El Bosque en nuestras manos

El Acuerdo de París, que fue adoptado por 196 Partes 8países) en la COP21 en París, el 12 de diciembre de 2015 y que entró en vigor el 4 de noviembre de 2016, fue establecido en respuesta al cambio climático. Tiene como fin principal unir esfuerzos globales para mitigar el incremento de la temperatura mundial en 1°C. En este contexto, los bosques son una alternativa natural para alcanzar, no solo los objetivos climáticos, sino también los de desarrollo sostenible.
Para tal fin, entre otros, se debe impulsar su manejo sostenible y promover las plantaciones forestales. De esta forma, es primordial, incentivar las plantaciones forestales con fines comerciales, a fin de producir madera, tanto para satisfacer al mercado interno, como para la exportación.
La madera, en su rol de biomaterial, se destaca por ser renovable, sostenible y ecológica. Su capacidad para almacenar carbono la convierte en una opción carbono negativa, crucial en la lucha contra el cambio climático. Además, la madera es reutilizable, adaptable y biodegradable, y además presenta propiedades antisísmicas y de aislamiento térmico y acústico.
En el ámbito de la arquitectura e interiorismo, la madera no solo es funcional, sino también estética. Su presencia crea atmósferas acogedoras, cálidas y agradables. Elegir madera de origen legal, certificada y sostenible, fortalece los vínculos entre las áreas urbanas y los bosques. De esta forma se promueve prácticas responsables y beneficiosas para el medio ambiente.
Nuestros bosques, cuando son gestionados de manera sostenible, se convierten en aliados poderosos en la búsqueda de un futuro más verde y esperanzador para la humanidad. Al utilizar madera de manera consciente y responsable, estamos tomando decisiones que impactan positivamente, tanto en el clima, como en la biodiversidad y la calidad de vida de las comunidades. Así, el bosque está verdaderamente en nuestras manos, como una herramienta vital para la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático.
Para tal fin, entre otros, se debe impulsar su manejo sostenible y promover las plantaciones forestales. De esta forma, es primordial, incentivar las plantaciones forestales con fines comerciales, a fin de producir madera, tanto para satisfacer al mercado interno, como para la exportación.
La madera, en su rol de biomaterial, se destaca por ser renovable, sostenible y ecológica. Su capacidad para almacenar carbono la convierte en una opción carbono negativa, crucial en la lucha contra el cambio climático. Además, la madera es reutilizable, adaptable y biodegradable, y además presenta propiedades antisísmicas y de aislamiento térmico y acústico.
En el ámbito de la arquitectura e interiorismo, la madera no solo es funcional, sino también estética. Su presencia crea atmósferas acogedoras, cálidas y agradables. Elegir madera de origen legal, certificada y sostenible, fortalece los vínculos entre las áreas urbanas y los bosques. De esta forma se promueve prácticas responsables y beneficiosas para el medio ambiente.
Nuestros bosques, cuando son gestionados de manera sostenible, se convierten en aliados poderosos en la búsqueda de un futuro más verde y esperanzador para la humanidad. Al utilizar madera de manera consciente y responsable, estamos tomando decisiones que impactan positivamente, tanto en el clima, como en la biodiversidad y la calidad de vida de las comunidades. Así, el bosque está verdaderamente en nuestras manos, como una herramienta vital para la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático.