Palabras del Canciller González-Olaechea Franco en la ceremonia de zarpe de la Trigésima Expedición Científica del Perú a la Antártida

Discurso
Palabras del Canciller González-Olaechea Franco en la ceremonia de zarpe de la Trigésima Expedición Científica del Perú a la Antártida

19 de diciembre de 2023 - 12:20 p. m.

Muy buenos días,
Señora Presidente Constitucional de la República, doña Ercilia Boluarte Zegarra;
Señor Ministro de Defensa, General Jorge Luis Chávez Cresta;
Señor Comandante General de la Marina de Guerra del Perú, Almirante Luis Polar Figari; Señores Comandantes Generales;
Señor Comandante del BAP Carrasco, Capitán Diego Gago Rojas;
Señor Vicario Castrense;
Señores Embajadores;
Señores Miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante el Gobierno del Perú;
Oficiales;
Personal Civil, Militar;
Peruanos y peruanas todos.

Siendo el Ministerio de Relaciones Exteriores el ente rector de la Política Nacional Antártica, le ofrezco, señora Presidente Constitucional de la República, la más cordial bienvenida, por cuanto su presencia testimonia el compromiso del Perú con los objetivos del Tratado Antártico como parte de la política exterior reforzada.

La Antártida contiene el 90 % del hielo de la tierra y aproximadamente el 70% de su agua es dulce. Es fuente de vida y guarda la memoria, a ojos de muchos especialistas, de nuestro planeta. Pero nuestra memoria marítima es muy rica y antigua. Veamos. Repasemos un poco.

Los peruanos, desde antiguo, tuvimos una relación muy estrecha con el mar y surcamos las aguas buscando nuevos horizontes. Por ejemplo, el caballito de totora, tan propio de las culturas Mochica y Chimú, simboliza milenarias leyendas buscando la pesca de los peruanos. El caballito de totora, por cierto, es considerado Patrimonio Cultural de la Nación. Sobre nuestra relación con el mar, encontramos muchos estudios. La Marina de Guerra de Grau ha realizado grandes labores de investigación y ha documentado toda su magnífica y gloriosa trayectoria.

Pero más adelante, encontramos también en el embajador Guillermo Lomas Villena una historia marítima del Perú, así como en el historiador José Antonio del Busto del libro titulado "Tupac Yupanqui, descubridor de la Oceanía". Pero remontémonos siglos atrás.

En 1567, Álvaro de Mendaña partió de aquí, del Callao, y descubrió las Islas Salomón, y tiempo después, retorna a estas costas. El embajador y jurista Ernesto Pinto Basurto Ritler, quien rescata del olvido a Isabel Barreto, una peruana que, junto con su marido de Mendaña, 40 años mayor que ella, se propone completar nada menos que el propósito de Colón, entonces, de llegar a China.

All comando de una expedición compuesta por 4 embarcaciones y financiada por la propia familia Barreto, la flota se hace a la mar en Paita y descubren en el camino pretendido a la China, las islas Marquesas. Justamente en 1595. Las islas Marquesas quedan frente al Perú, a una distancia un poco mayor que las islas de Pascuas respecto de Chile. Poco después, al fallecer Álvaro de Mendaña, Isabel, peruana, asume, como era la práctica de entonces, los títulos y la condición de almirante y de adelantada. Pinto, tras un intenso viaje por la Polinesia, recoge en su reciente obra "Isabel de los Mares" algunos vestigios históricos poco conocidos por nosotros los peruanos, como la figura rupestre de una llama y el baile del Túpac, popular en la isla de OA. Igualmente, nos confirma que el estrecho que separa una de las 6 islas habitables de las Marquesas lleva el nombre de Túpac. Por cierto, Amaru es un apellido común en las Marquesas.

Según el jurista diplomático, Isabel Barreto llega a las islas Luzón y luego a Manila. Realiza desde allí el primer embarque de productos chinos, abriendo entonces el comercio con América del Sur.

Un 21 de diciembre de 1605, Pedro Fernández de Quirós, quien fuera piloto mayor de Isabel "Isabel de los Mares", sale del Callao en busca de la Terra Australis Ignota. La expedición con 300 hombres solo llegó a las islas Tumutu y Vanauto, por cuanto Quirós, enfermo, 9 años después muere en Panamá.

Así vemos cómo entonces, entre 1567 y 1605, tres expediciones partieron de puertos peruanos hacia el oeste, tratando de encontrar la enigmática Terra Australis o nuevas islas, siendo la de mayor alcance la de Isabel "Isabel de los Mares", mujer de su época. Isabel Barreto es un personaje inconmensurable, de desafíos y grandes éxitos, acaso de dimensión universal. Retornó al Perú y falleció en Huánuco, luego de haber recorrido distancias mayores acaso que las propias de Cristóbal Colón.

Estas tres expediciones constituyen las primeras empresas navales que zarparon de nuestras costas, por ende, las predecesoras del buque oceanográfico Carrasco. Isabel Barreto o Isabel de los Mares debería ser fuente de inspiración de las más de 20 mujeres que hoy, y en el curso de los mares, se seguirán embarcando en esta magnífica expedición. Subrayando que el Perú es parte consultiva del Tratado Antártico desde 1989, ergo, coadministramos dicho continente y cautelamos nuestros intereses y derechos antárticos.

En nuestras expediciones científicas antárticas participan nuestros institutos armados, la academia y prestigiosos investigadores. Hemos realizado 29 expediciones científicas, por años con el histórico buque de investigación Humboldt, y desde 2017 con este moderno buque de investigación oceanográfica de la Marina de Guerra del Perú.

La red de administradores de programas antárticos de América Latina, por cierto, a estos efectos, es un valioso mecanismo de diálogo, de cooperación logística y operativa, así como del intercambio de visiones, experiencias y buenas prácticas. Hoy, el Perú inicia su 30ª expedición Antártica, cuyo programa de investigación está conformado por 12 proyectos, de los cuales 10 son nacionales y 2 internacionales, en colaboración con las repúblicas de Chile y Argentina.

La expedición está compuesta por 33 expedicionarios científicos provenientes de 9 entidades públicas y privadas, a quienes el BAP Carrasco les proporcionará las facilidades tecnológicas más modernas al tiempo de brindar muy valiosas condiciones para desarrollar los proyectos de investigación con la mayor calidad posible. Para ello, también se contará con el apreciado apoyo de la Fuerza Aérea del Perú, aportando un avión Hércules y el helicóptero también proveniente de nuestra Fuerza Aérea, que facilitarán el traslado del personal y del material desde el Perú hasta la Antártida.

Asimismo, las actividades en la Antártida no serían posibles sin el acondicionamiento y mantenimiento de las instalaciones de la extensión científica Machu Picchu, a cargo de nuestro Ejército, que también ha tenido en su responsabilidad la capacitación en supervivencia de nuestros expedicionarios civiles.

Finalmente, señora Presidente Constitucional de la República, autoridades presentes, familiares de quienes zarpan en esta expedición, agradezco de manera especial a los gobiernos de Chile y Argentina y a todos quienes han hecho posible que hoy le demos la más cordial salida, las bendiciones del caso y los mejores augurios a esta nueva aventura naval, científica y diplomática, bajo la bandera sagrada del Perú.

Buenos días.