El Perú y Chile se unen para enfrentar la amenaza del Tráfico Ilícito de Drogas

Nota Informativa 018 – 21

Los días 10 y 11 de febrero de los corrientes, se desarrolló bajo formato virtual la XII Reunión de la Comisión Mixta Peruano-Chilena de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas, mecanismo especializado en materia de drogas creado por el “Convenio Administrativo entre la República del Perú y la República de Chile sobre Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas”, que a la fecha ha cumplido 30 años de vigencia.

La delegación peruana estuvo presidida por la Cancillería e integrada por los sectores nacionales responsables en materia de lucha contra las drogas. El Perú hizo hincapié en que el Tráfico Ilícito de Drogas (TID) constituye una grave amenaza a la seguridad nacional, la democracia y los derechos humanos, en tanto fomenta la corrupción; desalienta el crecimiento económico; provoca deforestación, erosión, desertificación, contaminación de las aguas; entre otros. Según un reciente Informe de las Naciones Unidas, la pandemia causó un aumento en el desempleo, con mayor impacto en las personas de mayor pobreza y vulnerabilidad, hecho que es aprovechado por las organizaciones criminales vinculadas a dicho ilícito.

Por su parte, la delegación chilena destacó que en nuestros países las economías y la salud se ven afectados por el TID, por lo que es necesaria la cooperación en base al principio de Responsabilidad Común y Compartida. Se subrayó la necesidad de acciones concretas y eficientes en un contexto que presenta nuevos desafíos, como la actual pandemia o la crisis humanitaria venezolana ligada con actividades del narcotráfico.

Asimismo, las partes debatieron sobre otros temas de interés como el intercambio de información en materia de: inteligencia operativa; caracterización y perforación química de la cocaína; efectos de la normativa sobre extinción de dominio; presencia de organizaciones criminales; narcotráfico marítimo e inteligencia estratégica; avances en la normativa sobre el cannabis y sus derivados para uso medicinal y terapéutico; cruce de experiencias sobre consumo de drogas en población escolar tanto en niños como adolescentes; programas de intervenciones en ámbitos comunitarios y educativos, así como la experiencia en Tribunales de Tratamiento y otras alternativas al encarcelamiento.

Finalmente, se acordó una serie de compromisos concretos y medibles para ser desarrollados en el Plan Operativo Anual 2021-2022. Una vez más se ha evidenciado el excelente nivel de diálogo y cooperación bilateral frente a una amenaza común que es el Tráfico Ilícito de Drogas fortaleciendo, al mismo tiempo, la confianza mutua entre dos países vecinos que guardan especial relevancia en la región.