CEC del TC y la UPLA realizaron en Huancayo el Conversatorio “La Constitución de 1993: Análisis y Perspectivas en sus primeros 30 años”

Con la participación del magistrado del Tribunal Constitucional (TC), Gustavo Gutiérrez Ticse, así como la profesora de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Peruana Los Andes (UPLA), Doris Cajincho y el decano del Colegio de Abogados de Junín, Tobías Molina Vallejo se realizó en Huancayo la Agenda Constitucional – Conversatorio “La constitución de 1993: Análisis y Perspectivas en sus primeros 30 años”, organizado por el Centro de Estudios Constitucionales (CEC) del TC y la UPLA.

Sobre la Constitución de 1993, el magistrado Gutiérrez dijo que esta nació autoritaria, pero con el paso del tiempo se hace democrática. Destacó que casi todas las Constituciones en el Perú son frutos de golpes de Estado o quiebres democráticos, salvo la de 1828.

Aseveró que ese es el gran problema del poder constituyente originario, y que desde el punto de vista de la teoría constitucional se plantea que las constituciones deban modificarse por la vía formal que establece una Constitución para evitar una invocación al poder constituyente originario y que este pueda hacer una nueva constitución porque se trata de la ruptura del orden democrático.

Añadió que la lectura de los derechos humanos, de los derechos fundamentales, no es como hace 30 años atrás en que los derechos humanos tenían que estar consagrados en un texto constitucional y dijo que hoy en día no se requiere esa fórmula porque el surgimiento del Tribunal Constitucional y los tribunales internacionales, sobre todo, en el período entre guerras todo esto ha cambiado.

Agregó que la dinámica de los derechos, en el artículo 3 de la Constitución sobre los derechos no enumerados y la disposición cuarta final, que reconoce la constitucionalidad de los tratados internacionales en materia de derechos humanos ha hecho que la Constitución sea muy amplia, con el derecho a la verdad, a la consulta previa, a la participación de las comunidades campesinas y nativas en el proceso de toma de decisiones del Estado, a la salud mental, y derechos sociales mínimos como el derecho al agua, luz e internet.

Por su parte, Doris Cajincho sostuvo que el artículo primero de la Constitución le da una especie de bloque y consolidación sobre la dignidad de la persona humana, entendiendo a los derechos de la persona humana como un interés y un fin supremo.

Añadió que no se puede hablar de una plena vigencia de los derechos fundamentales cuando se violan derechos escudándose con el uso de términos jurídicos, como el concepto de término de la distancia para detener a una persona más del tiempo debido y la efectividad de la tutela de los procesos constitucionales ocurra en diez años. Acotó, que hay una gran tarea para contribuir en que todo esto mejore en el Estado.

En tanto que Tobías Molina manifestó que está pendiente el rol subsidiario del Estado en materia económica, especialmente en derechos fundamentales; como el derecho al trabajo, al igual que el derecho fundamental a tener un medio ambiente sano. Acotó que sería bueno una nueva constitución porque estamos en un momento constituyente, pero preguntó sobre quiénes serían los encargados de hacer esa nueva constitución, considerando la clase política en el país.

El evento se realizó en el auditorio de la Facultad de Derecho de la UPLA, siendo el moderador el director académico del CEC, Alex Ulloa Ibáñez.

Lima, 11 de octubre de 2023

Oficina de Imagen Institucional del Tribunal Constitucional