Qali Warma: Estudiantes cultivan conocimientos y buena alimentación en huertos escolares de Tacna

Nota de prensa
En colegio Víctor Raúl Haya de la Torre, colegiales labran la tierra para obtener productos frescos.
Huertos escolares

UNIDAD DE COMUNICACIÓN E IMAGEN

15 de setiembre de 2023 - 6:08 p. m.

Preparar la tierra, sembrar, desyerbar y cuidar de los campos de cultivo, se convirtió en una tarea diaria para los estudiantes de primero a sexto grado de la institución educativa Víctor Raúl Haya de la Torre, ubicada en el distrito Alto de la Alianza.
A su corta edad, los estudiantes ya aprendieron a identificar cuál es la mejor manera de abonar la tierra, cuánto es la profundidad a la que debe colocarse la semilla, las hierbas que deben alejarse de los surcos y cuando es el tiempo de cosecha.
Todo esto, mientras utilizan los campos de cultivo para el aprendizaje de áreas como ciencia y tecnología, comunicación o matemáticas.
La subdirectora del nivel primario de la institución educativa, Wilma Sarmiento Atahuachi, indica que este espacio educativo que ha sido cogestionado con el Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma, del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) es de gran ayuda para los estudiantes. No solo como un espacio educativo, sino que además es de este mismo lugar de donde salen los productos frescos que complementan el desayuno escolar.
Es así que la conserva de pescado que entrega el programa social del Midis, se convierte en un guiso de espinaca con pescado o el arroz fortificado en un delicioso arroz a la jardinera y los guisos de conservas de pollo o las menestras ahora se lucen en los platos acompañados de ensaladas de beterraga o lechuga.
“Los estudiantes de primaria tienen igual o más conocimiento que un estudiante de nivel técnico sobre la preparación de la tierra y el cultivo de hortalizas, porque lo hacen parte de su vida diaria, además que se cuenta con el apoyo constante de los padres de familia”, señala la docente.
La cosecha no es el punto de término del aprendizaje, los estudiantes deben por ejemplo deshojar las espinacas, posteriormente lavarlas y junto a sus docentes evaluar su valor nutricional y convertirlo en un rico platillo que también puede ser consumido como parte de la lonchera o que pueden luego con las recetas creadas como parte del curso de comunicación, replicarlo en casa.
“Es en verdad una experiencia muy gratificante lo que vivimos en este huerto, y lo que se vive día a día en el desayuno escolar, porque para los estudiantes es una satisfacción muy grande saber que están consumiendo lo que ellos mismos han producido”, indica.