Danayra Puicón, es madre de familia y vive en el asentamiento humano Hijos de Ventanilla en el Callao. Actualmente, es dirigente de un comedor popular de su localidad y todos los días tiene que cargar baldes con agua para cocinar y asear a sus cuatro niños. Como dirigente del comedor, uno de sus más grandes sueños es tener la instalación de agua y desagüe en su zona. 

Esta es la situación que viven miles de mujeres en el Perú, donde son ellas las principales encargadas de buscar y llevar el agua cuando no tienen este recurso hídrico en sus hogares, señaló Tania Páez Rubio, especialista líder de Agua y Saneamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), durante el Foro “Unidos por el Agua y el Saneamiento”.

Por ello, indicó la experta del BID, “el agua tiene género y es necesario incluir un enfoque de género en los proyectos de agua y saneamiento en el país, ya que el acceso limitado a estos servicios básicos no afecta de la misma manera a hombres y mujeres”. 

Asimismo, anotó que se viene trabajando con el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento en cómo integrar la perspectiva de género en los proyectos de agua y saneamiento. 

“Estamos planeando organizar mesas de trabajo sobre liderazgo que involucre a las JASS, así como capacitar a mujeres en operación y mantenimiento de los sistemas de agua y saneamiento”, manifestó Tania Páez.

Además, en el área urbana, se está impulsando la participación de las mujeres sobre liderazgo y gerencia, para asegurar un equilibrio entre la vida familiar, personal y laboral de las mujeres. 

De acuerdo a la evaluación realizada por el Banco Mundial, se ha demostrado que el hecho de involucrar a las mujeres puede aumentar la efectividad de los proyectos hídricos en seis o siete veces respecto a los que no lo hacían.

“Cuando no se incluye un enfoque de género en los proyectos de agua y saneamiento se desaprovecha mejorar la efectividad e incrementar la sostenibilidad de dicho servicios”, concluyó la especialista.