Violencia familiar en un serio problema social que se debe atender urgente

Nota de prensa

7 de junio de 2018 - 10:36 a. m.

Es el ilícito penal que más ha crecido en los últimos años

Fue al exponer en la sesión de trabajo extraordinaria del Coresec, en la que participaron el ministro del Interior, Mauro Medina Guimaraes y las principales autoridades de la región, donde indicó que el año 2014 hubo 5,414 denuncias en las comisarías por este delito y en lo que va del 2018 ya se han registrado 9,060 siendo la tendencia de incremento muy notoria. 

Refirió que en Trujillo y la región La Libertad, no hace muchos años se podía caminar tranquilamente por las calles, pero hace algunos años esto cambió por cuanto sin casi notarlo, los sicarios, marcas y grupos criminales organizados encontraron un lucrativo negocio en la extorsión de empresarios y profesionales.

El expositor presentó estadísticas de los años 2014 al 2017, donde se aprecia que la violencia familiar crece de manera incontrolable e hizo un breve resumen por cada delito.

Recalcó que la seguridad ciudadana es un problema cuya responsabilidad no solo corresponde a las instituciones tutelares del Estado, como la PNP, municipalidades, subprefecturas u otras, sino que por la magnitud y trascendencia que ella misma implica, por la violencia que genera, requiere de una decidida participación de las autoridades, pero fundamentalmente de todos los ciudadanos. Dentro de los factores que inciden en el incremento de la violencia social, indicó el ponente que el principal es “la insuficiente organización de la población” y que cada día, por esta razón, podemos ser víctimas potenciales de la inseguridad ciudadana.

Remarcó que la violencia familiar es uno de los ilícitos penales que más está creciendo en los últimos tiempos, dejando una secuela de hogares abandonados y desintegrados, por los maltratos físicos, psicológicos, violaciones sexuales e hijos rebeldes.

Pidió a las autoridades involucrarse más y apoyar decididamente con presupuesto acciones de prevención, abordando luego las conductas incívicas y hábitos de vida nocivos que atentan contra la tranquilidad social, como el comportamiento de ingerir licor en la vía pública, señalando la falta de programas inclusivos para jóvenes en lugares vulnerables y la falta de oportunidades laborales para exreos, en razón que para este grupo etario, al tener antecedentes penales o de otra índole, no le es fácil conseguir empleo.