Sernanp fortalece el diálogo y la protección social en 8 áreas naturales de Loreto

Proteger la naturaleza no se trata solo de cuidar árboles y animales, sino también de escuchar y respetar a las personas que viven en ella. Con esa visión, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), organismo adscrito al Ministerio del Ambiente, realizó una capacitación especial para su personal en Loreto. El objetivo fue enseñar a los gestores de las áreas naturales protegidas a identificar riesgos antes de que ocurran y garantizar que el cuidado de la naturaleza y acercar el Estado a la comunidad.

El encuentro reunió a los equipos de ocho áreas naturales protegidas de Loreto, incluyendo a las Reservas Nacionales de Pacaya Samiria, Allpahuayo Mishana, Matsés, Pucacuro; las Reservas Comunales Airo Pai y Huimeki y los Parques Nacionales Yaguas y Güeppi Sekime, para entrenarlos en el uso de nuevas herramientas diseñadas para prevenir conflictos y mejorar la convivencia con las comunidades vecinas.

El taller, realizado con el apoyo de la Iniciativa Patrimonio Natural del Perú (PdP), se centró en traducir normas técnicas a acciones concretas que benefician a todos:

Protección ante todo (Salvaguardas): Se capacitó al personal para identificar a tiempo cualquier riesgo que una actividad de conservación pudiera causar a la población. La idea es simple: "prevenir antes que lamentar", asegurando que el cuidado del ambiente no afecte los derechos ni el bienestar de las familias locales.

Un canal directo de escucha (MAQS): Se reforzó el uso del "Mecanismo de Atención de Quejas y Consultas". Es como un buzón abierto y transparente, disponible tanto en libros físicos en los puestos de control como en nuestra web, para que cualquier ciudadano pueda opinar, reclamar o sugerir mejoras sobre cómo administramos las áreas.

La capacitación contó con la participación activa de aliados estratégicos como las ONG CEDIA y Naturaleza y Cultura Internacional. Con esto, el Sernanp reafirma su compromiso de ser una institución de puertas abiertas, donde la conservación se hace con la gente y para la gente, garantizando una gestión clara, segura y sin conflictos. Más allá de la tecnología, este esfuerzo busca construir confianza.