La Educación Rural Desde La Temporalidad Pandémica
Nota de prensa
6 de setiembre de 2021 - 12:00 a. m.
Desde el año pasado, nuestro sector educativo en todas sus modalidades se ha visto ampliamente afectado. En primer lugar, la difícil situación económica que impera evidenciándose pobreza extrema en algunos casos. Pues, esto no permite a los padres de familia adquirir los materiales que les solicita el docente en las áreas correspondientes y estos son reemplazados con materiales oriundos pero de igual utilización.
Son muchas Instituciones Educativas las que se ubican en lugares distantes y cuya geografía accidentada juega en contra de lo que planifica el docente a cargo, ya que, esto no permite a la señal de internet en lograr la cobertura necesaria a nuestros estudiantes. Mención aparte, las autoridades de antaño han hecho poco o nada en ampliar este servicio esencial a todas las comunidades rurales de la Patria.
Los parajes hermosos donde prima la agricultura y hospedan las escuelas que hoy lucen como el llanero solitario, son una fuente de información que hasta hoy, nos permite volcarlos en las sesiones de trabajo cotidiano y por ende, en las experiencias de aprendizaje. Es sin duda, uno de los contextos más ricos para contextualizar tales como, el variadísimo menú de productos alimenticios como la gran dispensa del país, un sinnúmero listado de plantas, hojas, raíces, y cortezas medicinales, la naturaleza maestra de grandes experimentos con abonos orgánicos y el uso de materiales de reutilización, la variopinta riqueza costumbrista en todo el sentido de la palabra. La inmensidad abiótica y biótica de ese universo en miniatura que siempre es y será una indispensable fuente de información.
Realmente los responsables en los hogares rurales, no ven la hora en que el ministro de educación autorice el retorno de los educandos a la brevedad posible, y en cada llamada personalizada que se mantiene a cualquier hora del día lo manifiestan airadamente en ocasiones. Más aun, cuando se enteran que algunos colegas dictan clases en algunas escuelas cercanas, y a espaldas de la institución pertinente. Todo esto, genera comentarios un tanto desagradables dentro de los caseríos, siendo informados en el momento propicio mediante documentos expedidos por la UGEL correspondiente.
Dizque los educadores ya se encuentran vacunados y por lo tanto deben retornar de una vez por todas, es verdad, en ese sentido los padres de familia deberán esperar con paciencia, pero siempre y cuando ellos practiquen al cien por ciento todos los protocolos de bioseguridad dentro y fuera de casa. Habitar distantes del casco urbano no los libra de todo tipo de contagio del mortal virus, por al contrario, deben reforzar la guardia en estos tiempos delicados, donde este virus primero ahora muta con facilidad.
No todo es negativo para los progenitores de las zonas rurales, teniendo en cuenta que, están aprovechando al máximo la ayuda extra, una fuerza adicional constituida por sus hijos, desde el pequeño hasta el más grande, y que dicho sea de paso están de pie desde las 3 de la mañana. Al parecer en cada alforja, morral o bolsico de lana de oveja llevan consigo la tabla de operaciones básicas, como una gran recomendación en las reuniones virtuales con los padres de familia y hay de quién no la rindan con “memoria sabia”.
A muchos colegas les resulta difícil, tener que controlar el gasto de los megas por parte del alumnado renuente a entender que el YouTube consume esos datos del internet y los padres en tiempos de cosecha la pasan en el vaivén de las cosechas.
Sólo debemos de esperar pacientemente, un poco más, hasta recibir la orden para tener ese anhelado contacto físico dentro de las aulas que por hoy, la frigidez del ambiente se ha apoderado.