Recuperarán 52 hectáreas de praderas erosionadas en Vinchos

La superficie del territorio peruano es de 1 millón 285 mil 215,60 km2, lo que nos ubica en uno de los 19 países más extensos del mundo, siendo la parte de la sierra que cobertura el 28% del territorio nacional y contiene al 38% de la población.

En la sierra al menos un 60% de los suelos agropecuarios están afectados por procesos de erosión de mediana a extrema gravedad por la falta de técnicas de manejo y la destrucción de la cobertura vegetal en las laderas, considerando esta situación que va en crecimiento constante, el Gobierno Regional de Ayacucho, con su visión agrarista, impulsa el Proyecto Regulación Hídrica en cuatro provincias de la región con mayor índice de erosión.

Este importante proyecto que es ejecutado por la Dirección Regional de Agricultura en Huamanga, Cangallo, Vilcas Huamán y Sucre, viene desarrollando diversos trabajos, destacando en la actualidad el repicado de plantones de las especies de queñua, colle y pino.

Uno de los viveros donde se viene produciendo plantones está ubicado en la comunidad de Anchac Huasi, distrito de Vinchos, provincia de Huamanga, labor en la que participan de manera conjunta varones y mujeres de la comunidad, entendiendo que la producción de plantones contribuirá en la protección del suelo y regulación del ciclo del agua, ya que los árboles desempeñan un papel crucial en la protección del suelo contra la erosión.

En Anchac Huasi se producirán un total de 5 mil plantones de la especie forestal nativa de colle (Buddleja coriácea), otros 5 mil de queñua (Polylepis) y 15 mil de pino (Pinus), de la variedad radiata, con fines maderables, cantidad forestal que se suma a los otros 25 mil que se vienen produciendo en la localidad de Huaraca, lo que permitirá forestar y reforestar 52 hectáreas de praderas de las comunidades altoandinas de Vinchos.

NOTA: Los bosques son importantes reguladores del ciclo del agua, ya que absorben y liberan agua gradualmente, evitando inundaciones y asegurando un suministro constante de agua dulce. La deforestación debilita estos procesos, aumentando el riesgo de erosión, sequías y desequilibrios hidrológicos