Huánuco: "LOS CONSTRUCTORES DE SUEÑOS"

Crónica: Trabajó incansablemente desde el primer día, con la finalidad de lograr que la enorme mole de cemento y ladrillo sea una esperanza para los huanuqueños, ahora se siente reconfortado que el Hospital, esa mole, esté operativa. Oscar Ordoñez Arévalo (47) es de andar apurado, ágil con las manos y de buen trato, tuvo a su cargo 400 obreros durante casi tres años y hoy, regresará a los brazos de su esposa y de sus tres hijos, después del bien cumplido.

Oscar, cimentó una amistad con Deivi Basilio Prado, diecisiete años menor que él, pero con las mismas ganas de terminar lo empezado hace 3 años, y hoy al mirar la mole de cemento que se erige entre los jirones Bolivar, Valdizán, Progreso y Malecón Centenario, ven con admiración la gran obra de la que fueron parte. Deivi es enchapador, con 7 años de experiencia, huanuqueño de raíces y de corazón, su deseo fue ser arquitecto sin embargo la vida le deparó un destino diferente del cual él, se siente feliz.

Ambos son parte del equipo de obreros de la construcción, que lograron que el Hospital Hermilio Valdizán sea una realidad y este atendida en las áreas de neonatología, farmacia, emergencia, hospitalización, cirugía entre otras, que hoy es un referente de nosocomios de la región centro oriente del Perú.

“Llevo 22 años de experiencia en mi trabajo, pasé por penurias al no ver a mi familia que se encontraba lejos, y hoy regresaré a mi hogar a cobijarme y llorar por la pérdida de mi linda madre que murió a causa del virus” relata Oscar después de mirar con nostalgia el bien cumplido que salvará la vida de muchos huanuqueños.

La paradoja de la vida, el haber construido un hospital y que su ser más querido no se haya podido atender en él, porque en su ciudad natal pese a contar buenas infraestructuras hospitalarias, la atención es saturada a causa de la Covid-19.

Durante la pandemia fue difícil seguir en este trabajo porque se internaron durante 5 meses sin tener contacto con el exterior y antes de ingresar tuvo que aislarse por 15 días para evitar la propagación del virus, además de que se redujo la mano de obra para no contagiarse. “Me siento muy contento que se haya culminado este proyecto, ahora solo estamos haciendo algunas entregas para retirarnos”.

Deivi es un caso digno de contar, su historia como trabajador del andamio inició desde su amor por la arquitectura, ya que siendo muy joven se preparó para estudiar la carrera profesional de arquitectura el cual no pudo concretarse porque no contaba con el apoyo de sus padres, la falta de economía entre otros factores, por lo que se dedicó a ser un obrero del andamio con su especialidad en acabados.

Al pasar del tiempo formó una propia familia, con 2 hijos para quienes espera ser la columna que los ayude a cumplir sus sueños, mientras tenga salud y fuerza para seguir trabajando.

“Gracias al trabajo que tengo en la construcción de este hospital pude solventar a mi familia y durante pandemia aún más”, dijo; indicando que el trabajo que realizó en el nosocomio fue en equipo apoyándose unos a otros, sacando adelante la obra poco a poco, “me siento orgulloso como huanuqueño de haber sido parte de la construcción y haberlo culminado, porque mi familia se atenderá en este nuevo y moderno hospital”, refirió.

Los trabajos de acabados es su pasión, y lo ayudó a salir adelante solventando a su familia, ya que junto a su esposa quien es farmacéutica son un equipo para seguir construyendo sus sueños.