Intervención del canciller Javier González-Olaechea en la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA

Discurso
Intervención del canciller Javier González-Olaechea en la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA

31 de julio de 2024 - 8:19 p. m.

Buenas tardes, señor presidente, señores ministros, señor secretario general, señores representantes, señores observadores, americanos y americanas que nos escuchan en forma directa a través del canal de esta sede de la OEA.

En primer lugar, deseo manifestar mi plena, irrestricta e incondicional, así como la de mi país, solidaridad con los señores Edmundo González, María Corina Machado y los millones abrumadoramente mayoritarios en Venezuela y fuera de Venezuela, que ruegan, que aspiran por vivir en libertad y no bajo el oprobio de un régimen que tiene 25 años. Reitero, señores, 25 años en el poder, y casi 15 años o 13 años el señor Maduro y una cúpula que lo acompaña.

En segundo lugar, estamos, y nos escuchan y somos responsables todos de lo que decimos, de lo que omitimos, de lo que callamos, frente a nuestros conciudadanos y frente al público en general. Y por eso quiero explicar con detalle qué significa haber suprimido, por falta de un voto, el artículo 2B. Y que a la letra dice:

“Instar al Consejo Nacional Electoral de la República Bolivariana de Venezuela a que: a) publique inmediatamente los resultados de la votación de las elecciones presidenciales a nivel de cada mesa electoral, para lo cual es un paso esencial; y b) como lo han solicitado los actores políticos venezolanos relevantes, que se lleve a cabo una verificación integral en presencia de organizaciones de observación independientes para garantizar la transparencia, credibilidad y legitimidad de los resultados”.

Ha habido 17 votos a favor. No hemos alcanzado, siquiera, mayoría. 11 abstenciones y, si el cálculo no me falla, 5 ausentes.

¿Qué significa abstenerse? En el fondo, es no tener la suficiente voluntad de expresar que están a favor de la verificación de los votos que asignan, en teoría, la victoria al señor Maduro. Pero aún es peor por quienes no se han apersonado, siquiera por la vía electrónica o por internet, cinco miembros de este organismo internacional.

Entonces nos preguntamos por qué la OEA, por qué los sistemas democráticos en el mundo, especialmente en América Latina, por qué el Latino Barómetro nos dice, año a año, que nuestros ciudadanos, y especialmente nuestros jóvenes, no nos creen.

No nos creen a los políticos, no creen en la democracia, no creen en el sistema representativo. Porque ven esto justamente. Ven 11 abstenciones, países que han suscrito la Carta Fundamental, el Pacto de Bogotá, en cuyo primer artículo se dice todos aquí comprometidos a subrayar, palabras más palabras menos, sostener la democracia como valor fundamental de nuestros regímenes.

Es más, años después, todos aquí presentes, ausentes y los que se han abstenido, votaron a favor de la Carta Democrática, instrumento justamente preparado pensado para abortar los regímenes que se quieren perpetuar en el poder y, en este caso, abusar de la brutalidad, de la fuerza, persiguiendo, encarcelando, matando, amenazando, expulsando y demás.

Ahora bien, yo me pregunto, si acaso nosotros no leemos, los presentes, los ausentes, y quienes se han abstenido, los periódicos de hace cuatro, cinco o siete años. ¿No sabíamos de la existencia del señor Leopoldo López, hace 2 o 3 años, perseguido y teniendo que vivir en el exterior para no sufrir carcelería? Acaso no sabemos que la señora Corina Machado, el señor Edmundo González, el verdadero legítimo presidente electo de Venezuela, no han sido encausados por el fiscal del régimen para procesarlos y encarcelarlos, intimidarlos, incluso rechazando la generosa, oportuna, democrática y conforme al derecho de asilo, del ofrecimiento de Costa Rica, por la voz del muy distinguido canciller de dicho país, haciendo gala a la historia democrática de Costa Rica.

No es, pues, un viejo, una nueva historia. Este proceso electoral nació fraudulento, señores, desde el primer día. Se vetó a la candidatura de María Corina Machado. ¿O lo hemos olvidado?

Tuvo que esperar la agrupación que integra tres minutos antes de la propia ley electoral para escribir al señor Edmundo González y no darle tiempo a la dictadura para vetarlo, igual que a ella, por el Tribunal Supremo de Justicia, acusada sin pruebas. Pese a lo cual, hasta ahora para la señora Machado no pesa sentencia judicial y, menos aún, una investigación preliminar con pruebas.

La reducción de la presencia de observaciones internacionales. Se anuló la invitación a observadores que el propio régimen había invitado y solo se permitió la presencia del incuestionable Centro Carter de los Estados Unidos y que en concreto dice, si me permito, para que no se crea invento, subrayar leyendo:

“No ha alcanzado los estándares internacionales de integridad electoral en ninguna –subrayo, en ninguna- de las etapas relevantes y ha infringido numerosos preceptos de la propia legislación nacional. Las autoridades del Consejo Nacional Electoral mostraron parcialidad a favor del oficialismo y en contra de la candidatura de la oposición. La campaña electoral se desarrolló con un notable desequilibrio a favor del gobierno en todos los cambios. La ciudadanía venezolana se movilizó pacíficamente el 28 para expresar sus preferencias”.

Sin embargo, el Centro Carter ha sido categórico en calificar este proceso de indigno. Voy a leer dos párrafos más:

“Este informe contiene un relato de ilegalidades, vicios y malas prácticas que se presentaron durante este proceso electoral en particular, pero que son reiterados en procesos eleccionarios recientes en Venezuela. La evidencia denota un intento del régimen por desconocer -repito, intento del régimen por desconocer- la voluntad mayoritaria expresada en las urnas por millones de venezolanos y venezolanas”.

“El régimen de Maduro -cita textual en la página web- nuevamente ha traicionado –la palabra es traicionado- al pueblo venezolano. En conclusión, dado que no hay sustento público documental que respalde los datos anunciados por el Consejo Nacional Electoral y en cambio existe información de diversas fuentes que los contradicen, es el criterio técnico del Departamento de la Cooperación y Observación Electoral de que los resultados oficiales no merecen confianza ni deberían recibir reconocimiento democrático”.

¿De quién es este informe, señor presidente? Porque usted le dedicó dos horas y media a 15 delegados en la otra sala para persuadirnos de quitar el 2B y no lo aceptamos.

¿De quién es este informe? Del señor secretario general, que está sentado a su derecha, del señor Almagro. Informe público. Y entonces, ¿qué decimos los presentes? ¿Los que se han abstenido? ¿Los que no están? ¿Los que votaron en contra? ¿Van a descalificar la misión técnica de la propia organización que nos convoca o que hemos convocado varios países?

Me pregunto si esto es aceptable. El mundo entero y nuestros ciudadanos, quiero que lo sepan todos, reclaman y aspiraban a una democracia libre.

¿Qué nos dice el principio de primacía de la realidad, señor presidente? Primero, que la agrupación que postuló a Edmundo González a la presidencia de la república tiene, a las 12 de la mañana del día de hoy, el 90 % del escrutinio de las actas válidas oficiales que dan 39 puntos de diferencia a favor del señor González.

¿Qué no dice el principio de la incapacidad material? Principio de la primacía de la realidad, filosofía política. Principio de la incapacidad material, filosofía política. ¿Qué nos dice? Que el señor Maduro no ha podido, ni podrá, demostrar su victoria, porque el lunes de la madrugada del día 29, al haber sostenido la autoridad electoral que al 80 % del conteo de las actas lo declaraba ganador. No había demostrado entonces ni una sola acta. Las prometió para el día siguiente. Sin embargo, a las 11:00 a. m., sin acta alguna, el señor Maduro fue proclamado por la junta electoral a la que le responde.

El candidato González ha ganado gracias a la gran participación popular y extraordinaria organización, preventiva por todos estos antecedentes, de la oposición, que pudo rescatar las actas originales. Están ahora todas, para que la veamos todos. Pediría que las muestren, tengo el link, al acceso de todo el mundo. Actas oficiales, señores votantes. Lo cual es un hecho, no es una suposición. Es un hecho.

A estas alturas, tres días después de realizado los comicios, ya no cabe aceptar actas de parte de la autoridad electoral, porque si no pudo presentarlas faltando el 20 %, sin haberlas sustentado, 7 horas después proclamando al señor Maduro, ¿qué podemos esperar 72 horas después? ¿Saben qué? Lo que hemos aprobado. Mejor dicho, lo que han aprobado otros. No nosotros. No el Perú ni 17 países comprometidos con la democracia.

La señora presidente constitucional de mi país asumió conforme al proceso y a la constitución peruana. Es más, voy a hacer esta aclaración, ya que el señor presidente no ha puesto orden conforme al reglamento.

Hubo un representante ausente. Encontrándome en una esquina, en una reunión, me dijo: “Es muy fácil la solución con ustedes, entrégame a Castillo y mando un avión por él”. Lo tengo en chat, señor presidente. Y yo, con esa pausa de persona curtida en estos ambientes dije “Ok, preséntame una nota verbal”, que nunca llegó.

Dicho sea de paso, cuando se apresó al señor Castillo, por violar flagrantemente la Constitución del Perú, pasó por todos los exámenes médicos legistas. Ni siquiera la esposa, la señora esposa del señor Castillo, dijo que se le había rasguñado. No hubo nadie en el mundo, yo lo he preguntado al señor secretario general en una reunión, ni siquiera una persona, ni peruana, ni extranjera. Sin embargo, a los cuatro días, llegaron tres comisionados de esta organización para verificar el estado de salud del señor Castillo. Turismo político e ideologizado.

Tomaré como antecedente, porque se dice que es intromisión, además de lo suscrito por todos nosotros en el Pacto de San José, en el Pacto de Bogotá y la Carta Democrática.

La doctrina Tobar, proclamada por el canciller famoso y honorable del Ecuador Carlos Tobar en 1906, que exhortó en defensa de la legitimidad democrática latinoamericana para que los gobiernos de América Latina se abstuvieran de reconocer a los regímenes de facto surtidos de actos contrarios a la democracia y a la constitución.

Hace más de 100 años, no fundada la OEA, esta doctrina tuvo inmediata resonancia en los estados de Centroamérica. E inclusive, los principios de la doctrina Tobar fueron recogidos por el presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, y aplicados en los casos del gobierno de facto surgidos en México, con el general Victoriano Huerta que derrocó al presidente Francisco Madero en 1913, y en Costa Rica, con el general Federico Tinoco en 1917.

Por ende, señoras y señores: aquí no es, y se ha dicho, pero valga la importancia de repetirlo, no es el debate sobre si tal o cual persona profesa una ideología. O se es demócrata o no se es demócrata. No cabe la posibilidad de ser medio demócrata.

Terminando, señor presidente, independientemente de lo claudicante, de lo que se rechazó, impidiendo el conteo, repito, las actas originales, recogida por la gente, le otorga una ventaja del 39 %. Actas oficiales. Que le bastaría a la propia presidencia disponer que se verifique su autenticidad y se reparta a todas las delegaciones de esta organización.

Por ende, esta no es una defensa ideológica. Es de principios, señores. Son hechos comprobables, no son especulaciones.

Termino diciendo que mi país, que además de muchos, a diferencia de los que votaron o se abstuvieron, acogemos a más de un millón de venezolanos en su primer exilio. Y, según nuestra ley, tienen derecho a la educación pública, a la salud pública y demás, aun no estando plenamente con la condición migratoria en situación regular. Porque así de generoso es el pueblo peruano, nuestra constitución y nuestras leyes, de las cuales nos enorgullecemos, porque la gran mayoría de los que han pisado y se han quedado en el Perú son trabajadores honrados, honestos.

Sin embargo, con la medida arbitraria de cerrar la Embajada y los servicios consulares se les priva a sus propios connacionales venezolanos el derecho a obtener un pasaporte, un trámite, un salvoconducto, a hacer un acto notarial, registrar un hijo como venezolano. El derecho a la nacionalidad. Pacto de 1966 sobre los derechos civiles y políticos, del cual todos somos parte.

Entonces, esta es una jornada que nos debe, o mejor dicho me incluyo, incluyo a los 17 países, llamar a profunda reflexión. Más aún a aquellos que pretenden ejercer la próxima Secretaría General de la Organización de Estados Americanos. Porque o se está o no con la Carta para poder, justamente, efectuar un informe, una observación, como lo publicado y realizado por el señor Almagro, o se está con la dictadura, cualquiera de estas, sea presente o futura.

Porque de esta manera, no nos vamos, con esta reunión, señor presidente, no nos vamos a vacunar ningún país contra elecciones fraudulentas, elecciones amañadas. ¿Qué verificación se puede exigir? Cuando todas las actas son oficiales y están en la web. ¿Qué más se necesita? ¿Necesita viajar una delegación? Si ni siquiera han sido aceptados algunas personas o representantes de países, incluso de las que se abstuvieron.

Entonces lo que corresponde, porque a final de cuentas, le estamos dando la razón a nuestros electores, a nuestros jóvenes, que no nos creen. A los políticos, a los diplomáticos, a los representantes. Ahí están las encuestas. Nos repudian en muchos casos, para decirlo con claridad. Porque no somos coherentes.

Decimos una cosa adentro, en petit comité, o según la audiencia, y venimos acá y nos abstenemos o votamos en contra. ¿De qué votamos en contra? ¿De que sean verificadas? Ni siquiera se le quitó al párrafo al cual usted le dedicó, señor presidente, casi 2 horas, para persuadirnos, y no aceptamos una verificación.

Entonces, ¿qué es lo que va a pasar mañana? ¿Qué es lo que va a pasar mañana? ¿Se va a aumentar la presión en la calle? ¿Van a haber más muertos? ¿Se va a interpretar políticamente como una victoria del régimen? Y de eso muertos, los 17 que votamos no somos responsables, de esas persecuciones, del aumento de esas encarcelaciones y deportados. No somos responsables. Que cada uno, en su conciencia, asuma su responsabilidad.

Buenas tardes.