Jaume Valls: “El marco regulatorio es importante porque nos permite trabajar bajo los principios de independencia”

Nota Informativa

Fotos: Difusión

16 de marzo de 2022 - 9:30 a. m.

La reforma universitaria en el Perú contempla dos procesos cruciales: por un lado, la evaluación, con fines de licenciamiento; y por otro la supervisión y fiscalización de las universidades. Los resultados de estos procesos ya están dando frutos, como señala el Tercer Informe Bienal sobre la Realidad Universitaria en el Perú, que recoge varias mejores sustantivas en el sistema universitario en el ámbito de la docencia, la investigación y la gestión de servicios académicos y no académicos para los estudiantes. 

En el marco de la presentación del tercer informe bienal, la SUNEDU conversó con el director de Aqu Catalunya (Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Catalunya), Jaume Valls Pasola. Este destacado experto destacó la información que contiene en informe bienal y resaltó que su contenido permitirá seguir avanzando en la mejora del sistema universitario. Además, desde su experiencia, respondió algunas preguntas sobre el proceso de aseguramiento de la calidad universitaria.

¿Cuáles considera que son las condiciones institucionales básicas para poder impulsar procesos de esta naturaleza?

La experiencia en Aqu Catalunya, que es una agencia que se ocupa del sistema universitario de la región de Cataluña, es un poco diferente, porque hay que tener en cuenta que las universidades privadas son sin afán de lucro.

Nosotros hacemos la evaluación de programas educativos de grado, máster y doctorado y la acreditación de profesorado, porque en el sistema español se pide una evaluación previa del nivel del profesor para que con esta acreditación pueda presentarse a la contratación en algunas de las universidades del sistema.

Para nosotros es muy importante que haya un marco regulatorio muy claro para realizar nuestras actividades. Este marco en el caso nuestro tiene dos niveles: el nivel que nos tiene marcado por el Gobierno español y el marco de referencia, que llamamos los estándares europeos. Estos estándares son importantes porque nos permiten estar homologados en el marco europeo y por tanto que nuestras actividades de evaluación sean reconocidas en otros países.

El marco regulatorio (del gobierno español y de la región de Cataluña) es importante porque nos permite trabajar bajo los principios de independencia. Este es el tema fundamental, que la agencia tenga independencia de funcionamiento, organizativa, de procesos, etc., que le permita hacer su trabajo de una manera no condicionada por otros tipos de normativas o de órganos políticos.

 

¿Qué significa esa independencia y cómo se calibra con el resto de actores del sistema?

Significa que en tres perspectivas las agencias tienen que ser completamente responsables de sus actividades y del resultado de sus actividades sin ninguna influencia de terceros. Esas tres perspectivas son: la independencia organizativa, la operativa y la que se relaciona con los resultados formales.

La organizativa quiere decir que la agencia actúa con la independencia técnica y profesional y que las comisiones que tenemos deben tener esta independencia técnica. Por ejemplo, un evaluador no puede estar vinculado a una universidad que va a evaluar y si eso sucede no participa en la evaluación.

En lo operativo se tiene que actuar con criterios profesionales y con juicios de acuerdo con su conocimiento.

En la independencia de resultados es importante que el trabajo dé resultados que no estén condicionados a informaciones ni evaluaciones previas. 

Para poner un ejemplo, el comité nos dijo que no podíamos tener una comisión de apelaciones que tuviera vinculación con las comisiones previas, porque es distinta y no puede tener ningún miembro que esté en los dos niveles.

Además, cuando nosotros tratamos con las universidades podemos darles información, pero no podemos asesorar. Se puede informar, dar explicación, pero no se puede asesorar a las universidades, porque ellas deciden cómo hacer las cosas.

En la experiencia catalana, ¿cómo se ha construido este equilibrio entre el respeto a la autonomía universitaria y la necesidad de que haya órganos de aseguramiento de calidad?

Nosotros no tenemos fiscalización de las universidades. Eso le corresponde al gobierno y a otros órganos. Nosotros tenemos en nuestro caso unos estatutos de nuestra agencia que fueron validados por el parlamento catalán (que tiene competencia para el sistema universitario).

Sucede que estos estatutos son muy importantes porque primero nos reconocen de manera explícita la independencia con la que las hemos trabajado. Pero implica a las universidades en nuestra organización, de manera que tenemos un consejo de gobierno donde participan todos los rectores de las 12 universidades. Como tenemos pocas universidades hemos podido hacerlo así. Estos 12 rectores están en nuestro consejo de gobierno y de alguna manera refrendan nuestras decisiones. No vienen al consejo para intentar defender sus problemas, vienen para evidenciar un apoyo explicito a la entidad y validar las decisiones, pero con una extrema actitud de respecto. 

Imaginemos que una universidad pierde su acreditación o recibe algún tipo de sanción… ¿El consejo de rectores puede decir que decir que no?

No puede, ellos [los rectores] pueden avalar en el consejo de gobierno las medidas de funcionamiento de la agencia, pero no pueden influir ni validan estas decisiones. Es decir, el consejo de gobierno tiene una visión más de política futura, pero no puede interferir para nada en las actividades. Si una universidad está funcionando mal y la evaluación es desfavorable, esa evaluación nuestra se va directamente al gobierno y el gobierno cierra estos estudios.

¿Qué rol deben jugar las organizaciones de sociedad civil frente a las políticas educativas de educación universitaria?

Ellos actúan como interlocutores en las políticas de universidad en relación con el gobierno, pero no inciden en nosotros. Porque nosotros la conexión la tenemos directamente con el gobierno por la parte de este consejo de gobierno. 

Por tanto, las entidades tienen un papel muy poco influyente, pero sí de cooperación. Ellos reconocen que la agencia tiene un papel relevante y por tanto a veces lo que hacemos es organizar actividades divulgativas o de información.

¿Cuál diría usted, desde su experiencia en su institución, que constituye una buena práctica para las agencias o superintendencias responsables del aseguramiento de la calidad? 

Hemos organizado una plataforma de base de datos de los estudios universitarios de Cataluña y esta plataforma es interesante porque presenta los estudios vigentes de grado, máster y doctorado. Cuenta con una pequeña ficha técnica de los estudios, el sello que le hemos dado de nuestra agencia y complementariamente los datos que hemos obtenido de una encuesta de inserción laboral.

¿Sobre el proceso peruano, de lo que has podido revisar en el informe bienal, qué aspecto de este proceso de reforma ha llamado más tu atención y por qué?

Es muy importante tener un diagnóstico de este tipo, porque siempre se puede mejorar. Me ha parecido interesante la constatación de la evolución de los profesores a tiempo completo. Creo que este es un tema fundamental en el contexto internacional, pero la constatación de que esto se ha ido incrementando y que los profesores se han ido alineando con los estándares internacionales de indicadores de investigación es importante.

En un futuro también sería bueno tener en cuenta el papel del profesor que se implica en la innovación docente. Este tipo de indicador habrá que empezar a cualificar. 

 

Biografía


Jaume Valls es ingeniero industrial y doctor en ingeniería industrial por la Universidad Politécnica de Catalunya. Catedrático de Universidad del área de Organización de empresas de la Universidad de Barcelona (Departamento de Empresa, Facultad de Economía y Empresa). Ha trabajado también en la Universidad Politécnica y en la Universidad de Girona. Su especialización académica es la gestión de la innovación y el emprendimiento. En el curso académico 1992/1993 trabajó de experto en la Unidad STOA (Scientific and Technological

Options Assessment) del Parlamento Europeo. Ejerció de Vicerrector de Economía Campus y PAS en la Universidad de Girona en los años 1999-2002. En la Universidad de Barcelona ha sido director del Departamento de Empresa, director de la Cátedra de Emprendimiento, coordinador el Grupo de investigación en Empresa (SGR 1168) en el período 2014-2018 y director del Barcelona Instituto de Emprendimiento. Es miembro del Grupo de Innovación Docente en Herramientas de Aprendizaje en Dirección de empresas, G-IDEA. Ha publicado libros, artículos y trabajos sobre innovación y emprendimiento. Ha participado en numerosos proyectos internacionales (entre otros, de la OCDE, FAST/Monitor y TSER de la Unión Europea, Sphere y TRINNO Interreg). En Cataluña ha realizado diferentes estudios para la Generalidad de Cataluña relacionados con el ecosistema catalán de innovación y emprendimiento. Fundador y codirector (2009-2018) de la International Summer School on Creativity Management, una iniciativa conjunta entre HEC Montreal y la Universidad de Barcelona. Es coeditor de la revista en acceso abierto Journal of Evolutionary Studies in Business (JESB) promovida desde la UB. Entre 2018 y 2021 presidió la Comisión Específica de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Comisión de Evaluación Institucional y de Programas (CAIP) de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Catalunya (AQU Catalunya)