En Cusco, más de 1,800 agricultores se beneficiarán con primer bloque de inversiones el 2024

Nota de prensa
• S/ 4.5 millones será la inversión para construir obras de siembra y cosecha de agua en zonas altoandinas. • 25 será el número de qochas que se ejecutarán en la región
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1 de abril de 2024 - 5:32 p. m.

(Cusco, 01 de abril de 2024).- El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI) a través de la Unidad Ejecutora Fondo Sierra Azul anunció que 1,800 agricultores de las zonas altoandinas de Cusco, dedicados a la agricultura familiar, se beneficiarán con obras de siembra y cosecha de agua, en el marco de la ejecución del primer bloque de inversiones para el presente año en la región.
 
Con el objetivo de enfrentar el cambio climático y la escasez de agua en estas zonas del Perú, se iniciará la construcción de 25 qochas, que permitirán almacenar hasta 1.6 millones de metros cúbicos de agua, en beneficio de 460 hectáreas con un presupuesto que asciende a los S/ 4.5 millones.
 
Las obras beneficiarán a los pobladores de los distritos cusqueños de Ccapi (Paruro), Huaro y Cusipata (Quispicanchi), Layo y Langui (Canas) y Santo Tomás (Chumbivilcas).
 
 
Apoyo permanente a las comunidades
 
Durante el 2023, en la región cusqueña, los trabajos de intervención de Sierra Azul permitieron la construcción de 79 qochas en beneficio de 5,900 agricultores para generar un volumen de agua almacenada de 2.1 millones de metros cúbicos proveniente de lluvias, que contribuyeron en el desarrollo permanente de actividades productivas, tales como la ganadería y agricultura.
 
Mientras que a nivel nacional la entidad atendió la necesidad hídrica de 60,600 agricultores con la recarga hídrica en 27. 6 millones de metros cúbicos de agua. Esto gracias a la construcción de 812 qochas, 613 kilómetros de zanjas de infiltración, así como la reforestación de 137.50 hectáreas en 14 regiones del Perú con una inversión de s/ 161.1 millones.
 
Esta estrategia se enmarca en la necesidad urgente de abordar la vulnerabilidad de las comunidades de menores ingresos ante la escasez de agua, siendo uno de los mayores desafíos que enfrentan las regiones altoandinas.