Nachito, el pequeño guerrero del HEP: una historia de lucha y amor
Nota de prensa
23 de julio de 2025 - 5:34 p. m.
En nuestra institución, cada paciente tiene una historia, cargada de esperanza, desafíos y fortaleza. Una de ellas es la de un pequeño que, a pesar de las complicaciones respiratorias que ha venido enfrentando, continúa luchando con el apoyo incondicional de su familia y del equipo médico.
Ignacio ingresó al Hospital de Emergencias Pediátricas el 6 de julio del 2024 con un cuadro de dificultad respiratoria. A lo largo de su estancia, ha atravesado varias recaídas debido a su condición, pero hoy su madre, Maritza Chala, ve la luz al final del túnel, debido a que están a la espera del alta médica.
Maritza nos cuenta que “Nachito” es el quinto y más pequeño hijo. Su embarazo fue complicado por las exigencias del trabajo que tiene como planchadora. “Pensé que lo iba a perder… pero gracias a Dios no pasó”, relató. Pese a las adversidades económicas y personales, continúa trabajando incansablemente para salir adelante.
A pesar de los momentos difíciles, su fe se mantiene firme: “A veces pienso que Dios quiso llevárselo porque sabía que no iba a poder sostenerlo… pero luego le agradezco porque aún lo tengo conmigo. Y le hablo a mi bebé, le digo: Ignacio, aguanta, vamos a salir de esto”.
En su largo proceso de hospitalización, Ignacio encontró en nuestra institución un segundo hogar. El pequeño "Nacho" ha conquistado el corazón de todos: a quienes pasan por su habitación, los saluda con una sonrisa y les manda besos volados, llenando de ternura cada rincón del hospital.
En medio de la enfermedad, hubo lugar también para la ternura: su cumpleaños fue celebrado por el personal de salud. Un gesto sencillo, pero profundamente humano. “Fue una acción muy bonita. No todos los hospitales hacen eso”, dice agradecida. “Recibió regalitos, algunos para niños más grandes, pero igual los disfrutó. Mi otro hijito también se alegró mucho”.
La historia de nacho es un reflejo de la realidad de muchas familias: madres que tal vez luchan en silencio, que no se rinden, que enfrentan carencias y miedo. “Hay personas que me han dicho que me enfrente con los doctores, que lo saque, que busque otra atención. Pero yo confío en los profesionales de aquí. Sé que están haciendo todo lo posible por mi hijo”.
Esta es solo una de tantas historias que suceden a diario en el HEP. Historias de lucha, esperanza y amor que merecen ser contadas. Porque visibilizar la experiencia de las familias también es una forma de sanar y agradecer.
- Hospital de Emergencias Pediátricas, 40 años de historia - ¡Siempre Calidad!