Muestra fotográfica "Toro muerto al descubierto" en la Biblioteca Mario Vargas Llosa
Nota de prensa

14 de mayo de 2024 - 3:16 p. m.
La Subgerencia de Cultura del Gobierno Regional de Arequipa organiza la exposición "Toro Muerto al Descubierto” - Proyecto arqueológico Polaco-Peruano (2017-2022), la misma que se desarrollará en las instalaciones de la Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa, ubicada en la calle San Francisco N° 308 - Cercado.
Se trata de una muestra fotográfica que captura el quehacer de la investigación arqueológica desarrollada en uno de los repositorios rupestres más representativos del Perú. El complejo arqueológico con petroglifos de Toro Muerto se encuentra ubicado en el distrito de Uraca, provincia de Castilla, emplazado en una zona desértica a la margen derecha del Valle de Majes.
Este yacimiento rocoso se convirtió en el repositorio gráfico de los representantes de varias culturas panandinas y locales, desde el final del formativo (150 a.c.) hasta la llegada de los incas (1533 d.c.) y que se mantuvieron en un lapso de 1500 años. Empero, el sitio siguió siendo visitado y ocupado por arrieros en la época del virreinato y la república.
En Toro Muerto se encuentran bloques de diferentes tamaños y/o volúmenes, algunos decorados con tan solo un petroglifo, como aquellos que tienen todas sus superficies cubiertas con representaciones grabadas con diferentes motivos: geométricos (líneas rectas, verticales, zigzags, zigzags con puntos, entre otras), zoomorfos (figuras de camélidos, felinos, cánidos, serpientes y una gran variedad de especies de aves) y antropomorfos (entre ellos las características representaciones de los llamados 'danzantes' o 'danzarines'). Los paneles más grandes cubren varios metros cuadrados e incluyen escenas complejas.
Científicamente, la primera mención sobre Toro Muerto la hace el ilustre monseñor Leonidas Bernedo Málaga en 1936; sin embargo, su principal difusión fue ofrecida por el prestigioso investigador Dr. Eloy Linares Málaga desde 1951.
Toro Muerto fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación por el Instituto Nacional de Cultura del Perú, mediante Resolución Directoral Nacional N° 2037/INC del 29 de enero de 2002, gracias al esfuerzo de reconocidos arqueólogos arequipeños.
En el 2019 fue inscrito en la lista indicativa del Patrimonio Mundial como bien cultural bajo el criterio C (iii), cumpliendo con uno de los diez criterios que pide la Convención de la UNESCO de 1972, confirmando su Valor Universal Excepcional (VUE).
Se trata de una muestra fotográfica que captura el quehacer de la investigación arqueológica desarrollada en uno de los repositorios rupestres más representativos del Perú. El complejo arqueológico con petroglifos de Toro Muerto se encuentra ubicado en el distrito de Uraca, provincia de Castilla, emplazado en una zona desértica a la margen derecha del Valle de Majes.
Este yacimiento rocoso se convirtió en el repositorio gráfico de los representantes de varias culturas panandinas y locales, desde el final del formativo (150 a.c.) hasta la llegada de los incas (1533 d.c.) y que se mantuvieron en un lapso de 1500 años. Empero, el sitio siguió siendo visitado y ocupado por arrieros en la época del virreinato y la república.
En Toro Muerto se encuentran bloques de diferentes tamaños y/o volúmenes, algunos decorados con tan solo un petroglifo, como aquellos que tienen todas sus superficies cubiertas con representaciones grabadas con diferentes motivos: geométricos (líneas rectas, verticales, zigzags, zigzags con puntos, entre otras), zoomorfos (figuras de camélidos, felinos, cánidos, serpientes y una gran variedad de especies de aves) y antropomorfos (entre ellos las características representaciones de los llamados 'danzantes' o 'danzarines'). Los paneles más grandes cubren varios metros cuadrados e incluyen escenas complejas.
Científicamente, la primera mención sobre Toro Muerto la hace el ilustre monseñor Leonidas Bernedo Málaga en 1936; sin embargo, su principal difusión fue ofrecida por el prestigioso investigador Dr. Eloy Linares Málaga desde 1951.
Toro Muerto fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación por el Instituto Nacional de Cultura del Perú, mediante Resolución Directoral Nacional N° 2037/INC del 29 de enero de 2002, gracias al esfuerzo de reconocidos arqueólogos arequipeños.
En el 2019 fue inscrito en la lista indicativa del Patrimonio Mundial como bien cultural bajo el criterio C (iii), cumpliendo con uno de los diez criterios que pide la Convención de la UNESCO de 1972, confirmando su Valor Universal Excepcional (VUE).