Conoce a una de nuestras directoras que inspira y trasciende en una Escuela de la Confianza

Nota de prensa
Directoras que inspira

Fotos: Equipo de Imagen y Comunicaciones de la DRELM

8 de marzo de 2023 - 12:58 p. m.

Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer y es una oportunidad para visibilizar a mujeres que desde la educación se han convertido en referente en un país donde solo el 32% de ellas cuenta con educación superior (16.7% universitaria, y 16% no universitaria), el 36.4% culminó los estudios secundarios y el 30.9% los primarios, y donde cada año se registran más de 17 mil casos de violencia contra la mujer, según la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) y el Ministerio de Salud.

Afortunadamente, desde el sector Educación, integrado mayoritariamente por mujeres, se forjan importantes referentes como el de Yuly Oyanguren Barrios, directora de la IE de mujeres Gabriela Mistral de Jesús María (UGEL N° 03), maestra lambayecana con 25 años de trayectoria como docente, especialista y directiva. 

Con un liderazgo reconocido por muchos expertos, esta conocedora de la Gestión Escolar Autónoma ha llegado a trascender en la vida de sus colegas y estudiantes, a base de su alto nivel de responsabilidad, calidad humana, tesón y, por supuesto, su apuesta constante por el bienestar de la comunidad educativa.

“Detrás de mi hay un grupo humano con el que trabajo, al que impulso. A cada maestro le digo que se lo crean, debemos ser un ejemplo para las estudiantes. Estoy consciente que para muchos soy un referente y eso me genera responsabilidad, en la medida que siempre me he considerado una persona de retos. Siempre me pregunto si  lo que hacemos, lo estamos haciendo bien”.

Una madre y una  tía, mujeres fuertes

Muchos aspectos fortuitos de la vida de Yuly Oyanguren parecen marcados por el compromiso con los derechos de las mujeres y la educación; hija única de una madre, secretaria de colegio,  que tuvo que migrar a la capital para darle mejor calidad de vida, estudiante del colegio de mujeres, Teresa Gonzales de Fanning (Jesús María), sobrina de una maestra de inicial, egresada de la Universidad Femenina (Unifé), sobrina del exalcalde de Jesús María, el ingeniero Víctor Oyanguren Agüero, quien en 1995 donó el terreno donde actualmente se ubica la institución educativa que dirige.

“Éramos de clase media baja, teníamos escasos recursos, a veces no tenía luz para estudiar, vivíamos en un cuarto pequeño, para estudiar colocaba papelotes en el suelo por lo reducido del espacio. Como era la mayor de mis primos, me hacía cargo del almuerzo y de acompañarlos hasta que los adultos retornaban de trabajar. Mi madre es una mujer muy fuerte, empoderada, me sacó adelante con su esfuerzo y con sus ahorros me pagó la universidad. Una de mis tías con las que vivía, era maestra de inicial, yo la veía cortando sus materiales, tan abocada en su labor como docente, llegué  a pensar que no sería maestra por lo demandante que parecía, sin embargo, el destino me llevó a elegir la docencia”, recuerda.

Olga Iturrarán, una maestra de matemática

Como aquellas maestras que transforman vidas, apareció en la vida de Oyanguren, Olga Iturrarán, profesora de matemática del colegio Teresa Gonzales de Fanning, una mujer cercana a sus estudiantes e intachable, con quien hasta la actualidad mantiene una relación de amistad.

“Te escuchaba cuando algo estaba mal, conversaba con nosotras, no solo venía a dictar clases, daba más de lo que estaba en el currículo. Me sirvió mucho de modelo, nos hablaba y reía, pero también era muy firme, sin ser agresiva. Sino presentábamos las tareas, ella nos motivaba a mejorar, quería que aprendiéramos y que nos esforzáramos, no solo obtener una calificación aprobatoria”. 

Una universidad femenina

Al terminar la secundaria Yuly Oranguyen imaginaba que se convertiría en una de las 3 284 directoras de colegio de Lima Metropolitana, lo que representa el 70 % frente un 30 % de hombres que ocupan este cargo actualmente en la capital, cifra que incluye el sector privado como público. Un escenario que también se distingue por la presencia de seis directoras que meritocráticamente elegidas y que lideran las UGEL N° 2, 3, 4, 5, 6 y 7.

“Postule a la Unifé e ingresé a Educación.  Me fui inclinando por esta carrera desde mi casa, cuando veía el quehacer de mi tía y de mi madre, aunque luego conocería la satisfacción de cuando se enseña y el estudiante logra aprender. La formación humanística de la universidad me transmitió valores a través de la ética, filosofía y teología, pilares que te dan conocimiento sobre cómo se construye el sentido humano del ser, esa persona que aspira a tener proyectos, que cree en algo y que le da sentido a su vida”.

La primera escuela, un único hijo

Egresada de la universidad, en 1996 su primer trabajo fue como docente de matemática en la IE Manuel Polo Jiménez y posteriormente en el colegio privado Señor de Luren hasta que tuvo a su único hijo, hoy es ingeniero industrial y bombero de la Estación de Bomberos Voluntarios Salamanca N° 127.

“Durante los primeros meses pensé en solo encargarme de la casa, cuidando a mi hijo. Pero de pronto me pregunté por todo mi esfuerzo, mi carrera, mis sueños de salir adelante por mis propios medios, comprarle una casa a mi mamá, ¿qué te paso Yuli?, así que decidí volver a trabajar”.

Con esa decisión Yuly Oyanguren, iniciaría un largo camino, como servidora pública, accediendo a una plaza en el colegio César Vallejo, una escuela nocturna como antes se les conocía a los CEBA y, por las mañanas retornaría por horas a la IE Señor de Luren. 

El impacto de la educación pública

En 1997, una amiga le comentó que había la oportunidad de nombramiento, postuló y obtuvo una plaza en el colegio Manuela Felicia Gómez (La Victoria), precursora de la educación en el Perú, donde laboró hasta el 2013, cuando accedió al cargo como especialista en la UGEL N° 03, ahí estuvo hasta el 2015, cuando alcanzó el cargo de directora en el colegio Gabriela Mistral.

“Estaba en la UGEL, yo siempre me decía, no quiero ser directora, pero mi hijo estaba terminando el colegio así que decidí postular. Cuando elegí el colegio buscaba una escuela en la que pudiera hacer algo, sabía que la IE Gabriela Mistral había tenido problemas de clima laboral, y hoy es mi segundo hogar. Ha sido fundamental el trabajo en equipo, sola no podría hacerlo, es una empresa colectiva en la que todos tiene que conocer que hacen porque los seres humanos no somos islas y, porque lo que hacemos tiene impacto en las estudiantes. Si solo hacemos cosas por hacer, tendremos estudiantes mediocres, sin sueños, que hacen solo lo que tienen que hacer. El Perú  necesita líderes con valores y empoderadas”.

Desde su colegio y sus más de 200 estudiantes del turno mañana y tarde, la directora Oyanguren reconoce que todo servidor público tiene la responsabilidad social de generar impacto, en el caso de ella desde el empoderamiento a la mujer porque aún atravesamos muchas situaciones como la desigualdad de género.

“Una mujer necesita formación consistente, humanista, las chicas lo necesitan y solo juntos avanzamos para que estas situaciones no se repitan,” finalizó.