Embajador Manuel Rodríguez Cuadros demanda ante la ONU el cese a las hostilidades en intervención armada en Ucrania

Nota de prensa

23 de marzo de 2022 - 6:38 p. m.

Nota de Prensa 057 - 22

El Embajador Manuel Rodríguez Cuadros demandó hoy en la Asamblea General de las Naciones Unidas la aplicación imperativa de las normas del derecho internacional humanitario y poner límites al sufrimiento de la población civil, protegerla y tutelar sus derechos humanos.
Rodríguez Cuadros expresó que “la intervención armada en Ucrania se agrava. La violencia se intensifica. Y la población civil continúa sufriendo injustamente los estragos del conflicto. La conciencia ética de los pueblos se alarma. La historia nos enseña que la única manera, la más práctica, contundente y efectiva para poner fin al sufrimiento de la población civil en los conflictos armados, es el cese de las hostilidades. El cese del fuego. El cese de la violencia.”
Añadió que “este imperativo que la conciencia pacífica y democrática de la humanidad exige, es también el llamamiento que hace el gobierno del Perú para que las partes en el conflicto pacten, acuerden, un cese del fuego. Como media inmediata. Y continué el curso de las negociaciones diplomáticas que puedan poner fin al conflicto.”
El excanciller peruano, solicitó a las partes en conflicto el cumplimiento de sus obligaciones asumidas con el derecho internacional humanitario. Hizo un listado de estas exigencias mandatorias para proteger a la población civil y los no combatientes. Pidió directamente a ambas partes:
- Se abstengan de cometer ataques contra la población civil.
- No realicen ataques que infrinjan las normas sobre la conducción de las hostilidades o las prohibiciones sobre los métodos y medios de guerra.
- No utilicen armas prohibidas o en los lugares poblados armas con efectos en zonas extensas
- No dirijan ataques contra bienes de carácter civil.
- Preserven la infraestructura esencial, como los sistemas de abastecimiento de agua, gas y electricidad, que suministran e insumos vitales a los hogares, las escuelas y las instalaciones médicas.
- Protejan los espacios en los que se despliegan las acciones humanitarias.
- Acaten las prohibiciones de realizar bombardeos indiscriminados y tomar rehenes.
- Brinden atención a todos los heridos, cualquiera sea la parte en el conflicto a la que pertenezcan y aseguren el funcionamiento de los corredores humanitarios.
- Aseguren que los detenidos y prisioneros sean objeto de un trato humanitario y no se les aplique condiciones humillantes o contrarias a su dignidad
- Brinden sin restricciones la protección al personal medico, los establecimientos, unidades móviles y suministros de salud; y,
- Cooperen con las acciones humanitarias que viene realizando el Comité Internacional de la Cruz Roja y que aseguren el ingreso de sus miembros a las zonas donde se encuentran las poblaciones civiles afectadas.
Rodríguez cuadros hizo también un llamamiento para que el socorro humanitario no se politice ni se aplique de manera discriminatoria. “La protección de las poblaciones no puede discriminarse por razones políticas. Responde única y exclusivamente a la dimensión humana de su protección, sin discriminación de ninguna naturaleza. Las Naciones Unidas tienen el mandato de proteger a toda la población civil que sufre en el conflicto. Esa es la fuerza del derecho internacional humanitario y es a la vez la dimensión ética de nuestra acción”
El embajador del Perú dio una importancia especial a la urgencia para asistir a los cerca de cuatro millones de desplazados y refugiados. Exigió el socorro sin discriminación ni exclusión: “Corresponde a la comunidad internacional un deber de solidaridad especial con los desplazados y refugiados. Cerca de 4 millones a la hora actual. El deber de protegerlos debe ejercerse sin discriminación de ningún tipo. Respetando su dignidad, derechos humanos y libertades fundamentales. Sin importar su comunidad de origen. Y combatiendo todo acto, manifestación y expresión de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancia que afecten a las personas desplazadas por el conflicto. Incluidos los refugiados”.
Demando por otro lado una actitud que lejos de atizar el conflicto y agudizar las contradicciones, propicie con serenidad y firmeza negociaciones que permitan una solución negociada por los medios de la diplomacia, que para ser duradera contemple los intereses de todas las partes: “En circunstancias graves, como las actuales, que afectan la paz y la seguridad internacional - en una dimensión potencial sin antecedentes desde segunda guerra mundial- es indispensable no exacerbar las contradicciones. No atizar el conflicto. No propiciar el atrincheramiento en posiciones políticas irreductibles. Los tiempos reales de crisis, como los que estamos viviendo, son tiempos, también, de los valores de la firmeza y la serenidad, la ecuanimidad y la responsabilidad.”
Añadió, finalmente, que “la historia - que discurre entre conflictos y procesos de paz - nos ha enseñado, desde 1945, que la paz no es sólo el impulso idealista de proclamarla y de quererla. Es también la visión realista de equilibrar intereses contrapuestos. Mientras no exista un Estado mundial, la paz siempre será un pacto de los Estados y de los pueblos. Por ello la paz se debe construir desde los propios conflictos. De allí la enorme trascendencia de fomentar, impulsar y cobijar las negociaciones entre las partes para poner fin al conflicto en Ucrania. Una solución negociada, que contempla los intereses de todas las partes, concurrente con las normas del Derecho Internacional y la carta de las Naciones Unidas, es en primera y última instancia el medio, el único medio para restaurar la paz y poner fin al sufrimiento de las poblaciones”.
La asamblea general votara mañana dos resoluciones presentadas por Francia y México, por un lado, y Sudáfrica y China, por otro, sobre la situación humanitaria que se vive en Ucrania.