Oportuna atención del Hospital de Emergencias Pediátricas permite la recuperación de menor procedente de El Agustino

Rebeca Titto, madre de tres hijos y residente en el distrito de El Agustino, vivió uno de los episodios más difíciles de su vida cuando el más pequeño de su familia, de apenas un año y diez meses (A.W.L.), comenzó a presentar fiebre alta, tos persistente y un intenso malestar que encendieron todas sus alarmas. “Me asustaba más verlo con fiebre (…) tenía tos, estornudos, bastante moquito”, recordó conmovida. Sin dudarlo, decidió salir de casa en plena madrugada porque, como afirma: “primero es la salud de mi bebé”.

Al llegar al Hospital de Emergencias Pediátricas, lugar que conoció gracias a la recomendación de un taxista, Rebeca encontró la atención oportuna que tanto esperaba. Los médicos la informaron que su pequeño tenía neumonía. Desde ese momento comenzó una lucha silenciosa, llena de angustia y largas horas de espera. Sin embargo, también fue un tiempo en el que sintió el respaldo del equipo asistencial. “Me explicaron todo, me atendieron bien (…) gracias a Dios mi bebé ya se recuperó”, expresó con visible alivio, luego de permanecer desde el jueves pasado acompañando a su pequeño hasta que hoy finalmente recibió el alta médica.

Para Rebeca, quien vive hace ocho años en Lima tras llegar desde su natal Cusco, esta experiencia no solo significó enfrentar el miedo de ver a su pequeño luchando contra la enfermedad, sino también descubrir un lugar donde sentirse acompañada y segura. Además, recomendaría a otras madres acudir sin dudar al centro de salud más cercano, cuando noten cualquier síntoma en sus hijos. “El Hospital de Emergencias Pediátricas, es un hospital solo para niños y la atención es buena; yo lo recomiendo”, señala. Hoy, con su pequeño sano nuevamente, regresa a casa con el corazón más tranquilo y la certeza de que actuar rápido puede salvar una vida.