INTERVIENEN A 20 MENORES QUE TRABAJAN EN LA CALLES

Nota de prensa

23 de junio de 2015 - 12:39 p. m.

Durante operativo del Gobierno Regional, Ministerio Público y PNP

Bajo el lema “La calle no es su lugar” y para reducir el número de menores de edad que trabajan en la vía pública, el Gobierno Regional de La Libertad en coordinación con el Ministerio Público y la Comisaria de la Mujer de la Policía Nacional del Perú, iniciaron operativos estratégicos interinstitucionales de manera simultánea a niños, niñas y adolescentes que realizan labores de riesgo en las calles.

En una primera intervención un aproximado de 20 niños fueron tomados en custodia por parte del Ministerio Público, para evaluar su situación y de acuerdo a ello adoptar las medidas necesarias que mejoren su calidad de vida y estado emocional, de tal manera que les garantice un crecimiento acorde con su edad cronológica.

Dichas labores se realizaron simultáneamente en el cruce de las avenidas César Vallejo y Fátima, Juan Pablo II y España, Pablo Casals y Mansiche, Unión y España, puntos de alto índice donde niños entre 5 y 14 años realizan labores de riesgo o comercio ambulatorio contraviniendo las leyes que protegen y amparan el buen desarrollo de la niñez y adolescencia.

El Gobierno Regional de La Libertad, a través de la Gerencia de Desarrollo e Inclusión Social; el Ministerio Público y la Comisaria de la Mujer de la PNP, se comprometen a seguir realizando estas actividades de manera continua durante el presente año, con la finalidad de reducir los porcentajes de niños, niñas y adolescentes que trabajan en las calles y a la vez sensibilizar a la población a través del lema “La calle no es su lugar”.

En el mundo entero millones de niños y de niñas realizan trabajos extremadamente peligrosos, en condiciones perjudiciales, arriesgando así su salud, su educación, su desarrollo personal y social, e incluso su vida. Los menores necesitan un hogar donde reciban bienestar emocional y puedan realizar actividades adecuadas para su edad.

El trabajo infantil trae graves consecuencias que permanecen con el individuo hasta mucho después de los años de infancia. Los niños y las niñas que trabajan no sólo deben enfrentar condiciones laborales peligrosas; también deben hacer frente al estrés intelectual y emocional a largo plazo. Además, porque no tienen tiempo para el estudio ni para la educación, la mayor parte en su edad adulta sufre de desempleo y analfabetismo.