Feliz Día del Libro
Nota de prensa
23 de abril de 2023 - 12:00 a. m.
Celebramos el Día del Libro
Desde los primeros mitos para explicar la génesis del mundo hasta las más complejas teorías filosóficas, desde los inicios de la aritmética a los fundamentos de la fusión atómica, desde las pinturas rupestres a los principios de la fotografía, desde la utilidad de las hierbas para curar dolencias hasta los protocolos de cirugías a corazón abierto, todo está los libros.
La vida surge y desaparece pero los seres humanos alcanzamos la inmortalidad gracias a las páginas de los libros. Sea en tablillas, en curtidos cueros, papiros o papeles dejamos huella de nuestra vida, sueños, temores o saberes. Creamos el libro, creamos una extensión de la memoria y de la imaginación.
Los libros nos permiten conocer el movimiento de los astros en el firmamento, comprender la mecánica de los cuerpos a través de los números, asombrarnos con las hazañas de los poderosos héroes en Troya o ser testigos de la creación del Gran Wiracocha. El conocimiento nunca se estancó gracias a los libros.
Este 23 de abril, Día Internacional del Libro, celebramos la creación del instrumento decisivo en nuestra vida, en nuestro devenir como especie. No existe una sola actividad en este mundo que no haya tenido registro gracias a los libros.
Sócrates no escribió nada, y se duda de su existencia física pues sólo tenemos referencias de su caminar terrestre gracias a los Diálogos de Platón, pero es precisamente en esos textos donde cobra universalidad.
Trinomio perfecto
Hablar de libros nos conduce a la lectura y por ende a las bibliotecas. Cuando el ser humano se relaciona con los libros empieza a coleccionarlos, crea un espacio muy personal para disfrutarlos y asume un rol de bibliotecario.
Leer libros, cuestionarlos, subrayarlos, citarlos, tenemos como referencia, discutir y escribir sobre ellos, es la única forma de rendir un justo homenaje a este objeto de precio establecido pero valor invaluable, señalaba el semiólogo y escritor Umberto Eco.
Un libro obsequia vida, permite conocer y perfeccionar cualquier rama del quehacer humano. No hubiera un San Agustín sin un predecesor llamado Platón, ni un Albert Einstein sin un Isaac Newton, ni Julio César sin Alejandro Magno, ni un Gabriel García Márquez sin un William Faulkner.
La semilla que genera el deseo de superación y la excelencia es depositada a través de los libros, y una vez, depositada en el espíritu del lector, esta germina, crece y da fruto.
Sobre literatura
Los libros están presentes y tenemos que aferrarnos a la vida a través de ellos. Libros como “El evangelio según Jesucristo” de José Saramago o “La última tentación de Cristo” de Nikos Kazantzakis son lecturas polémicas y conducen a grandes reflexiones. Pero no podemos dejar de lado aquellos libros como “Casa de tantos” de Nicolás Yerovi que nos hacen reír de principio a fin, y al amauta José María Arguedas con “Los ríos profundos” nos presenta una radiografía del mundo andino.
Agatha Christie nos atrapa con sus narraciones y deseamos descubrir al asesino en cada trama, pero sobre todo, aprender de la genialidad de Hércules Poirot. Taylor Cadwell nos sumerge en el mundo antiguo para dialogar con el evangelista San Lucas, con el jurista Cicerón o el traidor Judas.
Libros, gracias por existir.