Huánuco: DEPORTISTA "JUDITH TORIBIO LAVADO"

Reseña Histórica: “Como mujer, peruana y huanuqueña, me siento muy orgullosa de haber traído logros para mi región en el ámbito deportivo”, expresó Judith Toribio Lavado, natural del distrito de Yanas, provincia de Dos de Mayo, quien participó en el 2009 en su primer Campeonato Sudamericano en Ecuador; compitió en Iberoamericana de Maratón en Argentina, donde logró la marca para el Mundial 2011 en Daegu-Corea de Sur; clasificó el 2012 a los Juegos Olímpicos de Seúl, Corea del Sur; el 2016 fue reconocida como la mujer del año, por el Congreso de la República a través del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables; además en el 2017, corrió la Maratón de Varsovia en Polonia, donde ocupó el sexto lugar.

Desde pequeña fue una niña hiperactiva y cuando estaba cursando sus estudios secundarios caminaba 10 km diarios, por lo que empezó a practicar el fondismo; participó en los Juegos Escolares y clasificó hasta la Etapa Nacional. Desde allí llevó una vida deportiva, aunque a causa de la pandemia se alejó de las competencias oficiales, es formadora de jóvenes con talentos, a quienes imparte su conocimiento del fondismo, “para mí no ha sido fácil lograr mis metas, he salido de un lugar muy alejado con mucha esperanza de salir adelante por mi familia, por mi región y mi país, me siento satisfecha de haber representado a Huánuco en diferentes competencias nacionales, internacionales, sudamericanos y juego olímpicos”, refirió.

Para Judith, es importante tener la voluntad de empezar el deporte con dedicación al 100%, un plan de entrenamiento y disciplina, porque enseña que a pesar de los obstáculos y otros problemas es necesario seguir entrenando; ya que cuando se inició en el deporte migró a Huancayo donde se formó y empezó a ganar medallas, además de que logró relacionarse con más deportistas para impulsar el deporte en Huánuco.

La competencia que más le costó fue el Campeonato Mundial de Maratón Daegu Corea del Sur, porque 3 días antes de viajar perdió a su padre, quien era la única persona que tenía en mi vida y tuvo que competir con la tristeza en el corazón.

“Soy huanuqueña y me siento feliz en este bicentenario, porque he ganado un espacio en los corazones de todos, lo que ha sido la base fundamental para sentirme respaldada por mi tierra, ya que para mí es una responsabilidad a aquellos que me ven como un ejemplo a seguir”, finalizó.