Intervención del Canciller Oscar Maúrtua de Romaña en la Conferencia Ministerial sobre Migración en Colombia

Discurso

21 de octubre de 2021 - 6:10 p. m.

Señora Vicepresidenta y Ministra de Relaciones Exteriores de Colombia;
Señor Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken;
Señoras y señores Cancilleres, Viceministros y autoridades;
Distinguidos colegas:
1. Agradezco a su Excelencia Marta Lucía Ramírez, Vicepresidenta y Ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, por esta plausible y propositiva invitación que me permite reflexionar y compartir sobre el fenómeno migratorio en la región; en el contexto de la política exterior del Presidente Pedro Castillo, que vela por nuestra diplomacia nacional, autónoma, democrática, social y descentralizada.
2. Deseo reiterar que nos hallamos ante un fenómeno multidimensional de alarmantes dimensiones, exacerbado por las gravísimas consecuencias de la pandemia de la COVID-19 -que afectan aún más a los grupos vulnerables, como los migrantes y refugiados. En el escenario global, debido a diversos conflictos, violencia extrema, inestabilidad, e incluso circunstancias climáticas, dicho fenómeno ha generado un número de desplazados y refugiados no visto desde la Segunda Guerra Mundial, y que se presenta por primera vez en nuestra región.
3. Por ello, la comunidad internacional debe tomar conciencia que la migración constituye una crisis latinoamericana con alcance mundial.
4. Como país multiétnico y multicultural, formado en gran medida por diversos flujos migratorios a lo largo de su historia, el Perú hasta hace pocos años era un país emisor de migrantes. Dicha situación ha cambiado dramáticamente, pues hoy acogemos a más de 1.4 millones de migrantes y refugiados venezolanos, es decir más del 20% del total, constituyéndonos como el segundo país que -después de Colombia- acoge el mayor número de ciudadanos venezolanos en el mundo, a la par que gestionamos más de medio millón de solicitudes de refugiados venezolanos.

5. Tal situación, además de tener implicancias directas en política interna, excede en muchos casos las capacidades nacionales de acogida.
6. Si nos basamos en las cifras del Global Humanitarian Overview 2021, de la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, observamos que para la crisis migratoria en Siria, que involucra a cerca de 13 millones de personas, se solicita a la comunidad internacional seis veces más de lo requerido para la crisis humanitaria venezolana, que afecta a más de 5 millones. Ello pone en evidencia una realidad que afrontamos los países de acogida en nuestra región.

7. Pese a lo anterior, el Gobierno del Perú continúa redoblando esfuerzos en favor de la población migrante, y de sus derechos humanos, incluyendo en lo que concierne a los sistemas de protección social.
8. En efecto, en el Perú -con un enfoque constructivo e innovador- buscamos soluciones inmediatas, y gestionamos la gobernanza migratoria a través de la Mesa de Trabajo para la Gestión Migratoria. Se trata de un mecanismo de concertación, difusión y articulación con instituciones públicas en el plano nacional, regional y local, en coordinación con agencias del sistema de las Naciones Unidas, como la OIM y el ACNUR, y desde luego con la sociedad civil.
9. Asimismo, los esfuerzos de la Conferencia Suramericana sobre Migraciones, la Conferencia Regional sobre Migración, así como del Proceso de Quito, y las gestiones de la OEA, la CAN, y el Mercosur, no deben ser yuxtapuestos, pero sí armonizados, consensuados y potenciados. El anuncio del Presidente Duque y del Secretario de Estado que se promoverá un censo y que se alentará inversiones son propuestas concretas y efectivas; así como establecer un mecanismo de seguimiento de lo que se acuerde en esta Conferencia Ministerial.

10. En suma, estamos convencidos que la acción conjunta y coordinada de todos nosotros es imprescindible. Necesitamos contar con una única agenda regional, sin duplicar esfuerzos, que permita abordar integralmente y con corresponsabilidad, a los países de origen, tránsito y destino, las complejidades del fenómeno migratorio, incluyendo los delitos conexos como la trata de personas, el tráfico de migrantes y refugiados, la violencia de género y la violencia contra los niños y niñas no acompañados. Por todo lo anterior, resulta indispensable contar con el apoyo de la comunidad internacional a través de recursos financieros no reembolsables.
11. Concluyo reiterando nuestro apoyo a soluciones estructurales y de largo plazo para el fenómeno migratorio, a lo que se une nuestro férreo compromiso con la defensa de los derechos humanos y la promoción de la gobernanza democrática. Debemos trabajar para consolidar una agenda migratoria hemisférica que abone a la realización de acciones conjuntas, de conformidad con el derecho internacional, y en defensa de nuestros intereses compartidos, con la visión solidaria e inclusiva que nos demanda la historia.
Muchas gracias.