Amazonas: A través de la danza, usuaria de Qali Warma con habilidades diferentes, preserva el legado de los Chachapoyas

Nota de prensa
Cultura milenaria, asentada en Amazonas, pervive en sus vestigios arqueológicos, cerámica, tejidos y en las manifestaciones de cultura viva que practican y rescatan los pobladores de esa región.
Analit Huamán Puerta historia de éxito Amazonas

UNIDAD DE COMUNICACIÓN E IMAGEN

21 de noviembre de 2023 - 11:59 a. m.

Analit Huamán Puerta nació en el centro poblado La Jalca Grande, ubicado en la provincia de Chachapoyas, región Amazonas. A sus 11 años de edad, cursa el sexto grado de primaria en la escuela pública Purificación Culqui Puiquín y es usuaria del Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma, del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis). Su sueño más grande es ser religiosa y médico.
La danza le ha otorgado, a Analit, la confianza en su entorno. Le ha ayudado a socializar y a fortalecer su sentido de pertenencia. Además, las expresiones artísticas inculcadas en su entorno familiar han contribuido con su desarrollo emocional. Es así que, a través de la música y el movimiento corporal, ella reconoce, expresa y maneja sus emociones.
Este año, su mamá Pascuala recibió el diagnóstico clínico de la discapacidad mental de su pequeña. Sin embargo, Pascuala ha sacado provecho a su carácter valiente y férreo para ayudar a su niña a hacerle frente a esa situación y a cualquiera que se le ponga en frente.
A 2800 msnm, se aprecia el cielo nuboso donde viven “los habitantes de las nubes”. Así les llaman a los habitantes de la región donde la cultura pre inca de los Chachapoyas se estableció. Y lugar donde ahora Analit, junto a su madre, sus 3 hermanos y su papá, ensaya la danza que tan feliz la hace, entre sonrisas cómplices con toda su familia.
“Aliento a mi hija a participar, para que no se desanime por su condición; además la música le trae alegría a ella y a mi familia, pero también nos sirve para expresar nuestras tristezas”; añade, “mis padres me enseñaron a danzar, ahora yo les enseño a mis hijos, para que no se pierdan las tradiciones de mi pueblo”, nos comentó Pascuala, mamá de Analit.
Casi a diario, madre e hija ensayan la danza de las Venllas (danza del enamoramiento) en el campo. Ahí se danza mejor, asegura Pascuala. Los sonidos del campo, el viento, las aves y el agua que discurre se juntan con los sonidos de los instrumentos.

Además, Pascuala agrega que, Qali Warma realiza un gran aporte en sus vidas, en la educación y la alimentación de sus hijos. “Nosotros trabajamos en la chacra y algunas veces no podemos regresar temprano a preparar los alimentos, gracias a Qali Warma ellos reciben desayuno y almuerzo”.
Como los niños de su edad, Analit posee un mundo interior lleno de sueños, deseos por cumplir y conocimientos que adquirir. Ella comparte momentos llenos de alegría con sus compañeros de la escuela, quienes también disfrutan de su personalidad dócil; que, a pesar de su timidez, le permite divertirse con las actividades lúdicas y las manualidades.
La historia de Analit y su familia está marcada por la música y la danza. Un legado de la cultura Chachapoyas, heredado de generación en generación, y que constituye un recurso terapéutico determinante para Analit. Sus abuelos, sus padres, sus hermanos y sus primos, todos ellos participan en las presentaciones culturales de su comunidad.
El dato
El investigador Marco Arana Tuesta asegura que, la práctica de danzas en la Jalca Grande constituye una resistencia y asimilación cultural que ha sobrevivido a la invasión inca y española. La danza de estos pueblos es una expresión inmaterial del espíritu, que por ser verdadero persiste tenazmente en el tiempo.
La Jalca Grande fue reconocida como capital folklórica de Amazonas con Resolución Directoral Nacional n.° 137/INC-1998. Solo en ese distrito se han registrado oficialmente 25 danzas ancestrales.