El Conocimiento Lentamente Construye Lo Que La Ignorancia En Una Hora Destruye

Nota de prensa
El conocimiento lentamente construye lo que la ignorancia en una hora destruye

20 de julio de 2020 - 12:00 a. m.

Coronavirus, palabra estructurada con 11 letras, pero con más de 11 millones de infectados a nivel mundial y que de manera gradual se convirtió en una pandemia en marzo del 2020, no obstante, esta ha adquirido en la sociedad un encadenamiento de comportamientos opuestos; por un lado, una minoría lo ha sabido fructificar de manera positiva para curtirse creativamente y conectarse con ellos mismos, y una gran mayoría se dejó llevar por el “efecto manada” y con actitudes sesgadas que solo pensó en su “yo”. Considero que desde esta perspectiva los cambios de conducta que se dieron a partir de esta situación se mantienen negativos para la sociedad y justo cuando miramos el Bicentenario.

Está demostrado que el entorno que rodea a las personas durante su formación como pensante, es decir, desde sus primeros años de vida, determina su forma de ver y actuar en la vida dentro de la sociedad y que difícilmente puede ser cambiado en la adultez, y es que, si desde pequeños no se establece normas que deben de respetar y por las cuales deben velar en todo momento, los resultados saltan a la vista y se manifiestan efectivamente en momentos como se viven en la actualidad.

Estamos muy cerca del cumplir el Bicentenario, y pregunto ¿Estamos realmente preparados para incentivar el cambio de nuestras actitudes?

Los jóvenes mantenemos la esperanza de que estas actitudes cambien y voltear la página para que podamos vivir en un país anhelado, poniendo no solo el hombro sino el brazo de confraternidad para llegar en las mejores condiciones en todos los ámbitos, sustentada en una sólida base de valores como el respeto, solidaridad y unión fraternal entre todos los que integramos esta maravillosa nación peruana y decir con orgullo: “Bienvenido Bicentenario”.

La historia es maestra de la vida. De una mejor vida: más plena, más libre”

Por  George Eliot Cicerón