Creando un espacio inclusivo: SENCICO reconoce a sus trabajadores discapacitados en su día.

Querer es poder. Dora Salazar Blas, licenciada en Educación, se desplaza en silla de ruedas tras un accidente. Sus estudiantes la esperan cada día con entusiasmo, acomodándose en sus escritorios y dejando el pasillo libre para que pueda enseñar sin obstáculos. Miss Dorita recuerda con cariño el primer encuentro con sus estudiantes al reanudarse las clases presenciales: "Hoy cumplo treinta años en esta carrera que tanto amo. Aunque el accidente dejó mis rodillas en mal estado, no me impidió continuar y alcanzar mis sueños junto a mis estudiantes", relata con orgullo. Ante esto, el Director Ing. Oscar Herrera confirmó: “En SENCICO brindamos todo el apoyo a través de la Ley de Educación para la Inclusión 30797. Nuestra profesora Dora Salazar es muy querida por sus alumnos, es una buena profesional. Tiene todo nuestro apoyo para continuar desempeñándose en su cargo y seguir formando profesionales”.

Por otro lado, Inés Morales trabaja como teleoperadora en la Central Telefónica. Desde hace tiempo, enfrenta el desafío de ser invidente, lo que ha supuesto retos en varios aspectos de su vida. Sin embargo, Inés se mantiene firme y supera cada obstáculo con determinación, realizando su rutina diaria con normalidad. Al igual que Miss Dorita, cuenta con el apoyo constante de su institución y compañeros, quienes, con gran cariño, han hecho de su entorno laboral un lugar en donde la empatía y el respeto prevalecen.

Estas son dos de las muchas historias de superación que existen dentro de nuestra institución. En SENCICO, respetamos los principios de inclusión y accesibilidad para las personas con discapacidad. Tomando en cuenta sus necesidades, adecuamos sus espacios de trabajo para que se desempeñen con normalidad y, lo más importante, nos aseguramos de mantener un ambiente tolerante donde la discriminación no tiene lugar. En el Día Nacional de la Persona con Discapacidad, saludamos a estas personas y sus historias de lucha.