40 años que he realizado mi trabajo nunca fui a un hospital, ni me enferme pero me confié y mientras realizaba mi trabajo me di cuenta que solo faltaba un pequeño detalle en el acabado y ya me había sacado el arnés, solo puse una tabla improvisada y se rompió, caí desde una altura de 8 metros aproximadamente, perdí la conciencia y cuando me levante no podía mover mi cuerpo, solo mi cabeza, no sabía que iba suceder, pero felizmente llegue a este hospital, donde me dieron una atención de primera, con mucha paciencia y profesionalismo, porque yo llegue en mil pedazos y siempre me trataron con cuidado”, explicó el paciente.