Palabras del señor Canciller César Landa al cierre de la 52ª Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA)
Discurso
7 de octubre de 2022 - 11:21 p. m.
Señor Secretario General;
señor Secretario General Adjunto;
señoras y señores representantes de los medios de prensa:
señor Secretario General Adjunto;
señoras y señores representantes de los medios de prensa:
Me complace informarles que la 52ª Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, organizada por el Perú, ha sido un éxito rotundo. La capacidad y el nivel de convocatoria de esta reunión continental fue la más significativa de los últimos años, contando con la presencia de 21 cancilleres, altos representantes de 37 estados observadores, multitud de empresarios que participaron en el foro empresarial, y más de 400 organizaciones de la sociedad civil, de los trabajadores y otros actores sociales, así como con un importante número de jóvenes de todos los estados de la región. Dicho nivel de convocatoria reafirma la confianza de los ciudadanos en la OEA como el principal foro de nuestra región para el diálogo político y la búsqueda de soluciones conjuntas a los desafíos compartidos.
La importancia de esta cita continental radica no solo en la oportunidad de tener este espacio de diálogo franco y abierto, sino también en tratar a fondo algunos de los problemas más acuciantes para nuestras sociedades. Uno de ellos, quizá el principal y más nocivo para nuestra integración y el goce pleno de los derechos de nuestros ciudadanos, es el que el Perú propuso como tema central de esta Asamblea, incidiendo también en la única manera de abordarlo: “Juntos contra la desigualdad y la discriminación”. Juntos porque solo así será posible articular las políticas que conduzcan a reducir las brechas sociales y la intolerancia. Juntos porque solo así podremos trabajar para entendernos mejor y comprender que los pueblos de las Américas están unidos por un destino común.
Esta tarea demanda el mayor de los esfuerzos para procurar que todos y todas puedan vivir con dignidad, de manera que su realización personal sea también nuestra realización colectiva. Es por eso que en esta Asamblea General hemos identificado las preocupaciones más apremiantes del contexto internacional y consensuado los compromisos regionales y nacionales para hacerles frente, los cuales se han visto plasmados en la Declaración de Lima “Juntos contra la desigualdad y la discriminación”, que incide en la necesidad de garantizar el pleno goce de los derechos humanos y libertades fundamentales, en especial de las personas pertenecientes a grupos en situación de vulnerabilidad que han sido históricamente discriminados, afectando transversalmente la gobernabilidad democrática.
Esta cita hemisférica fue una especial ocasión para sostener reuniones bilaterales con las altas autoridades de los diversos países del mundo que nos acompañaron estos días en Lima, así como de distintos organismos internacionales. En ese sentido, la Asamblea General de la OEA sirvió para potenciar los intereses del Perú, tanto en el ámbito bilateral como multilateral, y nuestro país espera que sea un punto de partida para concretar proyectos en beneficio de los más necesitados.
Por otro lado, se sostuvo un intercambio muy productivo con 14 estados de la Comunidad del Caribe (CARICOM), países hermanos del Perú con los que nos unen especiales lazos históricos. Se tiene previsto aprovechar las potencialidades que ofrece la relación con ellos en mutuo beneficio.
Además, en el marco de esta Asamblea, se discutieron más de veinte temas de interés regional, y se aprobaron catorce resoluciones y cuatro declaraciones de importancia continental, en las cuales se delinean acciones concretas a desarrollarse en el marco de los cuatro pilares de la Organización: democracia, derechos humanos, desarrollo integral y seguridad multidimensional. Entre las resoluciones más resaltantes están las adoptadas sobre la situación en Nicaragua y Haití, “El liderazgo de la mujer en la promoción de la igualdad de género y la democracia en las Américas”.
Destaca también la resolución “Recuperación y fortalecimiento de sistemas de salud inclusivos y resilientes”, impulsada por el Perú, que promueve iniciativas dirigidas a lograr mejores respuestas sanitarias, incluyendo a la salud mental y reproductiva, así como el acceso a tecnología y transferencia de conocimientos técnicos, sobre la base de la solidaridad mutua.
Asimismo, gracias al liderazgo del Perú se aprobó la resolución “Situación de la seguridad alimentaria en las Américas” que apunta a adoptar acciones concretas de apoyo, de manera coordinada y solidaria, hacia los países y poblaciones más afectadas, con el objetivo de reducir la inseguridad alimentaria y la malnutrición en nuestra región.
Igualmente, la Declaración de Lima “Juntos contra la desigualdad y la discriminación”, fruto de esta Asamblea para nuestra región, expresa la importancia de colocar a las personas y sus comunidades en el centro de las políticas nacionales sobre desarrollo y lucha contra la desigualdad y la discriminación. Con ese espíritu, los estados manifestamos que el efectivo goce de los derechos humanos y libertades fundamentales es condición indispensable para la existencia de sociedades democráticas e inclusivas.
Además, la Declaración reconoce la importancia del empoderamiento y autonomía de todas las mujeres, y de los grupos tradicionalmente excluidos de las estructuras políticas de poder. En esa línea, los Estados de las Américas hemos expresado el compromiso de fortalecer la gobernabilidad e institucionalidad democrática en los países de la región para cohesionar a nuestras sociedades, y así fomentar la credibilidad y la confianza ciudadana en las instituciones.
Señoras y señores:
La necesidad de combatir la pobreza como la manifestación más alta de la desigualdad y la exclusión de amplios grupos de la población fue un elemento central de la motivación que tuvo el Perú para presentar esta Declaración.
Es de destacar que nuestro país ha buscado realizar un avance significativo a través de la Declaración de Lima, haciendo mención a la importancia de combatir los nuevos desafíos que nos alejan de la igualdad de oportunidades, tales como la brecha digital, el acceso a las tecnologías de la información, el acceso a financiamiento y servicios financieros y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías en beneficio de los grupos en situación de vulnerabilidad.
Por otro lado, esta Asamblea ha brindado oportunidad al Perú de sostener importantes reuniones bilaterales con los representantes de nuestros principales socios en la región, siendo todas ellas fructíferas en compromisos concretos. Ayer acompañé al Presidente de la República a la cita en la que recibió al Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, con quien coincidimos en destacar el carácter estratégico de la relación entre ambos países, sustentada en la defensa de la democracia y los derechos humanos, así como en la cooperación para reducir las inequidades en educación y salud, combatir al narcotráfico, proteger el medio ambiente, y atender la crisis migratoria venezolana. En esa línea, el Secretario de Estado Blinken manifestó la voluntad de los Estados Unidos de seguir apoyando el ingreso del Perú a la OCDE.
Señor Secretario General;
señor Secretario General Adjunto;
señoras y señores de los medios de prensa:
señor Secretario General Adjunto;
señoras y señores de los medios de prensa:
Al concluir esta 52ª Asamblea General de la OEA, es preciso recordar que el compromiso del Perú con la agenda interamericana está basado en la promoción del diálogo y la cooperación para afrontar los retos compartidos, a fin de lograr consensos que nos permitan avanzar hacia el objetivo común: nuestro bienestar justo e inclusivo. Por ello, acoger la primera Asamblea General postpandemia y recibir a la mayoría de los cancilleres del continente, ha sido ocasión para que nuestro país reafirme su histórica vocación como promotor del entendimiento entre las naciones americanas, que es el medio para trabajar por una región de paz, donde la justicia y la comprensión destierren a la desigualdad y la discriminación, donde nosotros y las futuras generaciones puedan vivir con dignidad en la América de todos y todas.
No obstante, esta responsabilidad continúa más allá de esta Asamblea General, el Perú mantiene una presencia activa en los diferentes órganos de la OEA, en particular, entre octubre y diciembre asumiremos la vicepresidencia del Consejo Permanente.
Quiero agradecer, a nombre de todo el pueblo peruano, a todas las delegaciones por su presencia y resuelta participación durante esta Asamblea General que nos ha permitido reencontrarnos otra vez cara a cara como representantes de naciones hermanas que comparten la misión de concertar y realizar las justas aspiraciones de sus pueblos.
Muchas gracias.