Palabras del canciller Elmer Schialer con ocasión del 202 aniversario de la independencia de la República Federativa de Brasil

Discurso
Palabras del canciller Elmer Schialer con ocasión del 202 aniversario de la independencia de la República Federativa de Brasil

6 de setiembre de 2024 - 2:10 p. m.

Muy buenas tardes, excelentísimo embajador de la República Federativa de Brasil, don Clemente Baena Soares, y su señora esposa, doña Claudia Baena Soares,

Querido y apreciado nuncio apostólico de Su Santidad el papa, decano del cuerpo diplomático, monseñor Paolo Rocco Gualtieri,

Señores ministras y ministros de Estado,

Señor presidente del Parlamento Andino, don Gustavo Pacheco Villar,

Señoras y señores congresistas de la República,

Señoras y señores embajadores y representantes de organismos internacionales acreditados ante el Gobierno del Perú,

Señoras y señores autoridades nacionales,

Señores excancilleres,

Dignas autoridades militares, tanto nacionales como extranjeras presentes en esta celebración,

Señoras y señores.

Itamaraty es un ejemplo de la diplomacia y de la severidad y excelencia diplomática en Perú, en Brasil y en el mundo. Por eso, señor embajador, me voy a permitir la licencia de comenzar con algo que quizás en Río Branco, su academia, o Itamaraty, su Cancillería, pueda arquear más de una ceja. Y quiero decir que voy a empezar con una nota personal.

¿Cómo no venir hoy a la Embajada del Brasil? Ayer me lo preguntó el señor embajador Baena Soares al momento que me saludó, luego de la presentación, la transferencia de cargo entre el Dr. González-Olaechea y mi persona al frente de la Cancillería.

Me dijo “Elmer, ¿podrás ir?”. “Cómo no hacerlo -le dije-, Clemente. Justamente decidimos hacer este acto en la Cancillería el jueves, para poder estar contigo, con los brasileños, con todos los amigos del Brasil y del Perú mañana viernes”, por hoy. Y eso porque Brasil está en el corazón de todos.

Brasil no es solamente la música o la economía, o los éxitos de ese gran país, ese gran vecino que tenemos al este en nuestras fronteras, sino también por una nota personal. Y acá me permito una licencia que acabo de pedir autorización al señor embajador Baena Soares de señalarla.

Nuestros padres, don Joao y don Elmer, mi padre, fueron amigos por muchos años. Hace 60 o 70 años empezó esa amistad, se encontraron en varios puestos. Una de mis hermanas lleva el nombre de la madre de don Clemente, doña Glaucia Baena Suárez, porque fueron muy cercanos y se divertían a mares. No lo sé yo, porque era muy chiquitín, pero he visto las fotos después, así que tenía que estar acá, Clemente querido, con mi esposa que me acompaña también en esta oportunidad.

Decirles a todos los presentes que es para mí un especial honor ser parte de esta celebración y expresar, a nombre del Gobierno y el pueblo del Perú, de la señora presidenta de la República y del mío propio, el más cálido mensaje de saludo a la hermana República Federativa de Brasil con ocasión del 202° aniversario de su independencia. Y a través suyo, querido embajador, extenderlo al gobierno y al pueblo brasileños.

Quisiera, en primer lugar, reiterar el agradecimiento expresado por la señora presidenta constitucional de la República al presidente don Luiz Lula da Silva por el apoyo del Brasil para la protección de los intereses del Perú en Venezuela, tras la ruptura de las relaciones diplomáticas por parte de ese país. Esta colaboración es una muestra clara y concreta del alto nivel de cooperación que existe entre nuestros países, el mismo que permitirá, entre otros, mantener el trabajo a la protección a nuestros connacionales en Venezuela.

Yo quisiera en este punto pedir un aplauso por Brasil y por su generosidad para con el Perú.

En el año 2026, el Perú y Brasil celebraremos 200 años de relaciones diplomáticas, como ya lo señaló el embajador Baena Suárez, una trayectoria marcada por la amistad, el diálogo constructivo y la cooperación en distintas y muy variadas áreas.

Somos naciones eminentemente amazónicas y mega diversas, comprometidas con la preservación de nuestros ecosistemas y biodiversidad, fundamentales para el bienestar de nuestras poblaciones y el funcionamiento de nuestras economías. Estos recursos naturales también juegan un papel clave en nuestros esfuerzos de mitigación y adaptación frente al cambio climático.

Además, nuestra frontera común, la más extensa del Perú, nos ofrece vastas oportunidades para impulsar el desarrollo social y económico conjunto, fortaleciendo así los lazos de cooperación y amistad entre nuestras naciones.

Este sentido de colaboración se refleja en la decisión de agosto de año 2003, cuando nuestros Gobiernos reconocieron la proyección de una rica agenda bilateral y formalizaron una Alianza Estratégica.

Desde entonces, el comercio y las inversiones recíprocas no han dejado de crecer, es más crecieron exponencialmente, elevando el intercambio comercial de 650 millones de dólares a casi 5 800 millones de dólares en los últimos veinte años. Estamos hablando de casi diez veces de crecimiento. Asimismo, el diálogo político-diplomático se ha profundizado y la integración física ha avanzado considerablemente.

Es, por ello, un gusto destacar, como ya lo hizo don Clemente, el reciente diálogo de alto nivel entre nuestras naciones. La semana pasada, los presidentes Dina Boluarte y Lula da Silva hablaron telefónicamente sobre la posibilidad de celebrar un encuentro presidencial en una ciudad peruana fronteriza durante el primer trimestre del próximo año, el 2025, así como sobre la participación del presidente brasileño en la Reunión Informal de Líderes del Foro APEC el próximo noviembre 2024.

De otra parte, hace muy pocos días, el 28 de agosto pasado, recibimos a la embajadora Maria Laura da Rocha, secretaria general de Itamaraty, para sostener las reuniones de dos mecanismos bilaterales de suma relevancia: la Comisión Viceministerial de Integración Fronteriza y el Mecanismo de Consultas Políticas a Nivel de Vicecancilleres. En ambos espacios, coincidimos en la necesidad de avanzar hacia una mayor integración.
Estos esfuerzos han dado frutos tangibles para peruanos y brasileños, especialmente para aquellos que viven en zonas fronterizas. De este modo, a veintiún años del inicio de la construcción de esta Alianza Estratégica, podemos constatar con satisfacción que hemos aprovechado las oportunidades que brinda la integración, y que nuestras relaciones bilaterales están en un momento clave para profundizarse aún más.

Con este propósito, celebro el diálogo fluido que mantenemos con Brasil para maximizar el potencial del mega puerto de Chancay, que será una plataforma clave para proyectar el comercio exterior brasileño hacia la región del Asia-Pacífico a través de los puertos peruanos. En este esfuerzo buscan promover una integración económica y fronteriza más fuerte, generando beneficios tangibles como mayor empleo, menores costos de transporte y una infraestructura ambientalmente sostenible.

Nuestros Gobiernos deben prepararse para aprovechar estas oportunidades, adoptando acciones concretas para facilitar el tránsito de bienes y de personas a través de la frontera y mejorando sus infraestructuras y servicios de manera complementaria.

Por ello, apreciado embajador Baena Soares, querido Clemente, invoco a que nuestras autoridades y sectores empresariales exploren iniciativas innovadoras que aborden las necesidades de las poblaciones fronterizas, con un enfoque orientado a resultados y una mayor integración bilateral.

En ese espíritu de cooperación, deseo resaltar también la importancia de abordar juntos los retos que enfrentan nuestros países, tales como el cambio climático, la preservación de la biodiversidad, la protección de la Amazonía y la cooperación en la lucha contra la delincuencia organizada transnacional.

Querido embajador Baena Soares y su distinguida esposa, señoras y señores,

En esta grata ceremonia de conmemoración del 202° aniversario de la independencia de la República Federativa del Brasil, me permito renovar la voluntad de mi Gobierno de profundizar su Alianza Estratégica con un país amigo como es Brasil, la cual nos ofrece un derrotero claro y acordado al más alto nivel para avanzar hacia un mayor desarrollo para los pueblos peruano y brasileño.

¡Qué viva Brasil! ¡Qué viva el Perú!

Muchas gracias.