SERFOR impulsa el aprovechamiento sostenible de la castaña amazónica en Puerto Arturo, Madre de Dios

Nota de prensa
El Estado promueve las compras públicas de productos no maderables como la harina de castaña con plátano y bocaditos salados de castaña, fortaleciendo la economía local y el valor nutricional en los d
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23 de mayo de 2025 - 5:27 p. m.

Entre los meses de diciembre y marzo, la comunidad de Puerto Arturo, en la región Madre de Dios, se convierte en el escenario de una actividad ancestral que protege el bosque y sustenta la economía local: la recolección de la castaña amazónica, también conocida como nuez del Brasil.

Esta tradición, que ha pasado de generación en generación, es un ejemplo vivo de cómo el uso sostenible de los recursos forestales no maderables puede ir de la mano con la conservación ambiental. “Somos más de 30 comuneros los que participamos en la recolección de castañas. Esta actividad la aprendí de mis padres y gracias a ella hemos podido educar a nuestros hijos, alimentar a nuestras familias y construir nuestros hogares”, señala Lita Canelos Canelos, presidenta de la asociación Socios Castañeros de Puerto Arturo.

El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), cumple un rol clave en este proceso, brindando asistencia técnica y promoviendo modelos de gestión sostenible del bosque. Un ejemplo de ello es su trabajo articulado con la Asociación Forestal Indígena de Madre de Dios (AFIMAD), que cuenta con certificación orgánica y ha fortalecido las capacidades productivas de los castañeros locales.

Uno de los avances más destacados promovidos por SERFOR es el impulso a las compras públicas de productos forestales no maderables con valor agregado, como la harina de castaña con plátano y bocaditos salados de castaña, a través de los proyectos de ficha de homologación que se encuentran en proceso para su inclusión en las compras estatales a través del MIDAGRI. Esta iniciativa permitirá a gobiernos locales e instituciones educativas adquirir estos productos de forma eficiente, mejorando la nutrición escolar y dinamizando las economías rurales.

“El trabajo conjunto entre el Estado, las comunidades y las organizaciones es fundamental para garantizar una producción sostenible y con altos estándares de calidad”, afirmó Salvador Márquez Del Río, director de Promoción y Competitividad del SERFOR.

Puerto Arturo: un modelo de sostenibilidad

Ubicada en el distrito de Las Piedras, provincia de Tambopata, la comunidad de Puerto Arturo está conformada por más de 60 familias, de las cuales al menos 30 se dedican a la recolección de castañas. Gracias al aprovechamiento responsable de este recurso natural, han logrado consolidar una economía local sostenible.

Cada socio recolector gestiona un promedio de 33 árboles de castaña distribuidos en parcelas de unas 111 hectáreas, con distancias de al menos 1 hectárea entre cada árbol. “Cada árbol produce entre 10 a 50 cocos de castañas. Comenzamos limpiando el área bajo el árbol, luego recogemos los cocos, los abrimos para extraer las castañas con cáscara y llenar las barricas y sacos que luego serán vendidos”, explica Lita Canelos.

El uso de barricas es una práctica común que permite medir y manejar grandes cantidades de este fruto de manera eficiente, respetando también las tradiciones locales.

Técnica, fuerza y protección

La recolección requiere no solo fuerza y técnica, sino también medidas de seguridad. “El árbol de castaña puede alcanzar entre 35 y 50 metros de altura. Desde diciembre empiezan a caer los cocos, por eso usamos cascos. También llevamos grandes cestos en la espalda para recolectar y usamos ‘payanas’, una especie de palo con punta abierta para evitar tocar los cocos directamente, ya que puede haber serpientes u otros animales. Además, las botas de goma nos protegen de víboras y alacranes, y los machetes nos sirven para abrir los cocos y limpiar la zona”, detalla Nicolás Vargas Méndez, castañero de la comunidad.

Gracias a estas prácticas sostenibles, Puerto Arturo se ha consolidado como un ejemplo de buenas prácticas en el manejo de la castaña amazónica, demostrando que es posible conservar la biodiversidad del bosque mientras se mejora la calidad de vida de las comunidades que dependen de él.