Palabras del Viceministro Hugo De Zela por el Día del Ministerio de Relaciones Exteriores

Nota Informativa
Discurso

Fotos: MRE

MRE

3 de agosto de 2018 - 5:45 p. m.

Señor Presidente de la República,

señor Canciller,

señor Secretario General de nuestra Cancillería,

señores ex Cancilleres, ex Viceministros, ex Secretarios Generales,

señores Embajadores, Directores Generales, Funcionarios de la Cancillería,

señores y señoras funcionarios administrativos y de servicios;

Queridos compañeros de trabajo:

Antes, me va a permitir señor Presidente, de leer las palabras que tenía preparado, expresarle a usted nuestra más profunda emoción y orgullo por su presencia en este día en el cual conmemoramos el Día del Ministerio de Relaciones Exteriores y el Día del Servicio Diplomático.

Su presencia aquí la entendemos como un reconocimiento a la tarea que llevamos adelante y quero aprovechar esta oportunidad para renovarle nuestro firme compromiso de trabajar junto a usted, junto al señor Canciller para la consecución de los objetivos de la política exterior peruana que nosotros ejecutamos bajo su liderazgo. Así que, muchas gracias por acompañarnos hoy, señor Presidente.

Hoy conmemoramos el día del Ministerio de Relaciones Exteriores y el día del Diplomático. Es, por lo tanto, una ocasión de celebración pero también de reflexión sobre quienes somos. Empiezo entonces por felicitarnos en nuestro día y por agradecer su presencia en esta ceremonia.

En unos minutos nuestro canciller dará su mensaje y a mí me toca dirigirme a ustedes como jefe del Servicio Diplomático de la República, aunque, antes, en mi calidad de Vicecanciller, quiero dejar expresa constancia de mi compromiso personal e institucional de cooperar para lograr las metas que nos hemos fijado para nuestra política exterior. Quiero también resaltar la unidad de criterio que tenemos con el canciller y la convicción de que el trabajo en equipo es la vía para el logro de los objetivos institucionales.

Permítanme ahora compartir unas breves reflexiones, inspiradas por mi experiencia de más de 40 años en esta casa.

En este tiempo he sido testigo de muy diferentes circunstancias en nuestra vida institucional. Ha habido épocas buenas y malas, etapas difíciles. Momentos de unión y desunión. momentos de triunfos y fracasos pero, en todas esas circunstancias, a veces latentes, a veces evidentes, los valores institucionales han estado siempre presentes, ayudándonos a sortear los momentos difíciles e inspirándonos para aprovechar los momentos positivos.

Creo que nadie duda de que, en estos momentos, nuestro país enfrenta una coyuntura decisiva, una coyuntura en la cual tenemos una oportunidad de recurrir a lo mejor que tenemos los peruanos para superarla.

Y es precisamente en momentos así que el servicio diplomático peruano, y los trabajadores de nuestra Cancillería, deben brindar su aporte para salir adelante. Y para hacerlo tenemos que dar el ejemplo de una conducta intachable, apoyados en nuestra vocación de servicio al país y recordando en forma permanente nuestros deberes.

Con pleno respeto a la Constitución y a las leyes, con indeclinable lealtad a la nación, con firme convicción democrática, con esfuerzo eficiente y sostenido para contribuir al logro de los objetivos de política exterior, podemos dar un aporte para superar el momento crítico que atravesamos.

Las instituciones, que no son otra cosa que conjuntos de personas unidas por valores y normas comunes demuestran, con claridad, sus fortalezas y debilidades en situaciones demandantes, como la actual. Hoy el ministerio de relaciones exteriores y el servicio diplomático cuentan con prestigio y gozan de una imagen de solidez institucional y de liderazgo, especialmente en la región.

Sin embargo, en las circunstancias actuales, es un hecho comprobado que la indignación y desconfianza pública afectan la imagen del conjunto del aparato estatal. por eso todas las instituciones del estado tienen que reafirmar sus fortalezas y superar sus debilidades, con miras a recuperar la confianza de los ciudadanos.

Por ello es preciso reforzar los principales pilares institucionales. La Cancillería cuenta con un acervo institucional acumulado a través de su historia. Su núcleo reside en nuestros valores de honradez, lealtad, vocación de servicio e identidad con los intereses nacionales. Eso es lo que debemos reforzar. Por ello debemos ser inflexibles para defenderlos y aplicar una política de tolerancia cero frente a los actos de corrupción, abuso u hostigamiento, que son inaceptables, y que además dañan la imagen del servicio diplomático.

Es por eso que los exhorto, en la difícil circunstancia nacional, a unirnos para preservar la imagen y el prestigio del ministerio de relaciones exteriores y del servicio diplomático mediante el respeto irrestricto de los valores institucionales y de nuestras normas de conducta.

Muchas gracias.