Discurso del canciller González-Olaechea en la ceremonia de juramentación del embajador Camino como viceministro de Relaciones Exteriores
Discurso
3 de abril de 2024 - 6:09 p. m.
Muy buenos días
Hoy para mí es un día especialmente feliz, en donde voy a expresar y me voy a quedar corto, toda la gratitud respecto a los protagonistas principales de la jornada.
Querido Ignacio, querido Peter, y como no me gusta la palabra vocativos, voy a, si me lo permiten, señores y amigos excancilleres y miembros del servicio, romper el orden.
Muy querida Carmencita, amiga de hace más de 40 años, señora doña Joyce de Camino, muchas gracias por acompañarnos y muchas felicidades por el hijo que tiene.
Señor viceministro, Peter Camino Cannock, querido Peter;
Señor embajador Ignacio Higueras Hare, exviceministro de Relaciones Exteriores, querido Ignacio;
Señor nuncio apostólico de la Santa Sede, excelentísimo señor Paolo Rocco Gualtieri;
Señor secretario general Relaciones Exteriores, embajador Eric Anderson, querido Eric;
Uno aprende, quizás no el error, pero si de la ignorancia, y conocedor hoy que este es para mí un evento sustantivamente institucional, exclusivamente institucional, pero que está siendo grabado por el canal de streaming, de cuya señal se cuelgan cualquier persona, cualquier medio de comunicación, lo que no supe hace algunas semanas. Voy a, por eso concentrarme en Torre Tagle, para no recibir elogios y cariñosas expresiones.
Para Javier González-Olaechea Franco, un canciller que durará lo que Dios disponga, lo que la presidente también decida y lo que también yo pueda decidir, la significación de este evento es la enaltación a su máxima potencia del Servicio Diplomático de la República, de Torre Tagle, para que todos podamos conjuntar esfuerzos como si fuera una ecclesia y ser partícipes de una misma fe. Y esa fe no es otra que el porvenir del Perú, entendiendo el porvenir de los destinos del Perú como una razón de Estado, no se puede concebir de otra manera y así lo podemos encontrar en estas primeras definiciones de razón de estado en el siglo dieciséis y posteriores principalmente en Francia.
Torre Tagle es el Servicio Diplomático de la República, por excelencia una razón de Estado, que suma no solamente al personal diplomático, sino a todos los funcionarios bajo cualquier categoría o modalidad, que contribuyen a la misma familia y al mismo destino. Y en esto, incluyo a todos los que nos sirven desde el exterior, los que están en Lima y los que están en sus sedes respectivas.
Y, por cierto, con mucho orgullo porque ya conozco en parte a las nuevas generaciones y los nuevos diplomáticos con los que tengo cotidianamente trato. Arriba están, les envío un abrazo o un beso según corresponda.
Cuales son a mi modesto entender, y así lo entendí cuando observé a mi padre como diplomático, a mi hermano Manuel como diplomático, a don Javier Pérez de Cuéllar, que me distinguió al permitirme colaborar con él tres años, y en las largas conversaciones, muchas con don Carlos Alzamora Traverso, cuyo nombre hemos perennizado en el nuevo edificio que pertenece a Relaciones Exteriores, gracias a la gestión de mi querido Elmer y de Ignacio como vicecanciller con un busto y un edificio que lleva su nombre don Carlos Alzamora Traverso.
¿Qué entendí?, la calidad de un diplomático es una pluralidad o responden a una pluralidad solamente de bondades, solamente de calificativos dignificantes. En primer lugar, el servicio al Estado, por cuanto el Estado, la nación y el servicio diplomático hacen una trilogía que nos obliga a todos a honrar el juramento cuando se asume una función.
En segundo lugar, la condición de conocer de aprender a aprehender, de conocer en primer lugar a nuestros más cercanos colaboradores hacia arriba a quienes nos dirigen y a quienes dirigimos o dirigen los diplomáticos. Es una suerte de ejercicio, de 360 grados, sin pausa, sin término, sin horario y como dice la canción, ni calendario, hasta los domingos.
Un conocimiento de nuestra condición multicultural porque eso es lo que es el país, eso es lo que es nuestro amado Perú: conocer profundamente nuestras raíces mestizas, quiénes fuimos hace seis mil años, hace cuatro mil años, hace mil años, bajo el virreinato, bajo el incario primero, el virreinato -porque no fuimos colonia, fuimos un virreinato del reino de España- y posteriormente una República de la que nos honramos pertenecer y a la que tratamos de servir.
Identificar también como parte de esa calidad del diplomático, todas las potencialidades, las capacidades, ejerciendo más y mejor nuestro liderazgo en el nivel en que nos encontremos. Los diplomáticos, sean embajadores, sean primeros secretarios, sean tercer secretarios, siempre ejercen un liderazgo por el solo hecho de ser, incluso los administrativos parte de esta casa.
Cuando uno viaja o no viaje o se sube a un autobús o se traslada en su propio automóvil, quienes los conocen, quienes nos conocen, saben que somos parte de Torre Tagle. Entonces no cabe la alternativa de tener un desliz, de tener una falla en la dignidad en el ejercicio de nuestra función.
Liderar obviamente significa orientar a los más jóvenes, pero orientar empáticamente entendiendo que si bien hay jerarquías debemos comprender que las nuevas generaciones tienen también sus propias inquietudes y apreciaciones respecto a la realidad nacional y al contexto internacional propias de sus vivencias, de sus contemporáneos, de las familias a las que pertenecen y respecto a las cuales también deben atender sus necesidades.
El liderazgo humano entonces para completar un esbozo de lo que yo entiendo es un diplomático, es un liderazgo personificado, individualizado. Puede estar destinado a un grupo de personas, pero cada grupo de personas se llama Jaime, Carlos, Susana, y así sucesivamente, cada uno tiene su identidad y cada uno tiene sus derechos, y nosotros en la posición que estamos y especialmente ustedes los diplomáticos tienen que entenderlo, asimilarlo para ser mejores jefes y quienes son dependientes funcionalmente de jefes, aprender también a conducirse de esa manera.
Mi agradecimiento a Ignacio es más que especial. Yo no lo conocía, prácticamente, en funciones cuando asumí la dirección de Torre Tagle, y progresivamente, pero instintivamente desde el primer día me di cuenta de una gran calidad. Es una muy buena persona, si no se es una buena persona, no se puede ser buen funcionario, buen servidor, y con el tiempo como a todos los principales jefes de la Cancillería, y a la gente más joven, y a la gente de gabinete le dije aconséjame, si me tienes que decir algo de lo que me estoy equivocando hazlo, te lo pido por favor.
Lo recordarán muy bien los directores generales en aquella reunión, porque si me equivoco una vez, claro se equivoca Javier González-Olaechea Franco, pero se equivoca el Canciller de la República, y entonces le hace un daño a Torre Tagle, y si no se da cuenta de esa equivocación vuelve posiblemente a equivocarse y dañar aún más a Torre Tagle.
Ignacio lo tomó al pie de la letra, pero lo hizo con una exquisita oportunidad, palabra y gesto, varias veces me dijo “canciller, creo, considero, que mejor esta decisión hay que matizarla, calibrarla con esta otra circunstancia” y por lo menos, no llevo la cuenta como sí en otras decisiones, por lo menos en siete u ocho oportunidades, Ignacio, tú tenías la razón y evitaste que cometiera un error.
Ignacio ha hecho un recuento de sus dos viceministerios, pero los logros del 2023 sustantiva y especialmente los que yo he podido apreciar desde noviembre pasado, y voy a tener que leerlos para, o enumerarlos o enunciarlos, para no obviar ninguno importante, son logros tuyos, de Peter, de todos los directores generales y, por cierto, de todo Torre Tagle.
La participación en APEC, prepararla, preparar nuestra misión para que, a los pocos días de asumir, a escaso cinco días de asumir la Cancillería, estaba yo ya en San Francisco con un equipo de avanzada, extraordinariamente profesional, dedicados veinticuatro sobre siete para obtener lo que se obtuvo ahí. No solo me tocó ofrecer al Congreso de la República la entrega formal de la presidencia pro tempore de los Estados Unidos de manos de su presidente a nuestra presidente constitucional, sino en adición siete cumbres sustantivas, con siete países, todas con contenido, con agenda que fuera preparada, por cierto, supervisada, por mí, por Ignacio, por América, por multilaterales y demás.
En adición a la cumbre con la directora general del Fondo Monetario Internacional y a las cuatro bilaterales como canciller destaca mi primer y muy fructífero encuentro con quien me llama “mi amigo Javier, el ministro de Relaciones Exteriores del Perú”, Antony Blinken.
El plan de acción resolutiva, el PAR, que no hubiese sido posible en primer lugar sin la destacada e invalorable gestión de nuestro Secretario General de la Comunidad Andina, que se negoció mientras estábamos en Davos, tras los sucesos de Guayaquil y de Quito, de manera que el equipo peruano, inteligencia, migraciones, relación exterior, defensa, interior y justicia, fueron trabajando la propuesta peruana con los otros cuatro tres cancilleres o tres cancillerías, y ni bien aterrizado de Davos, el domingo 21 de enero a las 6 am, a las 10 am comenzamos a negociar, y como no creo, y lo dije anticipadamente a las cuatro cancillerías, en las declaraciones que no son vinculantes, con anterioridad lo había anunciado en una entrevista en RPP, quisiera un acuerdo resolutivo. Así lo negociamos, concordamos con países con los que teníamos y tenemos algunas diferencias: los cuatro países priorizando el objetivo común que era la lucha frontal contra la delincuencia internacional organizada, decisión 922 de la Comunidad Andina que es conforme a los estatutos y a la normativa de la comunidad, un tratado vinculante.
En adición, por cierto, Ignacio ha contribuido con los demás colegas en darle un mayor dinamismo y contenido al CONADIF, vale decir el Consejo Nacional de Integración Fronteriza. Ha ganado, a mi entender, y son aspectos que uno no puede publicitar, mayor contenido y dinamismo bajo la dirección y guía de Ignacio. Y ni que decir de la OCDE, de nuestro proceso de ingreso e integración cuya aceleración que, como todos saben, requiere una sumatoria de pasos acumulativos, también se lo debo, se lo debemos todos a Ignacio y al equipo que él ha liderado.
La presencia, ni qué decir en el Foro Económico de Davis, por cuanto la presidenta de la República no asistía: encabecé la delegación en una experiencia frenética entrando por pequeños pasillos a pequeños cuartitos casi ratoneras, con más de veinte encuentros sustantivos, con interlocutores del mundo económico global, pero en el que participan también representantes gubernamentales y allí obtuvimos como Torre Tagle, algunos logros.
El más inmediato es la visita, entiendo por primera vez, del Canciller de Suiza, la primera semana de julio encabezando una delegación de cooperación técnica a los efectos de atender nuestras necesidades. Pero también otras reuniones muy importantes de cuyos contenidos, avances y posibilidades de acuerdos se está haciendo seguimiento para que sea próximamente, como funciona en la diplomacia, tanto en el sector privado como en el sector público, que se concreten en hechos puntuales.
En Davos me encontré con una embajada acreditada ante las Naciones Unidas con sede en Ginebra absolutamente consciente de la visión del Perú, absolutamente conocedora de los procedimientos y de los, digámoslo de esta manera, de los contactos y de las fibras que había que tocar en cada reunión que incluyeron además cinco titulares de organismos internacionales, con los cuales hemos comenzado un proceso de cooperación en favor del Perú.
Igualmente, en la preparación de mi asistencia a la Conferencia de Seguridad de Múnich, conferencia cuya génesis la podemos encontrar en los sesenta años de existencia, fue creada por un mariscal de campo disidente del Tercer Reich y que tenía y tiene por objeto abordar y no como se ha dicho por ahí en la prensa extranjera, algunos gobernantes demagógicos y populistas, abordar los problemas de la inseguridad/seguridad global.
Tres semanas antes, nos pusimos a pensar, hablo en plural, qué podemos proponer de distinto, porque era la primera vez, y así me fue confirmado en la primera reunión por el presidente de la Conferencia, que asistía el Perú o un peruano a esta conferencia que agrupa a representantes de los gobiernos, a representantes de empresas privadas vinculadas a la ciberseguridad, vinculadas a las industrias de armamento, vinculadas también a instituciones que procuran y estudian cómo resolver los conflictos internacionales en el marco de la carta de San Francisco, la resolución pacífica de los mismos.
En Múnich dijimos se abre una oportunidad y acorde con mi primer mensaje, aquí, el día que asumí, hablé de un multilateralismo -no recuerdo exactamente la expresión, pero sí el concepto- que estaba en crisis, y sobre el cual nosotros como país potencia en ideas, potencia en diplomacia, podíamos proponer. Buscamos en los archivos, en la dirección general de Asuntos Globales y Multilaterales cuáles habían sido las iniciativas principales cuyo registro teníamos desde 1979, ocho iniciativas de reforma del Consejo de Seguridad. Esas ocho iniciativas, rápidamente pude observar que tenían dos características, la primera de ellas era que eran iniciativas de varios países, la segunda característica era que estas iniciativas por afinidades biológicas o geográficas pedían un aumento de la cantidad de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad y ante un artículo que dejé en el tintero, justo antes de asumir la Cancillería y que se llamaba “La mayoría de uno”, claramente dije acá hay una oportunidad o acaso por eso me invitaron a participar, porque la invitación vino para también exponer lo que podíamos proponer en el panel ad hoc sobre las reformas del sistema Naciones Unidas. Se daba y se da la paradoja contraria al espíritu de la Carta de San Francisco que la mayoría de uno se impone: de los 193 países que conformamos las Naciones Unidas, basta con un veto para que no prospere una iniciativa en procura justamente de que la Carta de San Francisco sea una realidad.
Y, no voy a decir estudiando, pero encontrando la lógica de las posiciones y de los bloqueos permanentes que ha caracterizado en los últimos años al Consejo de Seguridad, pensé que una formula podía ser proponer la mayoría de tres, en el entendido que hay dos países que votan siempre igual y hay otros dos que pueden juntar sus esfuerzos, actuar en pareja o individualmente.
Esta iniciativa, cuando participé en el panel, fue la única, la última en presentarse en un grupo integrado por uno o dos primeros ministros en funciones, un ministro del interior en funciones, otro canciller y un experto e Naciones Unidas, todos quienes me antecedieron pedían lo mismo, más miembros del Consejo Permanente. Y en los pasillos de Múnich, esta iniciativa fue muy bien recogida, en las entrevistas que también se podían producir en esta importante conferencia durante tres días, varios cancilleres con los que sostuve reuniones bilaterales concordaron que era una iniciativa diferente, uno de ellos la califico de astuta y otro de superadora.
Al final del panel, le preguntaron, nos preguntaron a cada miembro, resuma en tres palabras su iniciativa o propuesta. Cada uno dijo lo suyo se excedieron en más de las tres palabras y yo dije step by step, paso a paso, y después en las semanas siguientes fui recibiendo distintas expresiones como por ejemplo el secretario para Asuntos Exteriores de la Santa Sede, quien encontró que era una iniciativa que también posiblemente recogía el espíritu del estado del Vaticano como miembro observador de las Naciones Unidas.
Y en la reunión de la CELAC, cuidadosamente preparada por el vicecanciller, por Peter y por Asuntos Globales, por el embajador Rodríguez, tuve varios encuentros ahí, bilaterales, pero uno de ellos me había sido sugerido que era un encuentro con el señor Secretario General de las Naciones Unidas y efectivamente lo tuvimos el día sábado en San Vicente y las Granadinas, y el señor Secretario General me confirmó lo que ya había dicho y me había expresado en un mensaje escrito el coordinador residente de las Naciones Unidas en Lima, el secretariado había acogido con muy buenos ojos esta propuesta de la mayoría +3 “UN3+”. Y el propio Secretario General, y como nos están grabando es bueno que se sepa, me confirmó que ya había hablado reiteradamente con las cinco potencias que ejercen el poder de veto y que habían aceptado las cinco potencias iniciar un proceso que puede durar un tiempo, en términos de historia, un año, dos, tres, cuatro, no es nada, ha aceptado la posibilidad de iniciar negociaciones para la modificación, no me dijo de cuantías, no me dijo de capacidades de Consejo de Seguridad, pero sí de lo sustantivo del Consejo de Seguridad, entendiendo entonces que es un proceso en principio de no retorno. Evidentemente yo le dije lo mismo que había resaltado en Múnich: cuál era la legitimidad de la propuesta peruana de la mayoría más tres. En primer lugar, el Perú no pedía nada para sí, no pedía un asiento, pudiendo decir nosotros tenemos una Torre Tagle histórica con una diplomacia que siempre ha cumplido con la Carta de San Francisco, sin excepciones, que nuestra propuesta al no pedir nada para sí, era pro humanitates, pro dignidad, en favor de la humanidad y en favor de la idea de las personas y que eso le daba mucha más legitimidad que pedir un asiento como ha sido el patrón de propuestas de reformas que conocemos o registramos de 1979 en la Cancillería, y esto cuando uno no pide nada para uno, sino pide para la Comunidad Internacional, creo que no le puede quedar a nadie ninguna duda de la intención legitima y de la vocación pacifista acorde al derecho internacional de nuestro país y especialmente de Torre Tagle y de su servicio diplomático.
La contribución, el siguiente término, a la mejora del sistema interamericano de derechos humanos. Hemos estado trabajando conjuntamente con el Misterio de Justicia, ratificando que somos parte y que seguiremos siendo parte del sistema interamericano en una propuesta, aun no acabada pero que tendrá por finalidad llamar la atención a los Estados parte de la OEA, sobre los que consideramos que son algunas extralimitaciones, algunos casos en donde las diferentes organizaciones que conforman el sistema han privilegiado en los últimos veintitantos años aproximadamente, según tenemos registrados sus pronunciamientos o sentencias, a un sector de la población nacional o regional, sin entender que los Estados tienen el derecho en el marco de la ley de garantizar su integridad y su sobrevivencia. Cuando uso este término explícitamente, sobrevivencia, es porque el Perú en un tiempo determinado estuvo bajo el acecho de Sendero Luminoso, cuyo objetivo no era subvertir solamente el orden, sino hacerse del poder por la vía del fusil, por la vía de los ajusticiamientos, hasta de los inocentes.
Esto no constituye, de ninguna manera, desconocer los excesos que se produjeron por parte del Estado y de las fuerzas del orden en su oportunidad, y esta propuesta de reforma -que va a ser compartida con las cancillerías- cuyo contenido central le transmití al Secretario General, Luis Almagro, en mi última visita a Washington porque es mejor hacerlo directamente - incluye, obviamente, la rendición de cuentas, el conocimiento de los fondos extra de la organización recordando que hay más de 50 países miembros, que son Estados observadores y que dirigen fondos, con una agenda que no necesariamente siempre calza con los intereses soberanos de sus países, en el caso del Perú, por lo menos, y el de varios también.
La contribución de Ignacio, de Peter y de todo el equipo también la debo destacar porque el Perú obtuvo la distinción de estatus de “Socio de Desarrollo” de ASEAN. Y finalmente la modernización de los tramites consulares. Y digo finalmente por no decir, y mucho y mucho y por tercera vez y mucho más de la gestión bajo el liderazgo interno de Ignacio.
Querido Ignacio, trabajar junto a ti me ha permitido conocerte, yo diría de una manera muy profunda y creo, si me lo permites afirmarlo que he ganado un muy apreciado amigo, me precio de tu amistad y me precio de ser testigo de todas tus condiciones y tu bonhomía y por eso estoy absolutamente seguro que tus nuevas funciones como nuestro representante ante el Reino Unido será brillante, pero que también podrás contribuir como le pido a todos, los que están en Lima y en el exterior, con propuestas y advirtiendo riesgos.
Mi querido Peter, en nuestra amistad de 40 años, así como con Eric, y en el ejercicio de mis funciones no he hecho más que reconfirmar lo que siempre sentí, lo que siempre pensé, quiero que lo escuches bien Carmen y la señora Joyce: eres junto con Ignacio un claro ejemplo de lo que puede ser integralmente un diplomático. No puedo esperar más de ambos, me atrevería a decir que personifican día a día lo que mencioné y escuché al respecto a mi padre, a mi hermano, a don Javier Pérez de Cuellar y a Carlos Alzamora, quien me amenazó por cierto hace 20 años que si lo seguía tratando de usted no seguía conversando conmigo.
¿Qué puedo esperar del nuevo jefe del servicio diplomático, querido Peter? Todos los éxitos que ya te conocemos. Mis éxitos son los éxitos del país. Tus éxitos son los éxitos del servicio diplomático de la república. Personalmente creo que todos te deben seguir. Pero, así como todos te deben de seguir, estoy seguro que sabrás escuchar a todas las generaciones, a las más jóvenes, a las que muchas veces por las formalidades, porque somos una estructura vertical, no se arriesgan, no sé si esa es la palabra correcta, no se aventuran a ofrecer su opinión como lo mencioné en el contexto en el que viven y de las expectativas de las nuevas generaciones que interpretan a un Perú distinto, que por cierto ha variado en los últimos 40 años, desde que yo termine la universidad, un poco más y regresé a Lima.
De manera que, eso es lo que espero, como dijo y recordó Ignacio: lo espero todo, pero no por mí, por Torre Tagle que te merece. Por Torre Tagle que te aprecia. Por todos esos colaboradores que tú has individualmente, con exquisita gratitud, mencionado sin, estoy seguro, evitar u obviar algún nombre.
Finalmente, queridos amigos, próximamente vamos a celebrar y me dicen que es la primera vez, la primera reunión de embajadores que tenemos en todo el mundo con toda la plana mayor de la Cancillería en Lima. Haremos un retiro. Vamos a hacer este ejercicio para en primer lugar integrarnos más, o si cabe la expresión, integrarlos más, se da el caso que hay embajadores en el extranjero que no conocen, porque no han coincidido en el destino o porque se llevan 15 años de diferencia con sus colegas embajadores, que están en otros destinos o que están en Lima.
Se da el caso, también, de que muchas veces tienen apreciaciones de la realidad en la que están insertos en ese momento, que no se pueden poner en un memorándum o en un informe. Entonces, esta reunión tiene como finalidad integrarlos, integrarnos, me incluyo, con una seria de ejercicios, presentaciones, pocas de la casa, más de fuera de la casa, algunas académicas, comenzando por un ejercicio que creo es una novedad: cada embajador en el extranjero (vienen 5 cónsules generales también, que atienden las comunidades peruanas más voluminosas) va a llegar con un sobre escrito en una computadora, de manera que no se puede saber quién lo deposita, lo deja en un ánfora y lo vamos a procesar en el transcurso de los días, resumiendo en un número determinado de palabras cuáles son los problemas que observa internamente en la gestión de la Cancillería, los problemas externos, las amenazas; en fin, un cuestionario de 6 preguntas con la obligación de hacer propuestas. Es decir, no vale con solamente decir no funciona lo suficientemente bien, por ejemplo, la atención del seguro médico, la línea de carrea y demás, sino con propuestas. Paralelamente habrá un trabajo de equipo que irá procesando esta contribución y hará un pequeño resumen de manera de presentarlo hacia el final de la jornada. Vamos a rescatar las que son más viables e inmediatas, de forma que todos nos aseguremos que esa encuesta anónima sea lo más productiva.
Y en tercer lugar y último de esta reunión, me he tomado - ahí está lo que Patricia mi esposa me dice tú te metes hasta en los detalles, tu lado femenino - la atención y el tiempo para diseñar la conformación de las mesas, vale decir, almuerzo y cena en la Base Naval de Ancón para que no se repitan los mismos de manera que Pedro, que es amigo de Carlos, no se siente de nuevo en la segunda mesa que Carlos. Que roten y de esa manera, en la noche evidentemente con algún buen aperitivo, todos conversar.
Lo ultimo es que Torre Tagle en los próximos 60 días se abre al público. ¿Qué quiere decir esto? Los limeños, los provincianos, los peruanos en general, y los extranjeros deben apreciar la majestuosidad, la belleza y todo el significado histórico que tiene esta casa. Se está diseñando un dispositivo para que vengan en visitas cortas, con un historiador, con algunas guías, gratuito el acceso de 15 o 20 personas con los controles de seguridad. Así como cuando uno va a ver un museo: todas las salas abiertas, y se explica todo lo que significa. Entran 15 personas con todas las medidas de seguridad despojándose de absolutamente todo, acompañados por personal de seguridad también, hacen el recorrido y se retiran. Deben de esta manera entender y seguramente apreciarán lo que han hecho los diplomáticos, los cancilleres, los grandes embajadores y funcionarios, y cada uno de los que pasó, funcionario o no, por esta cancillería. Se van a exhibir también unas ciertas infografías, sobre el servicio diplomático, también sobre el fallo de La Haya que fue delicadamente preparada y dirigida por Franca y otros colaboradores de manera que aprecien que Torre Tagle sirve, los sirve a todos. Que aprecien que Torre Tagle fue, es y seguirá siempre siendo una institución más que valorada en el contexto internacional y aún más en el contexto regional, libre de la politización que en otras partes es pan de todos los días.
Gracias una vez más querido Peter, gracias una vez más querido Ignacio, a todos ustedes por su paciencia les extiendo un abrazo o un beso, según corresponda.