Patricia Huamaní: "Soy Técnica en Saneamiento gracias a mi papá, por su ejemplo"

A sus 41 años de edad, Deysi Patricia Huamán Araujo se desempeña como técnica atendiendo ocurrencias en el Equipo de Operación y Mantenimiento de Redes de Breña, dentro del Grupo Funcional Recolección de Sedapal que se encarga de dar mantenimiento preventivo y correctivo a las redes secundarias de aguas residuales.

Patricia relata, con notorio orgullo, la historia de su padre quien luego de jubilarse tras permanecer largos años en Sedapal, legó a su hija la posibilidad de reemplazarla en la ardua tarea de atender desatoros -provocados muchas veces por la negligencia ciudadana- y solucionar, como ella misma dice, “como pudo” las ocurrencias que diariamente se presentaban.

“Yo al principio quise estudiar la carrera de Topografía y Geodesia, pero se abrió la oportunidad de estudiar la carrera de Redes de Agua Potable y Aguas Residuales en Sencico, gracias a un convenio que tenían con SEDAPAL. Es así que ingresé y me terminó apasionando lo que hago. Estudiar en SENCICO me ayudó a tener una visión más estratégica y salí adelante a pesar de ser la única mujer que se graduó de la promoción”, señala.

Todos los hombres de su salón -que ahora bromean con ella como una colega más- recuerdan los primeros días de estudio en la Escuela Superior Técnica del SENCICO. “Fue una emoción muy grande para mí ver mi nombre en la lista de ingresantes, pero a los pocos minutos reparé en que era la única mujer de toda la promoción, en ese momento me entró mucho miedo”, prosigue.

Patricia ha sabido abrirse camino en el sector de saneamiento a pesar de ser un sector que se sigue viendo como eminentemente masculino. Hoy en día, es una técnica reconocida, principalmente por su preparación y tenacidad y su capacidad para solucionar de manera oportuna las ocurrencias que se presentan.

Patricia ingresó a estudiar a SENCICO el año 2015 y egresó el 2017, junto con sus compañeros -que ahora llama colegas-. Pero el trayecto no ha sido fácil: tuvo que enfrentar el desgaste propio de trabajar y estudiar a la misma vez con una hija de 1 año -ahora de 10- y otra de 2 años -ahora de 12- (adolescentes ambas y con la valla bien alta por el ejemplo de su progenitora), tuvo que enfrentar la enfermedad de su madre y además se contagió de Covid en medio de la ola más fuerte de la pandemia. Nada ha sido fácil para ella desde entonces pero ha sabido surcar las adversidades de la vida gracias a las enseñanzas de su padre y a su capacidad de perseverar frente a los problemas.

“Un amigo mío del SENCICO en el momento más crítico cuando yo quería renunciar a mi trabajo y a mis estudios, me dijo que siga adelante, me motivó y eso me ayudó a no resignarme. Seguí adelante y ahora estoy aquí, con ganas de seguir escalando aún más mi carrera: ahora quiero seguir adelante con mis estudios de ingeniería civil”, nos cuenta.

No es únicamente por el ya reconocible mérito de ser mujer, que Patricia Huamán tiene ganado ya un nombre y es un ejemplo a seguir para sus hijas y toda su familia. Su padre está orgulloso, y la sociedad en su conjunto también debería estarlo porque al igual que Patricia, muchas mujeres pueden salir adelante y hablar apasionadamente de lo que hacen, logrando un cambio profundo y contribuyendo con la sociedad, a pesar de las dificultades propias de la vida y del sector construcción, que aún se piensa es solo para que tengan éxito los hombres.