Valiente ateño de 80 años gana la batalla contra la Covid-19 en el Hospital Emergencia Ate Vitarte

Cada vez son más las victorias de los peruanos que se enfrentan a la Covid-19 en una intensa lucha. Este es el caso de don Francisco, un aguerrido hombre de 80 años, quien ganó la batalla contra esta enfermedad en el Hospital Emergencia Ate Vitarte.

El valeroso padre de 7 hijos, quien reside en el distrito de Ate junto a 4 de ellos y sus nietos, presentó algunos síntomas como malestar general, dolor muscular e insuficiencia respiratoria, incomodidad que venía sintiendo 7 días antes. Es por ello que fue trasladado de inmediato a este nosocomio el pasado 05 de setiembre.

La Dra. Diana Cabanillas, Médico especialista en Emergencias y Desastres de este centro hospitalario, explicó que la recuperación de Francisco es el resultado del gran trabajo en equipo y ardua labor que realiza el personal de salud de este hospital.

“A pesar de su edad, este pacientito pudo ganarle al virus. Fue muy colaborador desde que ingresó; se le administró el tratamiento adecuado y respondió favorablemente. Para nosotros, es esperanzador cada que un paciente regresa a casa junto a sus seres queridos, es nuestra mayor satisfacción”, agregó la especialista.

Por su parte, don Francisco indicó que desconoce cómo se infectó, pero es consciente que pudo haberlo hecho hasta de la forma más simple, por lo que ahora se cuida mucho más, lavándose las manos adecuadamente y desinfectando todo lo que consume o sostiene. Consejos que transmite a sus hijos, nietos y todo aquel que conoce.

Asimismo, manifestó sentirse agradecido con el personal asistencial del Hospital Emergencia Ate Vitarte por el buen trato y la atención recibida; así como las charlas sobre limpieza y terapias cardiorrespiratorias que le brindaron los especialistas.

“Ayer, cumplí ochenta años de vida. Y esto fue posible por el gran sacrificio y labor de todo el personal del Nuevo Hospital de Ate. A ellos le debo mi salud, que hoy me encuentre recuperado y en casa junto a mi familia. Muchas gracias”, finalizó don Francisco, quien se despedía emocionado para encontrarse con su hijo Edwards que lo esperaba ansioso en la puerta de este nosocomio.