¿Cómo controlar el estrés mientras estudias? Te brindamos siete claves que puedes poner en práctica

Es común que los estudiantes de universidades e institutos superiores tengan que enfrentarse a exámenes, trabajos individuales o grupales, exposiciones, organización de horarios, participación en clase, entre otras actividades, que son parte de su formación. A ello se suma circunstancias familiares y preocupaciones que se acentuaron con la llega de la pandemia. Todos estos factores ocasionan que ellos se estresen, lo cual podría afectar su desempeño académico. 

 

Ante ello, Daphne Villalba Farfán, psicóloga de la Oficina del Bienestar del Beneficiario del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación, señala que es muy importante que los jóvenes organicen de manera adecuada sus actividades y mantengan la mente positiva. La especialista brinda algunos consejos para controlar el estrés y obtener mejores resultados en su desempeño académico, que repercutirá el ámbito familiar y social. 

 

1.     Identifica qué es lo que puedes controlar. Reconoce aquellos problemas que puedes solucionar y cuáles no. Por ejemplo, pregúntate: “¿Soy responsable de cómo actúan mis padres, hermanos o compañeros?” o “¿está en mis manos cómo la universidad o el instituto organiza el plan de estudios?”.  Preocuparte por situaciones que están fuera de tu alcance ocasiona que te estreses y, con el tiempo, podría traerte consecuencias negativas. 

2.     Planifica con anticipación tus actividades. Implica saber qué es lo tienes que realizar, en qué fecha, qué materiales o insumos necesitarás, entre otros detalles. Es fundamental que sepas diferenciar qué es muy urgente, urgente e importante, porque te permitirá atender los pendientes de manera organizada. La clave es diseñar un horario con la ayuda de una agenda o de un planificador.

3.     Aplica diversas técnicas de estudio. Todos tenemos diferentes maneras de aprender. A algunos les ayudará tomar notas durante la clase y a otros resaltar textos, realizar resúmenes, mapas conceptuales, entre otros. Reconoce cuáles se ajustan más a tus necesidades y expectativas y, ponlos en práctica, porque aprenderás con mayor facilidad y no te estresarás en el camino.

4.     Establécete metas reales. A veces nos exigimos a nosotros mismos porque queremos ser los mejores de la clase y tener todo bajo control o porque nuestro entorno nos pide que cumplamos con las expectativas. Ante ello, recuerda que el éxito no es perfección, lo importante es dar lo mejor de ti y, si te equivocas, puedes volver a intentarlo. 

5.     Sé optimista. Pese a las dificultades que puedas estar atravesando, una de las formas para controlar el estrés es no perder la calma. Si te sientes ofuscado por algún problema, respira de manera profunda por unos minutos y piensa que la mejor manera de afrontarlo es buscando alternativas de solución y pensando que todo saldrá bien. 

6.     Date tiempo para realizar actividades que disfrutas en tus ratos libres. Puedes leer, ver una película, bailar, cantar, correr, pintar, etc. La idea es dejar de lado por un momento tus preocupaciones, distraer tu mente con actividades que disfrutes y luego regresar a las que ya tienes programadas. Verás que la manera de abordarlas será menos estresante.

7.     Cuida tu salud. Incluye en tu dieta frutas, verduras, agua y proteínas que te darán energías para continuar con tus actividades. Asimismo, establece un horario fijo para irte a dormir y despertarte, y organízate para que lo cumplas. Recuerda que antes de los exámenes debes descansar bien. No te ayudará quedarte toda la madrugada estudiando de corrido, porque despertarás ansioso y con mucho sueño.

 

Villalba agrega que el estrés es una reacción normal frente a una situación particular, ya que nos da un pequeño “empujón” para superar diversas exigencias que enfrentamos cada día; sin embargo, cuando este no puede ser controlado y se mantiene constante a lo largo del tiempo, puede generarnos problemas de salud. Por eso, recomienda a los jóvenes que estén atravesando por esta situación buscar ayuda profesional en un centro de salud o en el área de psicología de su institución educativa.