El fututro brota en Rumi Rumi: estudian transforman su escuela

Nota de prensa
C𝗼𝗻 𝗯𝗶𝗼𝗵𝘂𝗲𝗿𝘁𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗶𝗻𝘀𝗽𝗶𝗿𝗮 𝗮 𝘁𝗼𝗱𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗺𝘂𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗲𝗻 𝗖𝗮𝗷𝗮𝗺𝗮𝗿𝗰𝗮
Fotofrafía de niños

27 de junio de 2025 - 9:00 a. m.

En la cima de las montañas de la provincia de Cajabamba, en el caserío de Rumi Rumi, un grupo de estudiantes de primaria está cambiando el rumbo de su comunidad. En la institución educativa n.° 821382, niñas y niños no solo aprenden a leer y escribir, también aprenden a sembrar vida, a trabajar en equipo y a alimentar su futuro.
Eso lo pudo comprobar el equipo del Programa Nacional de Alimentación Escolar del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social en Cajamarca. El día de la visita comenzó con una cálida bienvenida por parte del Comité de Alimentación Escolar (CAE), encabezado por su presidente, el director de la institución, Remigio Gracia Horna. La calidez y hospitalidad se sintieron de inmediato: los niños, con sonrisas y abrazos, aliviaron el frío del caserío y dieron paso a una jornada llena de aprendizajes.
Durante todo el recorrido, la profesora Domitila Flores, secretaria del CAE, acompañó la visita guiada por los espacios más valiosos de la escuela: el biohuerto en invernadero, la cocina, el almacén y el reservorio. Fue ella quien explicó cómo la comunidad educativa ha logrado implementar un sistema de cultivo eficiente y sostenible.
Gracias al trabajo articulado entre docentes, estudiantes y padres de familia, el biohuerto escolar hoy florece con cultivos de rabanito, lechuga, culantro, cebolla, olluco, papa, repollo y pimiento como parte de un ensayo agrícola. También hay sandía, plátano, limón, papaya, uva y fresa.
Estos alimentos, que complementan el servicio alimentario brindado por el Programa Nacional de Alimentación Escolar Comunitaria del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) crecen gracias al riego proveniente de un reservorio implementado con geomembrana, una solución técnica que optimiza el uso del agua.
Un detalle que inspira: cada grado tiene su propia parcela. Así, los estudiantes desarrollan el sentido de pertenencia y aprenden en la práctica el valor del trabajo en equipo. “Los vimos retirando hojas secas con mucho cuidado, mientras un grupo de madres labraba la tierra para ampliar la siembra. Aquí todos participan con orgullo”, se comentó durante la visita.
La secretaria del CAE señaló que, “nuestro biohuerto no solo alimenta, también enseña. Varias familias del caserío de Rumi Rumi ya están replicando esta experiencia en sus propios hogares.”
Al sonar el timbre del mediodía, los niños pasaron ordenadamente al lavado de manos. Luego, ingresaron al comedor para degustar un sabroso ajiaco de olluco acompañado de arroz fortificado, preparado con cariño y compromiso con la nutrición escolar, pues en su elaboración se utilizó papas y ollucos extraídos del biohuerto escolar.