Joven de 22 años salió de la Unidad de Cuidados Intermedios y hoy celebra este triunfo al lado de sus seres queridos
Nota de prensa• A pesar del 40% de compromiso pulmonar y la neumonía que presentaba, la joven paciente superó la enfermedad y regresó a su hogar en el distrito de Lurigancho.

11 de junio de 2021 - 3:05 p. m.
Durante la segunda ola de COVID-19 en nuestro país, la tasa de contagios en adolescentes y jóvenes ha sufrido un incremento considerable. Pacientes que ingresan a los nosocomios presentando un compromiso pulmonar grave y en un estado avanzado de la enfermedad, que los llevan a requerir de un ventilador mecánico para luchar contra el virus.
Es el caso de Lía, una joven de 22 años, quien luego de permanecer 19 días hospitalizada en el Hospital Emergencia Ate Vitarte (HEAV), logró superar el grave cuadro clínico que presentaba, gracias a los constantes cuidados y arduo trabajo del personal de salud de la Unidad de Cuidados Intermedios (UCIN).
“La paciente estuvo 17 días conectada a un respirador artificial en nuestra unidad, donde se le dio el soporte necesario hasta recuperar la ventilación espontánea y ser extubada. Su fuerza de voluntad y valentía fue de gran ayuda para nosotros. Ganamos la batalla y ella volvió a vida”, refirió el Dr. Alonso Bocanegra, médico emergenciólogo del HEAV, quien resaltó el trabajo de todo el equipo de salud involucrado en la atención de la joven paciente.
Tras recibir el alta médica, Lía se reencontró con su madre, quien acudió a este nosocomio para recibirla con mucho amor y manifestar su total agradecimiento con el personal de salud, a quienes considera sus ángeles por hacer posible la recuperación de su menor hija. Asimismo, se comprometió a brindar a su hija el apoyo que necesita para complementar su recuperación en casa.
Por su parte, Lia, la joven guerrera, se mostró muy emocionada por haber ganado esta batalla y volver a ver a los suyos. Por ello, resaltó la labor de los médicos, enfermeros y técnicos de este hospital, reconociendo el buen trabajo que realizan para velar por la salud de todos los pacientes afectados por esta enfermedad.
“Gracias por esa ayuda desmedida que me brindaron mientras estuve lejos de mi familia. Aunque no haya podido ver sus rostros y no los reconozca, les estaré siempre agradecida. Espero que Dios les brinde mucha salud y los cuide por la gran labor que realizan”, añadió Lia, mientras sostenía la mano de la enfermera que la acompañó hasta la puerta de este nosocomio.
Es el caso de Lía, una joven de 22 años, quien luego de permanecer 19 días hospitalizada en el Hospital Emergencia Ate Vitarte (HEAV), logró superar el grave cuadro clínico que presentaba, gracias a los constantes cuidados y arduo trabajo del personal de salud de la Unidad de Cuidados Intermedios (UCIN).
“La paciente estuvo 17 días conectada a un respirador artificial en nuestra unidad, donde se le dio el soporte necesario hasta recuperar la ventilación espontánea y ser extubada. Su fuerza de voluntad y valentía fue de gran ayuda para nosotros. Ganamos la batalla y ella volvió a vida”, refirió el Dr. Alonso Bocanegra, médico emergenciólogo del HEAV, quien resaltó el trabajo de todo el equipo de salud involucrado en la atención de la joven paciente.
Tras recibir el alta médica, Lía se reencontró con su madre, quien acudió a este nosocomio para recibirla con mucho amor y manifestar su total agradecimiento con el personal de salud, a quienes considera sus ángeles por hacer posible la recuperación de su menor hija. Asimismo, se comprometió a brindar a su hija el apoyo que necesita para complementar su recuperación en casa.
Por su parte, Lia, la joven guerrera, se mostró muy emocionada por haber ganado esta batalla y volver a ver a los suyos. Por ello, resaltó la labor de los médicos, enfermeros y técnicos de este hospital, reconociendo el buen trabajo que realizan para velar por la salud de todos los pacientes afectados por esta enfermedad.
“Gracias por esa ayuda desmedida que me brindaron mientras estuve lejos de mi familia. Aunque no haya podido ver sus rostros y no los reconozca, les estaré siempre agradecida. Espero que Dios les brinde mucha salud y los cuide por la gran labor que realizan”, añadió Lia, mientras sostenía la mano de la enfermera que la acompañó hasta la puerta de este nosocomio.